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— Ahora es rey

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— Ahora es rey.— Dijo entre risas el castaño montándose en su caballo.

— Ay, Seung Min, se lo merece, el pueblo igual lo merece, y no dudaré de todo lo que dijo, Pimery florecerá.

Ambos amigos avanzaron hasta la entrada, donde estaban los demás elfos que acompañarían a los humanos a su nuevo asentamiento.

— Ustedes dos, ¿pueden encargarse de que los demás guerreros enseñen bien a los humanos a pelear? — Cuestionó Min Gi.

— Me aseguraré de ello, mi señor.— Respondió Jeong In. Al ser hijo del rey, las responsabilidades caían primero sobre él antes que en Seung Min, pero estaba bien, lo que menos desearía es que a su amigo le ocurriera algo malo.— ¿El rey Hyun Jin está listo?

— Está asegurándose que todos estén listos.

Luego de unos minutos, el pelinegro apareció montado en un caballo, este mismo dedicó una sonrisa al joven elfo haciéndolo sonreír de vuelta, se veía tremendamente bien.

— Gracias por acompañarnos, Jeong In.

— Estoy para su servicio, mi señor.

Una vez que Hyun Jin dio la señal, comenzaron a avanzar hacia Pimery, Jeong In iba a un costado de él para indicarle el camino hacia aquellas nuevas tierras.

Las otras personas eran transportadas ahora en bombes, de esta manera sería más rápido y fácil llegar. Así que en un corto período de tiempo llegaron a Pimery, los humanos quedaron encantados con el sitio, era exquisito en casi todos los sentidos, así que tan pronto llegaron, comenzaron a organizar los grupos de trabajos que habrían, los elfos que los acompañaban les ayudaron a formar las tiendas que les servirían de hogar en lo que formalizaban sus cabañas.

— Iré a hacer guardia.— Comentó Seung Min despidiéndose de su amigo y del rey, de esa manera podría dejarlos solos.

Aquel par observaba a lo lejos cómo los pueblerinos trabajaban arduamente aunque recién llegaban, habían niños jugando mientras que otros mejor ayudaban a sus padres, a ese ritmo pronto podrían tener un bonito pueblo.

— Ya le he agradecido a tu padre por todo lo que han hecho por nosotros, pero quiero agradecerte a ti también, si no me hubieras ayudado aquella ocasión, nadie estaría aquí.

— Fue un honor ayudarlo, mi señor.

— No tienes que llamarme de tal forma, somos amigos desde antes.— El rey se bajó del caballo yendo hasta el contrario ayudándolo a bajar, aunque claramente no necesitaba de su ayuda, aún así la recibió.— Sigo siendo yo, Hyun Jin.

— Bueno, ahora hay una corona...

— Ya, pero no debes tomarle importancia, no me convierte en alguien más.— Jeong In sonrió provocando que el pelinegro también lo hiciera.— Me he dado cuenta que hay muchas parejas en Sandir, tantas como aquí.

— Bueno, el amor siempre florece en cualquier sociedad.

— ¿Alguien de los tuyos prefirió la mortalidad por amor? — Hyun Jin tenía toda su atención en el elfo, quien evitaba mirarlo.

— Sí, los han habido, pero alguien cercano a mí no.

— ¿Te gusta alguno de los elfos? Deja adivino, ¿quizá el guardia del salón? Era guapo, no vi que quitara su vista de ti.

— Ya, no molestes, no me gusta nadie, estoy centrado en mejorar mis habilidades y en cuidar de ustedes.

— Ya que soy mortal, ¿no puedo dejar de serlo por enamorarme de alguien que no lo sea? — El rubio soltó una carcajada antes de subir a su caballo de vuelta, solamente negó con su cabeza antes de alejarse de esa zona.

Yagsog [ HyunIn ] Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora