If we...

Capítulo 1

Diciembre 2018
-¡Por favor Alexa va a ser divertido!- sonrío ante el comentario de mi mejor amiga Camila, aunque ahora mismo estoy dudando si lo es porque para creer que yo considero divertido hacer de chaperón en una salida con su nuevo novio y los amigos de este, demuestra no conocerme en lo absoluto.

-¡ay Cami no estoy de humor! ¿Por qué no vas con Tamara? a ella si
le gusta todo eso.
-Ya hablé con ella y me dijo que sí. Además, yo quiero que tú vayas,
quiero presentarte de una vez y por todas a Carlos.

Cierto. Tengo que conocer al famoso Carlos del que habla todo el tiempo. Me acaba de dar un muy buen motivo para ir, necesito saber con qué clase de tarado se está viendo ahora. Mi Camila es increíblemente inteligente pero para elegir pareja es la peor, nada más sale con puros imbéciles, motivo por el cual no quiero salir con sus amigos porque deben ser todos cortados por la misma tijera, pero bueno, lo que uno hace por las amigas.

-vale, pero que conste que solo voy por ti- suspiro derrotada
-¡siiiiii!- me abraza eufórica
-un momento, no he terminado. Te advierto: nada de intentar
encontrarme pareja que te conozco bien.
-ok, lo juro- vuelve a abrazarme
-la vamos a pasar genial, vas a ver.

Ya en la noche me encuentro lista para que me recojan los tórtolos,
están 15min retrasados, 2 puntos menos para "Carlitos". En ese instante siento un auto estacionarse, al parecer son ellos.

-ya me voy papá- le digo a mi padre mientras cojo mi abrigo y salgo
sin esperar respuesta.

Una vez fuera, veo como el novio de mi amiga se baja del auto y me
saluda efusivamente:
-hola, tú debes ser Alexa

¿No me jodas? digo para mis adentros

-yo soy Carlos, encantado.

Genial. Se le nota contento de verme. Yo en cambio, no lo estoy así que le respondo un simple hola.

Entro al auto saludo a mis amigas y veo que Tamy ya está dentro,
debió ser por eso que se demoraron, la pobre vive en un lugar tan lejos que no sé cuántas guaguas necesita para llegar allí. ¡Diablos! ahora no puedo enfadarme por la tardanza.

-disculpa por la tardanza Alex, es que tuvimos que recoger a Tamy-
me dice Camila confirmando mis sospechas.
-ok, no te preocupes.

El viaje es bastante tranquilo, nada digno de contar pero si quieres
saber los detalles te diré que la mayor parte del tiempo me la pasé
hablando con Tamy y viendo a la parejita reir y darse besitos. La
verdad, se ven bien juntos y al parecer, él la hace feliz. En ese
momento decidí dejar de ponérselo duro al chico y darle una oportunidad.
Llegamos al famoso lugar cuyo nombre carece de importancia. Entramos y nos recibe el típico ambiente de club nocturno; las luces, la música ensordecedora, los cuerpos aglutinados en la pista, en fin lo usual.

Caminamos hacia el apartado donde se encuentran esperándonos un grupo de personas. La primera que veo es una muchacha más menos de mi edad, muy alegre cabe destacar, que va directamente hacia Carlos y lo saluda con un abrazo y un regaño por su retraso. Un segundo después veo a mi amiga ser secuestrada por unos brazos desconocidos.

-¡cuñi!- dice el extraño repleto de cariño
-encantado al fin de conocerte- continúa
-hola, tú debes ser Liam- supone Camila
-¿Cómo lo sabes?, ¿tan famoso soy?- pregunta mientras se gira
hacia Carlos
-¿Qué le has contado?, mira que te tengo dicho que nuestras noches
de amor desenfrenado no las puedes ir contando por ahí- se burla.

Río ante su comentario mientras él continúa esta vez mirándome a
los ojos: -bueno, ¿Qué le traigo de beber a mi cuñi y a estas
encantadoras señoritas?
-yo quiero un caipiroska- comienza Camila
-yo igual- se une Tamara
-¿y tú Alex?- pregunta Cami
-yo quiero sex on the beach.

Todos comienzan a reir.

-me refería al trago- me defiendo avergonzada
-tranquila, a todos nos gustaría... tomar ese trago- se burla el tal
Liam.
-entonces... 2 caipiroskas y para Alejandra un sex on the beach
-Alexa- le corrijo.

Se acerca un muchacho del grupo al cual le noto de inmediato su
interés por Tamara:
-hola a todos, ya que el maleducado de Carlos no piensa presentarnos me toca a mí sacar la cara- comienza a decir el joven cuando es interrumpido por la alegre muchacha de antes que sigue prendida del cuello de Carlos. Me pregunto si eso no estará molestando a Camila.

-lo siento Rodri es mi culpa, es que hace años no veía a mi primo.
Soy Marina, encantada.

¡Ah claro!, ahora todo tiene más sentido, y yo aquí montando una
película.

-bueno continúo, me llamo Rodrigo y este es Jan- dice señalando a un serio muchacho que está en el fondo, éste nos saluda levemente y
vuelve a lo suyo.
-Y este es Fernando- en esta ocasión señala a un chico que...
¡joder! ¡Qué ojos tan grandes! (total ironía contra sus ojos chinos)

Me trago la risa y veo a Rodrigo mirar con detenimiento a Tamy.

-supongo que yo seré quien haga las presentaciones de este bando.
-hum hum hum- me aclaro la garganta.
-primero que todo, está Camila, da un paso al frente querida para
que todos te conozcan.
Camila me obedece e incluso hace una pequeña reverencia.
-felizmente casada con el compañero Carlos aquí presente- continúo mientras Carlos saluda a su público.
-en segundo lugar, se encuentra Tamara, encantadora, divertida y
disponible, aunque no por mucho tiempo por las miradas que puedo apreciar del público- digo y miro de reojo a Rodrigo quien no le
pierde ni pies ni pisada.
-por último pero no menos importante, Alexa, quien les habla- hago una reverencia que casi causa un accidente con las bebidas que traía Liam en las manos.
-¡oops! lo siento
-no te preocupes Alexa.

No sé por qué mi nombre se oye raro saliendo de su boca. Lo miro
un momento y me sorprendo al descubrir que no está nada mal el muchacho. Tiene unos bonitos ojos, eso sí, con toda honestidad les digo que si tuviera 3 centímetros más fuera perfecto.

La noche pasa y con ella la sobriedad. No tengo muy claro el cuándo pero Tamy esta suuuuuper borracha, lo sé porque se encuentra bailando muy sensual con Rodrigo (quien parece
disfrutar de sus atenciones) lo cual no haría en circunstancias normales. Yo por otro lado estoy sentada en una esquina, sola, quiero destacar. Sin tener ni puta idea como integrarme al grupo. Esto de hacer nuevas amistades se me da fatal, nunca sé qué decir, hacer, como actuar; en fin, desastre. No veo la hora de irme. Estoy tan aburrida que no me importaría que un testigo jehová viniera a hablar conmigo de su religión.

2 horas después ya estoy de camino a mi casa. Yey!!!!
Me despido de todos y subo las escaleras de mi apartamento.
Nada más llegar me tiro en el sofá con las manos y pies abiertos,
expresando mi agotamiento.
-¡qué nochecita!- suspiro
Siento mi móvil vibrar y veo que tengo un mensaje no leído de
Camila.
-oye, ¿te cayó bien Carlos?.
-sí, no está mal, para variar- le respondo
-sabía que te gustaría. Te dejo que acabamos de llegar- se despide
-besos- contesto.