11. Biblias, hoteles, secretos

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—No estoy bromeando cuando te digo que me empujó al suelo — Jeonghan murmuró, cerrando los ojos.

—Ya lo sé, Hannie, me has contado esta historia cien veces — Seungcheol murmuró a su oído mientras le sostenía con ambas manos por las caderas, —ha pasado una semana, ya superemos ese incidente, la gente rica es extraña y te ganaste ése dinero sin hacer nada — comenzó a mover sus caderas lentamente contra las ajenas.

—Son las cuatro de la mañana, déjame quejarme en paz — Jeonghan abrió los ojos, mirándolo, formando un mohín con sus labios.

—¿Me estás dando órdenes? — Seungcheol sonrió, llevando su mano derecha hasta los cabellos ajenos y los empuñó, tirando de ellos suavemente, atrayéndole hacia su cuerpo de modo que la espalda contraria quedó pegada a su pecho mojado. 

—No — Murmuró Jeonghan, tragando saliva. Llevó la mano derecha a cubrirse los labios y con la izquierda se apoyó en la pared mojada del baño.


A las cuatro de la mañana y luego de un día largo, la mejor idea que habían tenido era meterse a jugar a la ducha, por supuesto, todos dormían y no había preocupación de ser descubiertos. 


Seungcheol sonrió, complacido y comenzó a mover sus caderas más rápido, embistiéndole con fuerza. Mordió el hombro del menor suavemente y después depositó pequeños besos en esa área, hundiendo sus dedos en la piel contraria.

Jeonghan simplemente cerró los ojos, apretando los párpados con fuerza, intentando con toda su voluntad no gemir en voz alta; colocó ambas manos sobre la pared para sostenerse mejor y dejó escapar un jadeo ahogado, sintiendo a Seungcheol llegar cada vez más profundo en su interior.




Knock, knock. Alguien tocó la puerta e intentó abrirla.



—¿Seungcheol? — La voz de Jihoon resonó al otro lado de la puerta.

—¿Sí? — El chico no se detuvo, por el contrario, escurrió una de sus manos para masturbar a Jeonghan mientras lo penetraba.

—¿Quieres que revise los correos o prefieres revisarlos tú mismo? Ya tengo los horarios de todos listos para el día de hoy pero necesito saber si hay algo qué cambiar o tener en cuenta para los siguientes días... ya que estoy despierto quisiera hacer algo útil — Jihoon elevó un poco la voz para que el mayor pudiera escucharle por sobre el ruido del agua de la regadera.

—Creo que hasta ahora solamente Wonwoo y yo tenemos ocupados el fin de semana, ¿por qué no me esperas y los revisamos juntos? — Seungcheol llevó una de sus manos hasta la boca de Jeonghan y le cubrió las misma, llevando su otra hasta mano hasta el miembro del chico, mismo que comenzó a masturbar al mismo ritmo en que lo penetraba.

—Me parece una excelente idea — Jihoon respondió complacido con aquello —¿Sabes? —

—¿Qué pasa? — Seungcheol movió su mano más a prisa y sintió la forma en la que Jeonghan temblaba, movió sus caderas más a prisa y sintió un líquido cálido en la mano con la que complacía al chico de cabellos largos. Su miembro fue aprisionado en aquellas paredes calientes, prueba de que el contrario se había venido y aquello le hizo gruñir en voz baja.

—Me gustó mucho ayer, deberíamos tener otra cita pronto — Jihoon sonrió de forma genuina, un poco tonta, solamente porque no había nadie mirándolo.

Jardín [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora