12. Esperanzas

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Ser adicto a las drogas no era algo divertido, Mingyu lo sabía bien, sus padres habían sido adictos de la peor clase. Era todavía pequeño cuando había aprendido a cocinar y limpiar, convirtiéndose en el encargado de la casa, pues sus padres nunca estaban y cuando llegaban a estar, era sumamente alcoholizados o drogados, incapaces de cuidarles a él y a su hermanita.

No importaba si se desaparecían por días y semanas, si no iban a los festivales de su hermana menor, a los que él encantado se presentaba para apoyarla, no importaba si a veces ni siquiera sabían quién era por estar tan intoxicados... Mingyu los amaba. ¿Cómo podía odiar a las personas que le habían hecho a la persona que más quería? A su hermanita.


Consiguió su primer empleo a los catorce en un restaurante de comida rápida, limpiando mesas. Todavía se acordaba de la forma en la que se la pasaba corriendo de un lugar a otro para llegar a tiempo a recogerla de la escuela, llevarla a casa, ayudarle a hacer su tarea, darle de comer y hasta la ayudaba a acomodarse el cabello en dos coletas altas. 

Lo único que Mingyu odiaba con todo su corazón eran las drogas, pues eso había sido lo que le quitara lo que más amaba en la vida.





Wonwoo desvió la mirada de Lily, hacia Mingyu, quien se encontraba sentado al borde de la cama en total silencio, algo inusual en él. —Pasa algo — comentó, dejando a Lily cuidadosamente en su lugar para acercarse al más alto.

—Recordé algo que me hizo volver en el tiempo — respondió Mingyu, esbozando una sonrisa, intentando alejar aquellos pensamientos negativos de su mente.

—Es algo malo, tu rostro se puso serio — Wonwoo evaluó un momento la situación —¿Sabes? Es bueno que recuerdes el pasado para que sepas de dónde vienes, cómo has crecido y cómo lograste llegar hasta donde estás, el camino que has recorrido... pero no lo mires por demasiado tiempo, porque las experiencias malas a veces intentarán agarrarte fuerte para no dejarte avanzar más. Hay cosas dolorosas que pasan en nuestras vidas y no podemos cambiarlas, y a veces tampoco encontramos la respuesta del por qué pasaron, pareciera que el universo simplemente vino un día y dijo "a la mierda, destrozaré la vida de esta persona porque puedo" —

—Jamás te había escuchado decir ninguna mala palabra antes — Comentó el más alto, sonriendo, el ambiente visiblemente menos tenso.

—No suelo hacerlo a menos que necesite ponerle énfasis a mis palabras — Wonwoo sonrió —Además estamos conociéndonos mejor, ¿no es así? Hey, es normal sentirse triste a veces, pero no permitas que la tristeza del pasado te arruine las cosas buenas del presente y te haga estar triste siempre, sería un desperdicio, una persona como tú siempre triste... — estiró su mano para tomar la de Mingyu y le dio un apretón suave.


El corazón de Mingyu se aceleró.





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—¿Ya se nos acabó la leche de almendras? — Jeonghan sacudió el cartón de leche vacío, un poco decepcionado de saber que no podría beber su café como le gustaba.

Jardín [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora