SaneGiyuu: Culpa

3.9K 155 18
                                    

Notas:

•Sanemi Shinazugawa x Giyuu Tomioka.

•Yaoi.

•Mundo canónico.

•Spoilers del manga.

•A pedido de -ELBRIK-, Kurapika_Nakahara, p0t04s4d0, Yuuki_Tsukino02, Pawuer.

•YouTube me borró mi canal junto con todos mis vídeos, así que no me toquen que estoy ultra sensible.

Sinopsis:

Ganaron la batalla final pero hay consecuencias, entre estas, por ejemplo, la pérdida del brazo hábil de Giyuu y los dedos más importantes de la mano hábil de Sanemi.

————————

La sensación de perderse a uno mismo.

Giyuu había sentido aquello muchas veces, el sentimiento le era realmente familiar pero por supuesto que eso no lo volvía más llevadero.

Le pasó cuando perdió a Tsutako.

Le pasó cuando perdió a Sabito y casi lo destruye.

Le pasó cuando creyó haber perdido a Tanjirou aunque lo recuperó.

Se suponía que tendría que sentirse eufórico por lo que estaba pasando, casi irreal: Un mundo sin demonios.

Ya nadie sería devorado por tales bestias, ningún inocente humano será transformado contra su voluntad para matar desde extraños hasta seres queridos y todas las muertes que los habían acercado a esa victoria no habían sido en vano, todos podían descansar en paz.

Realmente lo estaba, era feliz por aquello. Es decir, ¿cómo no serlo? Una desconocida paz llenaba su corazón de una forma en la que no se sentía desde que vivía con su querida hermana mayor en total calma constante.

Entonces, se sentía algo ridículo y patético por sentir la falta de una de sus extremidades.

Un brazo era un muy bajo precio por un mundo sin demonios, absolutamente insignificante de hecho.

Durante la batalla y hasta después de esta, realmente no le tomó importancia, muchos murieron por él, vio a morir a tantos otros de sus compañeros y vio la derrota de Muzan en carne propia, ¿qué le importaría a él estar con un brazo menos?

Pero tras un tiempo siendo tratado por sus heridas y estando en recuperación, su realidad se veía muy diferente.

La falta de su brazo no era para menos, todo era diferente, demasiado en verdad.

Su ser no acababa de procesarlo, es como si su mente supiera que ya no había nada ahí pero no su cerebro, él literalmente podía sentir sus dedos en aquel momento. ¿Cómo? No había nada allí y, mirarlo, tener la sensación de su brazo y mano como si nada hubiese pasado solo para bajar su vista y ver que no lo tenía...

Su equilibrio era diferente, su movilidad, cada vez que intentaba tomar o mover una cosa.

Era difícil pensar que eso era él, que ese era su cuerpo y que una parte física suya se había perdido totalmente.

Kimetsu no Yaiba | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora