Cómo ser más inteligente… rápido
Si pudiera vivir mi vida de nuevo,
cometería los mismos errores, sólo que más pronto.
Tallulah Bankhead
Las luces se encendieron para Leslie. “No es que no sea inteligente”, comenzó, “es que nunca me han enseñado esas cosas. Nadie me enseñó a pensar así. No es diferente a aprender equitación. Tendría que empezar por el principio y tomarlo literalmente paso a paso.” “Así es”, le dije.
“Tengo algo que decirte”, confesó Leslie. “He puesto los noticiarios de finanzas y algunas veces me pierdo completamente en los términos y vocabulario que usan. Me abruma y me confunde por completo. Es difícil seguir cuando no sé lo que significan la mitad de las palabras.”
3) Jerga
“Mencionas un punto muy importante”, contesté. “De hecho es el número 3. Se llama jerga y hay mucha en el vocabulario del mundo del dinero y las inversiones.”
Continué: “Pienso que mucha de la confusión en torno a las inversiones tiene que ver con las palabras que usan los expertos, semiexpertos y nada expertos. A veces pienso que las personas usan toda esa jerga para confundirnos a propósito, sonar inteligentes o con el fin de que compremos algo. No queremos admitir que no sabemos de qué hablan. Yo lo he hecho. He hablado con alguien que arroja palabras que no entiendo y, en lugar de pedir que las explique, finjo que entiendo porque no quiero parecer estúpida.”
Las palabras son herramientas poderosas. Domínalas y tu nivel de comprensión de la nueva información aumentará de
manera notable. Cuando te topes con una palabra que no entiendes… búscala en un diccionario, entiende lo que significa y continúa leyendo.
“Odio admitirlo, pero hice exactamente eso hace dos meses”, dijo Leslie, riendo. “Fui a la gran inauguración de un nuevo restaurante italiano. El dueño era un cliente mío de la galería. Me uní a un grupo que hablaba sobre el mercado bursátil. Todos estaban emocionados sobre una nueva compañía que acababa de hacerse pública. Decían que amigos de sus amigos estaban involucrados en ella y que iba a ser el próximo Microsoft. Bueno, ¡pura jerga! No dejaban de soltar su léxico elegante. Para mí era un galimatías. Recuerdo algo sobre una relación precio/gasto y que la acción participó en la bolsa Nasdaq. Parecían tan conocedores y emocionados. Aunque no sabía de qué hablaban, sentía que tenían una información secreta que nadie más poseía, salvo ese pequeño grupo. Así que, al siguiente día compré algunas acciones. Eso ocurrió hace dos meses. Hoy mis acciones valen la mitad de lo que pagué por ellas y lo que escucho es que la predicción futura para la compañía no es demasiado brillante.”
Me reí. “Pienso que el término que escuchaste fue relación precio/utilidad, que compara el precio de una acción con las ganancias de la compañía el año anterior, y la bolsa Nasdaq, completamente electrónica. No tienen instalaciones físicas. Pero no te sientas mal por querer entrar en la bolsa de Cenicienta. Todos deseamos creer el cuento de hadas”, la tranquilicé. “Si te hace sentir un poco mejor, yo no sólo creí en el cuento de hadas… ¡pensé que había comprado acciones de la gallina de los huevos de oro! Las compré en un fondo de acciones privadas. Quería creer todas las promesas, todas las ganancias ‘demasiado ciertas para ser verdad’. Toda la emoción, la fórmula secreta, el Santo Grial. Como no entendía las palabras y frases que usaban, no supe cómo verificar qué era cierto y qué no. Sonaban como si supieran de qué estaban hablando. Así que compré todo. Lo siguiente que supe fue que la compañía era investigada y el dueño fue a la cárcel. Incluso cuando salió a la luz toda la publicidad negativa, seguí creyendo que los titulares eran una mentira y las promesas se harían realidad. Resulta que la publicidad era cierta y perdí mi inversión completa. Conclusión: no hablaba el idioma y no me molesté en aprenderlo porque quería que el cuento de hadas se hiciera realidad.”
Leslie dejó escapar un gran suspiro: “Lamento tu pérdida… pero me hace sentir mejor saber que nadie consigue el éxito de una sentada. También saber que yo no soy la única que se confunde y abruma con la jerga financiera.”
“Apreciarás esta historia”, le dije. “Robert tuvo una entrevista en la ciudad de Nueva York en uno de los programas televisivos sobre finanzas. El entrevistador usaba todo tipo de jerga: derivados, relación P/U, niveles de resistencia, etcétera. Robert lo detuvo en mitad de la discusión y dijo: ‘Prefiero mantener el lenguaje sencillo.’ Y continuó la entrevista usando palabras cotidianas. Cuando salimos, un joven se acercó. Tenía como 29 años, bien vestido con traje y abrigo. Dijo que trabajaba en Wall Street. Estrechó la mano de Robert y dijo: ‘Acabo de ver su entrevista y quiero agradecerle por mantenerla simple de modo que todo el mundo pueda entender lo que dice’. Pensé que era todo un cumplido viniendo de alguien que estaba en el negocio.”
“¡Vaya! Siento un gran alivio”, admitió Leslie. “Creo que muchas mujeres pueden pensar que no son lo bastante inteligentes para entrar en el mundo de las inversiones porque, como yo, suponen que son las únicas que no entienden. Comprendo que es un proceso educativo y hay que aprender sobre la marcha.” Terminó diciendo: “¡Gracias por tu tiempo! Eso aclara bastante mis dudas.
¿Cuándo vuelves a Nueva York?”
“Estaré ahí en aproximadamente dos meses”, dije.
“Si tienes tiempo, vamos a vernos. ¡Yo invito el almuerzo!”
Cómo sabes cuando no sabes
Una amiga mía ha estudiado muchos años la forma en que aprende la gente y me enseñó una herramienta valiosa. Me preguntó: “¿Alguna vez te has encontrado leyendo el mismo párrafo una y otra vez?”
“Sí”, dije. “Lo hago a menudo. ¿Por qué pasa eso?” Su investigación encontró que cuando las personas leen una palabra que no entienden, pierden la concentración. Esto, de manera casi inconsciente, les hace releer la oración o el párrafo varias veces. Una vez que las personas leen una palabra cuyo significado no conocen, la comprensión del fragmento completo disminuye. Así que pregunté a mi amiga: “¿Cómo lo superas?”
“Es fácil”, dijo. “Lo único que debes hacer es buscar la palabra en el diccionario, entender qué significa y continuar la lectura. Tu nivel de comprensión aumenta.”
Así que ahora me esfuerzo por tener un diccionario cerca y buscar las palabras que no entiendo. Y una señal segura de que he pasado una palabra mal entendida es cuando releo una sección varias veces.
En lo que respecta al mundo de las inversiones, la jerga es desenfrenada. Puedo leer cuatro palabras que no entiendo en una oración. Tan sólo quiero pasarlas y pretender que no son importantes. En cambio, hago un mejor esfuerzo si tomo el diccionario y busco las palabras. Es más que sólo leer la definición. Quiero asegurarme de que entiendo el significado claramente. A veces me remonto a la primaria donde la maestra solía decirme que usara cierta palabra en una oración. ¡Funciona! Puede consumir un poco de tiempo al principio pero en definitiva incrementa mi comprensión de lo que leo y mi vocabulario cotidiano.
El glosario al final de este libro define muchos términos comunes de finanzas e inversiones. No incluye todas las palabras que encontrarás, así que recomiendo algunos buenos libros sobre inversiones y finanzas para agregarlos a tu biblioteca y sentirte más informada cuando se presente la jerga.
Mejor comprensión, mejores resultados
Hace años hablé con un corredor de bienes raíces de inversión sobre un edificio de 24 apartamentos. Y comenzó a escupir la terminología. “La relación del préstamo sobre el valor es de 80 por ciento. La tasa de capitalización es de 90 por ciento. La tasa interna de retorno es de 19 por ciento.” (Todos esos términos se encuentran en el glosario.) Y siguió y siguió. Así que le pregunté: “¿Exactamente qué significa tasa de capitalización?” Él dijo: “Bueno, cuanto más alta sea, mejor es el trato.”
“Pero, ¿exactamente cómo se determina una tasa de capitalización? ¿Cuál es la ecuación? ¿Y qué mide en específico?”
Me miró perplejo y luego dijo: “En realidad no es tan importante; lo que importa es el buen trato que representa este edificio.”
El hecho es que no tenía idea de lo que hablaba. Usaba las palabras, pero no sabía a qué se referían. Apreciarás lo siguiente: ese corredor de bienes raíces no sólo estaba desconcertado por su propia jerga, sino que sus números sobre esa propiedad tampoco tenían sentido. No era un trato tan maravilloso.
Tres reglas sencillas
En lo que respecta a la jerga, he aprendido tres reglas a seguir:
1) Incrementa tu vocabulario día con día
No te sientas intimidada o, más aún, no seas floja cuando alguien use una palabra que no entiendes. Si tienes una conversación y surge una palabra poco familiar, pide a quien la usó que la explique o escríbela y búscala después. Si lees o ves televisión y aparecen nuevos términos, búscalos en un diccionario.
2) Haz preguntas
Siempre sé curiosa. Incluso cuando ya tengas algún conocimiento sobre el tema, sigue haciendo preguntas. Siempre puedes aprender más. Dos cosas suceden cuando preguntas a un experto o semiexperto.
a) Creas una relación con la persona porque ve que realmente te interesasen su tema.
b) Aprendes más.
3) Luce estúpida cada vez que puedas
No temas decir: “No sé.” La forma más rápida de impedir tu aprendizaje es pretender que tienes todas las respuestas, actuar como si supieras de qué habla una persona cuando no es así. Tener miedo a lucir estúpida sólo te hace estúpida.
Pienso que una de las ventajas que tenemos las mujeres hoy en día es que la mayoría no hemos sido educadas en el mundo del dinero, las finanzas y las inversiones. Así que no tememos decir: “No sé.” Ni siquiera se espera que sepamos. No tenemos miedo de hacer preguntas ni admitir que, aunque parezcamos súper mujeres, en realidad no tenemos todas las respuestas.
No permitas que la jerga y todas esas palabras intimidantes y confusas se conviertan en obstáculo para ti. Son sólo palabras. Y cada palabra tiene una definición que se puede encontrar en un diccionario. En lugar de abrumarte, emociónate cada vez que escuches un nuevo término, porque con cada palabra nueva te vuelves mucho más inteligente y mejor inversionista.
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mujer millonaria
Historical FictionElla es la espoza de Robert Toru Kiyosaki, se lo recomiendo si estan empezando a conseguir tu libertad financiera 🤧 y a ser mas seguro de tus habilidades