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*Narra Samantha*

Abro la puerta con todas mis fuerzas.

No me lo puedo creer. Es un puto mentiroso.

-Sam tía, ¿Qué ha pasado?- dice Eva al llegar a mi lado cuando me siento en un banco.

-Que soy idiota.

-Eso no lo digas- me responde Nia.

-Cuéntanos, ¿qué ha pasado ahí dentro?- me dice Anaju, acariciándome la pierna.

-Joder... que estábamos en el baño, ha salido y entrado en el de chicos... Y yo le estaba esperando, no... No debí abrir esa puerta- digo a punto de echarme a llorar.

-Joder Sam...- me abraza Eva.

-Abrí la puerta del baño, porque estaba tardando bastante, y...- suspiro, y cierro los ojos.- Se estaba liando con Ada.

-¿Ada?

-¿Cómo? ¿Qué coño hace esa aquí?- empiezan a preguntar todas.

-Yo que sé- alzo los hombros.- Pero le ví besándose con ella...

-Joder...

-¡Qué cabron!

-Tan bueno que parecía, y mira- digo sacándome un par de lágrimas que me caían.

-Sam, no es tu culpa.

-¿Ves? Esto me pasa por intentar algo con alguien. No debí hacer todo esto.

-No te arrepientas, son unos días que has pasado bien, y ahora, pues mira, ha pasado lo que ha pasado, pero ya esta.

-Nos vamos a ir de aquí a unas horas, y ya no va a importar- añade Nia.

Pero a mi sí me importa, sí me importa porque me había pillado, me gusta Flavio, y lo ha mandado todo a la mierda.

-Quiero irme a casa- digo levantádome.

-Ya la llevo yo- se ofrece Anaju.- Me quedo con ella.

-No, no, nos vamos todas. No pienso entrar otra vez allí para tomarme algo en mi vida- dice Nia enfadada.

-¡Samantha!- oigo a lo lejos, pero ni me digno a girarme, sé que es él.- Samantha, por favor.

Viene corriendo, y yo me giro para no tener que verle, no puedo hacerlo.

-Lo has malinterpretado, se me ha lanzado ella, ha aparecido de la nada y...

-No quiero excusas Flavio, si no querías, no lo hubieras hecho. ¡No lo hubieras permitido!

-Yo...- no le salen las palabras, pero me da igual lo que le pase de ahora en adelante.

-Ya me da igual Flavio, vete dentro con Ada, que te lo vas a pasar mejor.

-No quiero ir con Ada, te quiero a tí...- dice con la voz rota.

-No es así, ya me lo has demostrado. No hace falta nada más- digo secándome las lágrimas.

-Samantha... ¿En serio no me crees? ¿Después de todo lo que te he contado? Te he confiado muchas cosas que no he dicho a nadie, ¿y aun así no me crees?

-Te creía, ahora ya no- mis amigas están unos pasos atrás, dejándonos un tiempo para acabar de hablarlo, aunque no hace falta hablar nada más.

-Da igual Flavio, mañana me voy, ¿qué importa esto ya? Quédate con Ada que seguro que quiere estar aquí contigo.

-Samantha... Te quiero- dice cuando empieza a llorar.

Yo no digo nada más, me giro, y me voy directa a apoyar la cabeza en el hombro de Nia, quien me abraza por la espalda.

-Chicas...- dice Eva.

-Vete a despedir de Hugo, tranquila- le sonrío.- De verdad que no pasa nada.

-Gracias cariño- me dice dándome un beso en la mejilla.- Os cojo vuestras cosas también- comenta tras empezar a correr hasta la puerta del pub.

Ya no hay marcha atrás, ni siquiera quiero despedirme de los otros ahora, tan solo quiero irme a casa a dormir, o al menos intentarlo.

Esa noche no duermo a penas, y unas seis horas después de que llegásemos a casa, nos suena el despertador, indicándonos que ya es la hora, que tenemos que irnos.

Doy gracias a quien se le ocurrió hacer las maletas ayer, porque la verdad que ahora yo no podría hacerla...

Salimos de la casa unos minutos después de almorzar, y ahí estan Hugo y Javi.

Yo agacho la cabeza, para después mirar disimuladamente.

No está Flavio...

Ni siquiera ha tenido el valor de venir a decirnos adiós...

-Nos ha gustado mucho conoceros- dice Hugo mientras hacemos un abrazo conjunto antes de subir al coche que habíamos alquilado.

-Siempre tendréis un sitio aquí en los Pirineos para volver- dice Javi abrazándome.- Y lo siento mucho pequeña- dice acariciándome el hombro.

-No te preocupes- le sonrío como puedo.

Cuando llegan los propietarios, hacen un repaso de la casa, y tras acabar de pagar la factura, y un último abrazo de todos, nos subimos al coche, con una última esperanza de que llegue Flavio para al menos, verle una vez más.

Aunque ahora mismo lo odie, sé que quizá no lo voy a ver jamás... Pero es demasiado cobarde para aparecer...

-Da igual Anaju, vámonos- le digo apoyando mi cabeza en el asiento, sin esperanza de que venga.

Saludamos por última vez, esta sí, desde el coche, y nos dirigimos a hacer el viaje de dos horas hacia Barcelona, donde cogeremos el tren para irnos a Valencia y acabar de una vez por todas con estas vacaciones.

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Quedan tan solo dos capítulos!! Quizás el epílogo sea un poco más corto ya que los capitulos están escritos para que se lean en Instagram, por lo que hay más y más cortos. Cuando subo aquí, uno algunos para que no sean tan cortos por aquí. 

(en Instagram @ flamanthanovela, que ya he empezado una nueva novela, id a mi instagram para leerla!)

Así que tan solo quedan dos! El final y el epílogo, espero que os guste <3


Un Golpe de SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora