CAPÍTULO 4

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Cinco de la madrugada y no pegaba un ojo y cada diez segundos giraba la cabeza para ver cuánto faltaba para que sean las siete de la mañana en mi reloj.

Me levanté sin poder aguantar más las ganas de que ya sea la hora de ir a la universidad y me metí en la ducha a cantar con toda la felicidad de mi alma.

El modo frío de Vanity no dio resultado.

El modo perra de Cat peor.

Pero el modo Ary Montenegro sin duda tiene que funcionar a la perfección.

Preparé el desayuno y dejé una buena ración para mi Tía Mara. Corrí hasta la cubierta de las canchas de básquet y encontré a quien yo quería.

Estaba arrastrando una malla con muchísima balones de básquetbol hasta la mitad de la cancha y anotaba algo e el tablero.

- ¡Entrenador Ramirez!

Se giró a verme y me sonrió.

- Ary.

¿Ahora resulta que todos saben mi nombre cuando antes los profesores tenían que acudir a la nómina para acordarse de el?

Ok. Le voy ha agradecer a Cat porque su modo perra hizo que me conocieran mucho.

- ¿Que tal como está?

- Bien Ary. ¿En qué te puedo ayudar?

Se dirijo a los balones para soltarlos de a uno.

- Es que yo queroa saber cuales son los requisitos para poder entrar al equipo.- Dije nerviosa.

Me estremecí cuando escuche la estruendosa carcajada que soltó.

No entendí su forma de reírse pero me causó un poco de chiste y comencé a imitarlo hasta que nuestras carcajadas se unieron. Era tan chistosa la situcion que me doble de la risa y el entrenador se arrimó en mi.

Finalmente terminamos de reír pero el entrenador contenía un poco la risa.

- ¿Porque te ríes?- Dijo entre risas.

- De lo que usted se ríe.- Dije sonriendo.

- Yo me río de ti.

Se me anuló la risa por completo y lo more com seriedad.

- Bueno ya.- Dijo poniéndose serio.- Solo tenemos un requisito para entrar al equipo.

Salté dando palmaditas emocionada porque no me sería muy difícil cumplirlo.

- ¿Quue cosa?

El instructor sonrió.

- Tener bolas.

Me quedé seria otra vez. Y él ensanchó su sonrisa para luego darme la espalda.

- ¿Como qué tener bolas? Estamos en un país libre y democrático lleno de equidad de género.- Dije molesta.

- Si.- Contestó tomando un balón.- El país está lleno de toda esa mierda... mi equipo no.

Atrape el balón cuando me lo lanzo con brusquedad.

- Buena atrapada.

Y se marchó sin un adiós.

Suspire molesta y simplemente me senté a esperar a que los jugadores llegaran. Esta vez solo me dediqué a tomar fotografías de mi crush pero sin ánimos aunque el corazón me daba brincos de alegría por verlo.

¿Como haré para acercarme a él si lo único que le interesa es el básquet y no puedo entrar al equipo a menos que sea hombre?

Cuando finalizó el entrenamiento solo me quedé para poder observar muy de cerca a Lion.

DISFRAZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora