Mafioso.

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TaeHyung veía como el hombre jalaba fuertemente la correa del perro, el cual se negaba a avanzar. Con cada tirón, la frustración del castaño aumentaba, ¿acaso no se daba cuenta que podría estar lastimándolo?

—Incluso si parece grande, sigue siendo un cachorro. No deberías jalar su correa tan fuerte —reprochó con el ceño fruncido.

—¿Por qué no te ocupas de tus asuntos?

Con una fugaz mirada, el joven continuó en lo que hacía. TaeHyung rodó los ojos.

—Estaba tomando agua, al menos deja que termine. No quiere irse ahora.

El contrario ignoró completamente a TaeHyung. Se estaba desesperando y no podía creer que aquel joven fuera tan terco.

—¿Eres el dueño? No, no importa si lo eres, no deberías tratarlo así. Es tan cruel.

El otro lo miró deteniendo sus inútiles intentos de llevarse al cachorro.

—No soy el dueño, pero pagué lo suficiente para hacer lo que quiera con él.

—¿Disculpa?

—¿Tienes idea de cuánto estoy perdiendo porque este perro escapó? ¿Por qué no te metes en tus cosas?

Así que todo trataba sólo de dinero. TaeHyung no soportó que ese hombre volviera a tirar de la correa de esa manera tan brusca, así que simplemente la tomó el mismo, deteniendo al otro.

—¿A dónde tienes que llevarlo? —preguntó con voz firme—. Lo llevaré yo mismo —. El hombre de pelo oscuro le dirigió una mirada, tratando de adivinar sus intenciones—. Su temperatura corporal es mayor a la nuestra y no soporta el calor. Si estaba en un estudio seguramente había muchas luces, ¿tienes idea del estrés que pudo estar pasando? —explicó el castaño—. No tienes corazón.

Ante lo último, el pelinegro apretó la mandíbula y miró a TaeHyung como si quisiera golpearlo.

—¡Presidente Jeon! ¡Charles! —. Un hombre que lucía un poco mayor se acercó corriendo a ellos e inmediatamente se agachó a la altura del perro para acariciarlo—. ¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando por todos lados —. Se levantó y tomó la correa, mirando al pelinegro—. Presidente Jeon, vamos.

Ambos comenzaron a caminar dejando atrás a un TaeHyung lleno de rabia. Decidió regresar a su hogar y una vez que llegó allí, saludó animadamente a su pequeña gata. Sacó el salmón que había traído para ella, lo puso en su plato para que comiera y sonrió cuando ella comenzó a hacerlo.

—¿Está rico? —le habló a la felina de manera dulce y luego suspiró—. En el lugar al que fui hoy había mucha comida rica —hablaba en un tono lento— y también muchos hombres guapos, pero... no había lugar para mí —. Suspiró nuevamente dejando que aquellos pensamientos lo afligieran, hasta que su teléfono sonó, indicándole que debía seguir sus labores.

El resto del día lo pasó entre consultas, yendo de un lado a otro, donde fuera que necesitasen sus servicios.

Al final, se sentó en su pequeño comedor a hacer algunas cuentas. Concluyó que al fin podría pagar el préstamo para sus estudios universitarios, sin embargo, todavía le faltaba el que pidió para abrir su clínica. TaeHyung estaba dispuesto a terminar de pagar todas sus deudas, odiaba deber y depender de los demás.

Continuó un rato más pensando acerca de lo que le faltaba para liquidar todo lo que debía hasta que su estómago rugió de hambre. Frio un huevo que pudo encontrar en su refrigerador, pues a lo largo del día había estado tan ocupado que no tuvo mucho tiempo para comprar algo más, además su situación económica tampoco le permitía conseguir demasiado. Suspiró ante su último pensamiento.

Noble heart [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora