Kimetsu no Yaiba | One Shots

RenGiyuu: Gustos [+18]

Notas:

•Kyojurou Rengoku x Giyuu Tomioka.

•Yaoi.

•AU.

•Sexo explícito.

•Rengoku>Seme. Giyuu>Uke.

•Este me lo pidió alguien pero no encuentro el comentario así que no recuerdo quién fue, sorry.

Sinopsis:

Giyuu tiene ciertos gustos a la hora de tener relaciones sexuales, pero le avergüenzan un poco. Cuando Kyojurou lo descubre, definitivamente quiere probarlo.

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—Repentinamente tengo la sensación de que nunca vengo a tu casa —Kyojurou menciona mientras se sienta en la cama de su novio.

Giyuu lo piensa un momento y se encoje de hombros.

—Me gusta tu casa. Es... —busca la palabra indicada y siente que «familiar» sonaría algo rudo para su nee-san, con quien comparte departamento y a su vez hogar—, cálida. Además, Senjurou-Kun me cae bien, es muy dulce.

—Al igual que Tsutako-San, yo la adoro.

—Y ella a ti.

—También me gusta aquí —pero a Giyuu no tanto, si Tsutako no estaba el lugar se sentía frío y solitario.

—Podemos venir cuando quieras —dice con simpleza—. De hecho no me doy cuenta que siempre terminamos yendo a tu casa.

—Está bien, me agrada la oferta —el rubio responde con una sonrisa antes de recostarse sobre el colchón detrás de él—. ¿Nunca has pensado en pintar algo en el techo?

—No en el techo, no en verdad —responde extrañado.

—Hay que ser creativos. Tendrías una buena vista para cuando te acuestas aquí y sólo miras hacia arriba —Giyuu ríe ligeramente.

—Puedes tener otras vistas —dice mientras se coloca sobre él—. ¿Mejor? —sonríe.

—Ah, sí, definitivamente mejor —le devuelve la sonrisa y le da un par de besos algo subidos de tono—. Podríamos hacer esto un rato —sugiere mientras baja sus manos hasta el trasero de este.

—Lástima que vinimos a estudiar para tu examen de física.

—Es un buen motivo, pero ya me tentaste así que me la debes.

—No me quejo de eso —roza su labio con su dedo un momento—. Iré por algo de beber, saca tus libros.

—Muy bien —cede y el mayor se quita de por sobre él, levantándose para dirigirse a la cocina.

Kyojurou no tarda en sacar de su mochila sus libros, su libreta y un bolígrafo.

Mientras espera a que su novio regrese se dispone a registrar la habitación con la mirada. Realmente nada había cambiado mucho desde la última vez que había estado allí pero le seguía pareciendo interesante.