Crianza

Rota

Era un día despejado, perfecto para salir a jugar al parque junto con tus mejores amigos y Segis aparte querían sacar a pasear a Pablito, que estaba bastante interactivo ese día.

Conway no podría estar ese día por algunos problemas en la comisaría, lo cual era normal.

3:40 de la tarde

Habían terminado de comer, ese día el gallego les prometió salir al parque a jugar con la pelota que tenían guardada hace ya días e iban aprovechar ese día para pasarla en grande.

Salieron del edificio para ir rumbo a al garaje central, esa era la zona más divertida según Gustabo, ya que te enteras de muchas cosas, también ocurre de todo, siempre está hecho un lío el lugar y a él le gusta los líos, no iba a dejar pasar esa oportunidad para hacer locuras.

El pequeño cerdo estaba caminando bastante alegre junto con el grupo, por supuesto con una correa por sí se llega alejar demasiado e ir a por el, el recogido era largo pero para su mala suerte no habían muchos autos cerca para ir más rápido, cosa que extraño al adulto, normalmente hay de gran cantidad cerca.

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Llegaron al garaje central en un vehículo verdoso, lo encontraron a la mitad del recorrido, aprovecharon aquello.

Segismundo intentó estacionarse sin chocar con nada o con alguien, cosa que resultó imposible ya que acabó sacando una moto de su lugar junto con la dueña de esta, haciendo que la gente se acerque para ver, él gallego bajo rápido para disculparse cosa que no llegó hacer al ser tirado a otro lado por los niños, ya querían jugar a la pelota y un atropello no lo iba a evitar.

Se apartaron a una zona donde no habría tanta gente, allí comenzó el juego, quitándose entre ellos el balón mientras el adulto estaba con el pequeño cerdo que estaba sentado viendo el partido, en un momento a otro llegó otro pequeño acompañado de una señorita, este niño tenía una máscara de cráneo mal hecho, como dijo la madre del joven, hecho por el mismo, se sentó junto al adulto para empezar una conversación.

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Pasaron 1 hora y se escucho un grito bastante fuerte.

El gallego se acercó a los críos para notar como el pelirrojo se agarraba la pierna derecha mientras lloraba, el resto de niños estaban cerca, uno en especial, Emilio estaba pidiendo repetidamente perdón, más de un insulto hacia el mismo mientras se tapaba los ojos.

Gustabo se agarraba la cabeza, sin saber que hacer, mirando a su hermano en el piso chillando.

Y el invitado estaba ayudando al herido a ponerse un poco de pie gracias a la ayuda de su hombro.

Los dos adultos reaccionaron de manera inmediata, agarrando al menor con bastante cuidado de no moverlo tanto, lo llevaron al hospital que estaba bastante cerca. Había varios enfermeros en la sala, ayudando a los heridos leves.

El de cresta fue atendido velozmente, siendo llevado a una de la sala junto con el gallego que estaba bastante preocupado. Afuera de esta estaban el de gafas con el mexicano y el de máscara de esqueleto, Gustabo estaba insultando al de coleta que tan solo se quedaba callado, se sentía mal por haber golpeado accidentalmente a su amigo, no pudo evitarlo a tiempo.

-Si que la has liado pero sólo es una fractura creo, tranquilizaos.

Hablo el chico de la máscara que alejaba al de gafas del ya preocupado Emilio.

[...]

¿Cuanto tiempo llevaban allí?
Más de una 1 hora, para ser exactos 3 horas, ya podían hablar con el herido y como dijo el menor anteriormente solo era una fractura.

Estaban hablando con el pelirrojo, calmando más la situación anterior, el de coleta fue perdonado por el herido que sonreía, pues le habían dado una paleta, fue su nuevo amigo que nombró "Dr. Muerte", este no se quejo con el apodo.

Segis miraba desde un asiento como los niños hablaban entre ellos, sentía que algo olvidaba, su celular empezó a sonar, notando que era un mensaje de su pareja, aún que esa palabra aún le causaba un revoltijo en el estómago por la emoción.

"¿Dónde estais? No hay nadie en el piso"

Al terminar de leer eso, había recordado el detalle de avisarle sobre la salida, suspiró y lo marcó.

-¿Dónde coño se han metido?

Se escucho al otro lado de la línea.

-En el hospital, se ha liado un poco, nada grave

Tras dicho esto no escucho nada más excepto un suspiro y que este colgara.

-Qué me ha cortado el gran gilipollas..

Susurro para sí mismo, guardo su celular y se acercó a los críos que estaban dibujando o escribiendo cosas en el yeso que estaba en la pierna de su amigo, este estaba mirando lo que anotaban, algunos chistes escritos les causó gracia.

Las puertas de la habitación fueron abiertas, había entrado una enfermera.

-¿Usted es el tutor del joven, verdad?ㅡ

-Asi es, Segismundo García

La enfermedad empezó anotar.

-El tutor junto a Jack Conway, correcto?

Los colores se le subieron a la cara, tal vez no tuvo que haber dicho que era el tutor.

-Si que lo es, si es nuestra mamá cabra Segis

Respondió con una sonrisa burlona el de gafas, riendo.

-Bien eso sería todo, lo pueden llevar en sillas de ruedas y se le pasarán unas muletas, venga, que tengan una buena tarde.

Se largo del lugar dando a paso a unas sonoras carcajadas por parte del rubio teñido, pues la expresión rojiza del gallego era impresionante.

Tuvo que mover la cabeza para bajar esos colores y ayudar a Horacio para que suba a la silla de ruedas, lo iba a llevar pero el nuevo amigo lo agarro primero, no se quejo ante aquello, viendo como se lo llevaba a una velocidad un poco acelerada.
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Estaban saliendo del hospital, el cielo ya se había vuelto nocturno, afuera del sitio había un auto que claramente lo reconocían.

-Deberían dejar de jugar tan brusco super nenazas.

Habló la voz del dueño del vehículo, que estaba apoyado en este, con la mirada fija en el grupo.