Zuko entró a descansar y yo me quedé afuera viendo redireccionar el barco hacia la Nación del Fuego... a enfrentar lo que me tenía deparada mi naturaleza.
Iroh: Sé que conoces la profecía
Eshne: ¡Ssshhh! Nos pueden oír
Iroh: Pero necesito hablar contigo ahora –asentí – Zuko necesita enserio de nosotros y sabes que siempre lo he apoyado, pero tienes que saber que sea lo que sea que pase con la Profecía veré primero por su bien
Eshne: Lo sé y ya lo he pensado, dejaré que todo suceda como debe, pero me aferraré a lo que Kure diga para bien de esto.
Iroh: Creo que es necesario olvidar la Profecía, Eshne y te voy a pedir que no te ates a él y no hagas que él se ate a ti.
Eshne: Lo intentaré, general Iroh –se dirigió a su habitación y yo me quedé afuera. A los minutos vi llamas en la habitación de Zuko, creí que estaba enojado o algo y momentos después el Avatar salió en su planeador y Zuko se abalanzó sobre él
Eshne: ¡Maldición! – parece que los amigos del Avatar vinieron por él un ¿bizonte volador?
Zuko: ¡Eshne! Distracción –El pánico en mi era: distracción, distracción, distracción ¿qué carajo hago! Y ahí vi a la chica tratar de hacer agua control.
Aang: ¡Elevense!
Eshne: Por supuesto que no –subí al bisonte y tomé a la chica, el chico trató de golpearme
Sokka: Vaya, tienes ropas demasiado finas para ser un soldado y eres muy fuerte para ser una chica
Eshne: y tú eres muy débil para ser un chico –jalé a la chica conmigo
Aang: ¡Sueltala! – La tenía amenazada con una daga
Eshne: Tú o ella, decide.
Aang: Yo –le dio su planeador a Zuko y dejó que lo ataran.
Zuko: Pongan a la chica en un sitio diferente al del Avatar
Aang: ¡No estás cumpliendo tu palabra!
Zuko: No fue mi palabra, fue la de ella –me apuntó y le sonreí, pero de un momento atacó a Zuko y se lanzó al agua. A los segundos salió, pero en estado Avatar, antes había leído de eso, pero nunca, obviamente, lo había visto. La chica me atacó con agua control y subió al bisonte, el Avatar atacó con agua control y arrojó a Zuko del barco
Eshne: ¡Zuko! –se logró agarrar de él ancla
Zuko: ¡No dejes que se vaya! –Cuando me incorporé la chica me amenazaba con agua control, pero al ver que también quiso atacar a los guardias y no lo logró me a balance sobre ella y mi suerte que logró congelar mis pies. Iroh salió en ese momento y el bisonte se iba, ayudó a Zuko a subir inmediatamente y atacaron al bisonte, pero el Avatar desvío el ataque hacia las montañas de nieve que cayeron sobre el barco.
Iroh: El Avatar no irá lejos, príncipe Zuko
Zuko: Ya no lo subestimaré, tío, es más poderoso de lo que pareces.
Eshne:–tosí– No lo sé, tal vez ¡porque es el Avatar!
Zuko: ¡Ya te oí! No hace falta que lo grites. Que sigan al Avatar, tío –vio que, al igual que yo, otros soldados estaban a trabados en hielo y la parte delantera del barco era obstruida por nieve –En cuanto acaben con eso
Iroh: Y ahora que sabes que el Avatar está vivo y que a logrado escapar, es mejor que entrenes rigurosamente –Zuko se fue
Eshne: General Iroh, sé que no es la prioridad, pero no es mala idea que me ayude a salir de aquí.
Cuando lograron quitar la nieve, el barco estaba técnicamente destruido, así que desembarcamos en costas a cargo de la Nación del Fuego.
Zuko: No quiero que ninguno de los dos –dirigiéndose a mí y al general Iroh – mencione que el Avatar está vivo
Iroh: No nos vendría mal una ayuda ¿Cuál es el problema?
Zuko: que no quiero que nadie se interponga.
General Zao: ¿Se intergonaga a que, príncipe Zuko?
Zuko: En un asunto que sólo incumbe a mi tripulación
Zao: Pues a menos que no sea la reparación de su nave, no sé cuál es el inconveniente –hace reverencia – General Iroh, Príncipe Zuko –me mira por un momento y hace reverencia – Eshne, supongo, la protegida del Señor del fuego Azulon – me limité a contestar el saludo – Que tal si vamos adentro y me cantan cómo sucedió esto.
Zuko: No, tenemos que irnos
Iroh: El respeto a un, ahora coronel, debe demostrarse, príncipe Zuko –a Zao– le agradecería una taza de té.
Eso no iba a terminar bien. La tripulación nos delató y no nos dejarían salir de ahí hasta que Zao zarpara. Zuko lo retó a un Agni-kai, Zao estaba tan seguro de ganar que se olvidó que el príncipe era un aprendiz que, hacía eso, aprender de los errores y fortalezas de sus contrincantes. Zuko lo venció y Zao lo quiso atacar por la espalda y después de dos años, Zuko escuchó las palabras que necesitaba:
Iroh: –impidió el golpe de Zao– Hasta mi sobrino, en el exilio, es más honorable que tú.
Esas palabras le dieron aliento para seguir con su búsqueda y aunque lo que Iroh quería lograr, Zuko no lo comprendió, fue un buen punto de partida. De ahí tratamos de seguirle la pista al Avatar, pero no lo encontrábamos, hasta que nos informaron que se resguardaba en la Isla Kioshi.
Zuko: Prepárense, estaba vez no escapará.
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¡Hola, personitas!
Gracias por seguir esta pequeña historia, soy principiante, pero espero que les esté gustando.
Todo avanzará conforme a la evolución de Zuko.
Los leo :)
¡Besos!
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~En el Fuego~ [Zuko]
FanfictionSean todos ustedes bienvenidos a la montaña rusa de las emociones: Zuko y Eshne son los encargados de esta pequeña historia, que los pondrá al filo del asiento. El desterrado y la bruja los mantendrán con intriga, amor y acción.