Jardín [SEVENTEEN]

13. Un mal presentimiento

—El cumpleaños de Cheol es pronto, ¿haremos algo especial para él? — Jeonghan giró la cabeza para mirar a Minghao y a Chan, quienes miraban televisión con él en la sala.

—Por supuesto — Minghao asintió con la cabeza sin despegar la mirada de la pantalla  —Nos haría bien divertirnos con música, alcohol y pastel — 

—Sí, sería buena idea, deberíamos organizarlo con los demás, creo que a Cheol le vendría bien también, ha estado trabajando mucho — Chan miró a Jeonghan, y tras decir aquello redirigió su mirada hacia el televisor.

—¿Tienes servicio hoy? — 

—Sí, voy a ver a ese horrible hombre al que le gusta frotarse el pene contra mis muslos — la pelirroja puso sus ojos en blanco y los rodó, mostrando claro fastidio ante la idea de encontrarse con el sujeto en cuestión.

—Suena divertido — Se burló chan, mirándole de reojo —Todavía me cuesta comprender cómo es que eres tan hermosa pero tus clientes simplemente no se acuestan contigo —

Minghao tomó un respiro profundo, acomodándose de mejor manera en el sofá —Mis clientes son hombres casados y con hijos, solamente quieren sentirse menos culpables por ser homosexuales de clóset así que me pagan por mirarme mientras se masturban o por frotarse contra mí sin realmente llegar a hacer algo — la chica se encogió de hombros —Iré a su oficina, así que probablemente tarde menos de dos minutos en venirse —

Chan lo pensó durante algunos momentos, Minghao lo contaba como si fuera cualquier cosa y en el tiempo que llevaba trabajando allí se había percatado que ése era el procedimiento standard: hombres homosexuales con mucho dinero que, ya fuera por apariencias, por dinero o por cualquier otra excusa ridícula que tuvieran, se habían casado con mujeres y habían formado familias, solo para llevar sus prácticas a escondidas. Estaba bien la mayor parte del tiempo, pero si se sentaba a pensarlo detenidamente era algo que en definitivo le hacía sentirse extraño.

—¿Y tu chico raro, Hannie? — Minghao preguntó desviando su mirada hasta la de su amigo, esbozando una sonrisita.

—Seguramente se está masturbando — Respondió Jeonghan, encogiéndose de hombros —O leyendo la biblia, alguna de esas dos, seguro son sus actividades favoritas, es tan virgen el pobre —

—¿Virgen? ¿En pleno 2021? — La pelirroja se echó a reír —¿Me lo juras? ¿Es feo o algo así? —

Jeonghan negó con la cabeza —Para nada, pero tiene ansiedad social o algo así, se le dificulta hablar con desconocidos, seguro ni siquiera tiene amigos —

—Eugh, también suena a que le gusta conversar, aburrido — Minghao se levantó del sofá y estiró sus brazos, —Voy a arreglarme, compórtense, nada de besuquearse o sacarse los penes si no estoy cerca — 

Ambos rieron mientras observaban a la chica subir las escaleras, quedándose solos.

—Tienes cara de que tienes algo qué decir — Chan miró atentamente a Jeonghan, curioso, desde hacía rato que lo había notado mucho más pensativo que de costumbre.

—¿Yo? — Jeonghan, se cruzó de brazos y negó con la cabeza, volviendo a enfocar la mirada en la televisión, pero Chan continuó mirándolo en silencio de manera insistente —Okay, está bien — Confesó después de algunos momentos bajo el escrutinio del menor —Le dí mi número de teléfono —

—¿Hiciste qué? — Chan miró perplejo a su amigo y frunció el ceño inmediatamente —Eso es contra las reglas, realmente podrías meterte en problemas, no sabes ni quién es ese tipo — lo regañó en voz baja, cuidando que nadie más pudiera escucharles.