Nuevamente otra noche mas se despertó alterado, agitado con un leve sudor en su frente, se sento en el borde de la cama para calmar asi su agitada respiracion, pasando una mano sobre su rostro, tapando asi su expresión dolida... otra vez soñaba con ella, otra vez la veia sonreir para él, donde le prometía dulces palabras... otra vez, veia su muerte sin poder hacer nada... frustrado se levanto de golpe, caminando hacia la ducha, donde el agua fria trataba de calmar asi su mente.
Estaba acostumbrado a las pesadillas, pero nunca se pudo acostumbrar a verla morir, esa impotencia, esa desesperación que su alma gritaba con dolor no lo soportaba.
Cada dia era una tortura, cada suspiro que daba, casa vez que caminaba era agonisante; pues ella ya no estaba a su lado, ella no podia disfrutar de lo que le prometio. Aun escucha en su cabeza aquel momento donde prometio cuidarla.
"-te prometo que cuando consiga mi armadura te llevare conmigo y veras la nieve-"
"-enserio Ikki! muchas gracias, pero no sera una molestia para ti?-"
"-nunca, eso jamas, ademas no quiero dejarte aqui, tu padre, has dicho que ha cambiado-"
"-lo se, no importa, él ya no me reconoce como su hija, tu eres lo unico que tengo aqui-"
Ikki tomo nerviosamente la mano de la joven, apretandola con mucho cariño
"-prometo que siempre te cuidare, te protegere de todo mal-"
"-gracias-" un bello sonrojo adorno sus mejillas, cautivando al chico inmensamente, en aquella celda oscura llena de humedad, ese momento se sintio tan acogedor.
Que recuerdos tan bellos, tan dulces, unicos, que su corazon late de felicidad y al mismo tiempo le duele, de manera tal que su cuerpo sentia como se quemaba con el dolor abriéndose paso a su pecho, instalándose eternamente en el abismo infernal de solo recuerdos y promesas rotas.
Su cabeza dio un golpe fuerte en la pared, mientras el agua recorre aun su cuerpo, la ira aun lo seguia consumiendo por dentro, la necesidad de abrazarla y jamas soltarla, otro golpe mas dio con su cabeza, tratando inútilmente de aminorar el dolor de su alma con dolor fisico, pero nunca lo logra. La sangre de su cabeza era escurrida por el agua, y en aquel momento de intima soledad y dolor, su voz dejo salir los sollozos que su ser guardaba, donde solo clamaba el nombre de Esmeralda
Habia roto su promesa... no pudo protegerla.
ESTÁS LEYENDO
Amarte por mil años mas
RomanceLos recuerdos son el tesoro mas hermoso que podemos llegar a tener. Ikki y Esmeralda