04:00
Recuerdo escuchar un disparo a escasos segundos de haber abierto mis ojos. Retumbó en mis oídos, dejando después un vaivén incesante, como sonido blanco, opacando cada una de mis neuronas en un micro-segundo, solo desaparecí.
Luego el cielo estaba repleto de nubes blanquecinas, casi transparentes, combinándose armoniosamente unas con otras. Pintadas perfecta y estéticamente, brindando a su vez un aspecto lúgubre y téticro, tal vez a causa del color azul oscuro a falta de luz en el post-amanecer.
Se veía frío, aunque también tan majestuoso e hipnotizante. Llegaba al punto del no poder quitar la vista de la preciosidad con la que se mostraba, a pesar de sentir al mismo tiempo una inquietud agobiante, una que te aprieta el pecho, te seca la boca y te deja temblando. Como si de un advertencia se tratase.
El perfecto paisaje junto al calmo sonido proveniente de algunas aves que cantan diariamente al alba. Una calma situación que daba miedo de lo correcta que parecía, pero seguidamente quebrantada por los insistentes ladridos de los perros justo al otro lado de mi ventana, algo que extrañamente me bañó de algo de paz.
Cuando por fin decidí hacer caso a mi instinto, el que predecía pasaría algo malo pronto, tomé de nuevo mi endredón y me acurruqué junto a mi almohada. Mientras mis párpados se hacían cada vez más pesados, eventualmente quedándome dormido entre el calor que yo y mis mantas propinaban, esperando que todo solo fuera paranoia mía.
-J.
:(