Jihoon se encontraba sentando en la cocina, concentrado, respondiendo emails; recientemente tenían tanto trabajo que a veces sentía que no se daban abasto, sobre todo él, quien era el encargado de realizar las investigaciones a los posibles clientes. Había qué comprobar muchísimas cosas para poder decidir si era coherente o no ofrecerles un servicio, así como también hacer una pequeña entrevista para saber a quién era más conveniente enviar y si al cliente le parecía bien la opción o no.
La casa estaba silenciosa y de pronto clic clic clic clic. Jihoon se giró a mirar por la puerta de la cocina, curioso; no pasó demasiado tiempo y entonces volvió a escucharlo, clic clic clic clic, por toda la escalera, bajando.
Seungkwan entró en la cocina momentos después. —Hey — la chica saludó, dedicándole una sonrisa pequeña; estaba usando zapatos altos de tacón, de ahí venía el sonido.
—Ah, eras tú — Comentó Jihoon en voz baja, regresando su atención a la pantalla de su laptop —Pensé que ése sonido eran las pezuñas de Satán, quien por fin venía a recogerme para llevarme con él —
—No tienes tanta suerte — Respondió la chica, riéndose entre dientes mientras llenaba un vaso de cristal con agua simple. Llevaba puesto un vestido corto color mostaza que le quedaba increíble, la persona con la que tenía servicio se quedaría babeando nada más verla.
—Oh, vamos, apenas son las cuatro de la tarde no rompas mis esperanzas todavía —
—Ya son las cuatro con seis minutos, supéralo — Seungkwan se rió —Además tu no tienes esperanzas, no mientas —
—Cierto —
Hansol entró en la cocina vistiendo un traje negro y una camiseta amarilla claro, tenía el cabello arreglado y sus zapatos formales además de una prisa evidente. —Mingyu nos está esperando en el auto — Le dijo a su novia luego de ir a darle un beso en la mejilla.
—Vámonos — La chica dejó el vaso vacío en el lavatrastos y le envió un beso a Jihoon, quien hizo una mueca de disgusto cuando actuó cómo éste había aterrizado en su mejilla, pero no se lo limpió, simplemente se despidió de ellos con un "buena suerte" y un "tengan cuidado".
Mingyu y Minghao tomaron los asientos delanteros en el auto, Mingyu conducía ése día. Cuando Hansol y Seungkwan los alcanzaron y se acomodaron el asiento trasero, los otros días discutían al frente sobre quién elegiría la música.
—Olvídalo, no te voy a dejar poner a Lana del Rey, Mingyu, ya tengo suficientes ganas de morirme— Minghao le había arrebatado el móvil a Mingyu en un intento de impedir que pusiera una de esas canciones lentas que recientemente su amigo había comenzado a escuchar, pues a Wonwoo le gustaba y claro... quería entenderlo, quería apreciar las cosas que le gustaban, algo tan típico de estar enamorado.
—Pero su voz es muy dulce y las letra son profundas y además —
—Es la favorita de Wonwoo — Seungkwan fue quien terminó aquello que Mingyu decía, era tan obvio para todos.
—Tengo un cliente chino que probablemente me va hacer sentarme en su regazo y va apretarme el trasero por horas y horas solo mirándome el pene sobresalir por mis pantis, al menos déjame elegir la música — Minghao hizo un mohín con los labios, intentando convencer al más alto.
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Jardín [SEVENTEEN]
FanfictionSi el dinero está hecho de papel... técnicamente crece en los árboles, ¿no? Para alguien que lo necesita desesperadamente, la prostitución es sólo un amplio jardín lleno de posibilidades.