El seguro no estaba puesto, Sherlock miraba fijamente a Jim, aunque si iba a ser la última vez que estuviera vivo, definitivamente no quería llevarse el recuerdo de la maldita sonrisa de Moriarty a la tumba. Johanne estaba demasiado en shock como para no pensar en ella o su dolor, solo era consciente de que Holmes perdería la vida también, ¿Cómo había permitido aquello? el ángel no podía morir, ahora lamentaba su estúpida decisión; porque al fin y al cabo ella era quien al final había decidido el destino de ambos. El dedo del detective consultor estuvo a punto de disparar, cuando el sonido de un ringtone los sacó de su tensión. Jim pareció muy molesto, poniendo los ojos en blanco y Sherlock miró a todos lados sin dejar de apuntar, intentando descubrir de dónde provenía aquella música, retumbando en eco por doquier. Se vieron envueltos en los acordes de ¨Staying alive¨, mítica canción de los Bee Gees. Sherlock se percató de la pesadez en el movimiento de su contrincante y arrugó las facciones, confundido.
— ¿Te importa si contesto? —pidió Jim, luego de un suspiro.
— ¡Oh, no! Por favor —Sherlock fingió interés en ese juego de cortesía—; tienes el resto de tu vida.El apuesto consultor criminal sacó su móvil del bolsillo en el pantalón y contestó, parando la música al instante.
— ¿Hola?... Sí, claro que soy yo ¿Qué quieres?
Lucía realmente fastidiado, formó un ¨lo siento¨ con su boca sin emitir ningún sonido y miró a Sherlock mientras continuaba al teléfono y empezaba a dar una vuelta. El otro le contestó como si se tratara de una charla entre viejos amigos con un ¨no importa¨, sin dejar de apuntar. Moriarty estaba a media vuelta apenas, escuchando lo que su emisor comentaba, cuando de pronto se movió con rapidez.
— ¡DILO OTRA VEZ! —su voz rugió como el trueno, multiplicándose el estruendo que causó por el eco dentro del lugar semi-vacio. Tanto, que hizo estremecer a los otros dos. Repitió entonces, con tono medio—. Dilo otra vez y que sepas que si me estas mintiendo, voy a encontrarte y a desollarte con vida... —dijo lo ultimo pausadamente, como si intentara hablar con un retrasado.
Tanto Sherlock como Johanne se miraron un par de segundos, la rubia sudaba por los nervios. De verdad le enfermaba ese hombre. Ya no quería seguir teniéndolo cerca, ni siquiera mirarlo.
—Espera... —alejó el móvil de su oreja y habló vagamente al detective sin mirarle, se acercó varios pasos a ellos y Sherlock le observó dando a entender que si se aproximaba aunque sea otro paso más, dispararía—. Lo siento... mal día para morir.
— ¡Oh! ¿te han hecho una oferta mejor?El consultor criminal observó su teléfono, luego a Sherlock con una mueca.
—Tendrán noticias de mí. No me extrañes, regresare a jugar contigo Sherlock —volvió a mirar entonces a Johanne—. Y tú... no cantes victoria, queridita. Nos volveremos a encontrar pronto... Porque seré yo quien acabe con tu vida.
Un escalofrió recorrió el cuerpo de Watson, sintiendo su voz tan fría como un tempano de hielo. Tragó saliva. Moriarty caminó con tanta seguridad y calma hacía la puerta por la que había entrado al principio, volviendo su atención a la persona en la llamada.
—Entonces, si tienes lo que dices tener, te haré rico. Y si no... te convertiré en zapatos.
Justo antes de cruzar la entrada y desaparecer, alzó el brazo chasqueando los dedos y de inmediato, dejaron de apuntarles a Holmes y Watson. El rizado miró en todas direcciones, sin dejar de apuntar con su arma hacía el lugar donde había emergido el consultor criminal; pareció relajarse bastante y bajando el arma soltó suficiente aire.
— ¿Qué ha pasado? —preguntó Johanne apenas pudiendo respirar, demasiado agitada. Con los ojos cristalinos miró a Holmes.
—Parece que alguien ha cambiado de opinión. La pregunta es... ¿Quién?
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SHERLOCK ed II
FanfictionAnteriormente... Samuel es Sebastian Moran, y no es un doctor sino un mercenario... Sherlock y Johanne han llegado a la piscina donde murió el pequeño Carl... Moriarty no es más que Jim de T.I en el Bart's... Un pasado sacado del infierno... Explosi...