Yagsog [ HyunIn ] Finalizada.

4.

Espero mucho que lleguen a apreciar esta historia;( escribirla me costó, pero me gustó, así que ojalá a ustedes también. Hasta el momento ha tenido poco apoyo, pero no me awito¿

— Seung Min, le dejé mi anillo, no quiero formalizar más con Christopher.— Confesaba el rubio a su amigo mientras almorzaban cerca del acantilado.

— Es gracioso que le hayas regalado el anillo.— Murmuró entre risas.— Pero, tiene razón, si no eres feliz con Christopher, es mejor darle fin, además, eres tú quien está con él, no tu padre.

Jeong In asintió con calma a las palabras sabias que mencionaba su amigo, pero aún así tenía miedo de la posible reacción que podía tener Christopher, podía ser buena o mala, ambas le asustaban.

Luego del almuerzo, Seung Min debía irse a exploración del sur, estas exploraciones se hacían para verificar que estuviera despejado de criaturas malignas o en algunas ocasiones recibían noticias de los otros pueblos. Así que In tenía que solucionar las cosas con Christopher antes de que fuese más tarde, fue con calma repasando en su cabeza las palabras que le diría hasta que pudo encontrarlo, su mente quedó en blanco.

Las relaciones entre elfos eran importantes para todos, la unión de dos seres casi perfectos significaba un nivel más de pureza, caso contrario a si se separaban. Al ser el hijo del rey, todos lo conocían, incluso las otras comunidades élficas, mientras que Christopher había creado su propia popularidad e importancia.

— Yo quería hablar con usted, mi señor.— Titubeó un poco al mencionarlo.

— Vamos a otro sitio.

Christopher sujetó la mano del rubio avanzando juntos hacia lejos de donde se encontraban los demás, sentía que era algo importante lo que escucharía, así que preferiría escucharlo solamente él.

Jeong In alzó su mano enseñando que el anillo faltaba en esta.

— ¿Lo perdiste o lo robaron?

— Lo regalé.

Christopher frunció el ceño sujetando la mano que In mostraba.

— ¿Por qué? Era tallado por auténticos enanos, vale una fortuna.

— Mi señor, no quiero que continúe cortejándome.— El rizado soltó de golpe la delgada mano del elfo menor, estaba furioso y podía verse en sus ojos.— Usted no es para mí.

— Vete antes de que cometa una locura, Jeong In.

— No se lo permitiría, pero agradecería que regrese al bosque lo antes posible.— El menor se alejó pronto del mayor yendo directo a su habitación.

Su corazón estaba acelerado, pero sentía una tremenda libertad, eso le hacía sentir bien. Quitó su arco y sus espadas dejándolas en su sitio, tomó asiento sobre la cama, de esta manera pudo retirar sus botas antes de dejarse caer sobre la cómoda cama. Casi nunca tenía tiempo de descansar, siempre tenía algo que hacer que la cama era lo último en que pensaba.

Una sonrisa fue apareciendo sobre sus labios al recordar a aquel humano de cara que parecía detallada por los mismos dioses, no sabía que podían haber humanos tan pulcros como ese hombre.

— Hyun...— Murmuró en lo que trataba de recordar su nombre.— Hyun Jin, un simple mortal.

Mentiría si no aceptaba las ganas que tenía de verlo de nuevo, además, no sabía si su pierna estaba ya totalmente sana. Sus ojos finalmente se cerraron estando dispuesto a descansar, sin embargo, el cuerno comenzó a sonar indicando que había problemas.
Con prisa se levantó colocándose las botas cuanto antes, se colgó la aljaba seguido de su arco, finalmente tomando sus espadas las cuales enfundó, rápidamente tomó su caballo yendo hasta las tropas que comenzaban a formarse.

— Hay que proteger a Kinza, orcos han llegado a atacar buscando robar el poco oro que tienen, además que quieren matar al rey, en marcha.— Anunció su padre.

Kinza, el pueblo de los humanos, Hyun Jin.

Rápidamente comenzó a andar en su caballo yendo lo más rápido posible, además de que ahora le seguían a él. Jeong In se preguntaba cuanto tiempo llevaban los orcos en ese sitio, si llevaban más de dos horas, Kinza ya estaba en las ruinas.