~En el Fuego~ [Zuko]

Capítulo 14: Lealtad

NARRA ESHNE

Me estaba colmando la paciencia, desde pequeñas nunca pudimos estar en un lugar sin que Azula humillar a alguien, Mai tuviera cara de amargada y Ty Lee alabara a Azula.

Azula: Adentro hay libros para que aumentes tu conocimiento – me dijo

Mai: Un guerrero no se forma con unos cuantos textos, se forma a través de la disciplina

Eshne: Es lógico, Mai. Y aunque un guerrero se forme a través de la práctica, si no tiene teoría es más débil que cualquier otro – me levanté

Azula: Hablas como mi abuelo – rieron – o tal vez el gordinflon de mi tío. Pero en algo deberás tener razón, en algún momento. Sé que mi abuelo te protegía por algo más que tu ascendencia, nunca se da un paso en vano.

Eshne: Que descansen – fui a dormir

Ty Lee: No duermas mucho, estamos cerca del Avatar

Fui a mi cuarto, y dormité un rato, no podía dejar de pensar en Zuko y Iroh. Azula los quería para entregarlos al Señor del Fuego. Capturar a Aang sería la solución a los problemas porque podría negociar el perdón de Kure y la aceptación de Iroh y Zuko. A Aang no lo matarían, porque eso significa comenzar una nueva búsqueda.

Mai: – tocó fuerte – apresurate, los tenemos cerca, el buzonte deja rastro con su pelo.

Los teníamos en bandeja de plata, no habían dormido bien, eran vulnerables.

Azula: ¿No dijiste que sólo eran tres, Eshne?

Eshne: la otra chica no estaba con ellos en el Polo Norte – Habían reclutado a una maestra tierra – Yo me encargo de ella

Sokka: Ay! ¿Enserio? Ya aléjate de nosotros – me gritó

Todos habían subido al bizonte, menos la maestra Tierra.

Aang: ¡Toph sube! – me acerqué mientras Ty Lee y Mai la atacaban por el frente

Toph: Te puedo sentir – las lanzó lejos y volteó... Era ciega – No me subestimes, niñita – Traté de ser más rápida que ella y usar su energía en contra, pero Aang intervino y escaparon.

Tardamos en encontrar un punto, nos querían confundir, había una rastro de mechines hacia el norte, al sur se veía los árboles cortados por el bajo vuelo del bizonte y también había rastros de la maestra tierra al este.

Azula: voy a ir al norte, Mai y Ty Lee al sur, Eshne trae a la maestra tierra

Anduve no más de 15 minutos cuando vi rastros de ella, pero también olía a té. Oí ruido y me preparé.

Eshne: ¿Iroh?

Iroh: ¡Vaya! Hoy estoy de suerte. Ven y bebe una taza de té.

Eshne: ¿Estabas sólo?

Iroh: No, una chica estuvo aquí, pero con ningún interés amoroso

Eshne: Extrañaba tus comentarios – reí

Iroh: ¿Qué te trae por aquí? No sabía nada de ti desde hace días

Eshne: lamento dejarlos sin ninguna explicación, pero Azula me dio un mensaje del Señor del Fuego. Ellos saben quien soy y culpan a Kure por esconder el secreto

Iroh: lo imaginaba y lamento mucho lo que está pasando. La hora se acerca y no podemos hacer nada. No debes rendirte, Eshne.

Eshne: ¿Dónde está Zuko?

Iroh: Lo estoy buscando, el mism día que te fuiste él decidió que era mejor separarnos. Pero la chica tiene razón, debo decirle que también lo necesito