(T/N) Shiba es hija de una reconocida familia de asesinos, y por ello tuvo que alejarse del que alguna vez fue el amor de su vida. Ahora, después algún tiempo del incidente, ya podrá volver a verlo.
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de...
El día parecía ser como cualquier otro, el hecho de estar en cuarentena hacia que la chica olvidara incluso en que día vivía, tan solo importándole que su novio estaba en cuarentena con ella.
Sabía que iba a enloquecer si pasaba por esto sola
Su rutina diaria era la misma: se levantaba, tomaba una ducha, junto con su novio, cocinaban juntos, se llevaban la comida al cuarto, jugaban un rato con cualquiera de las consolas que tenía la chica, o se ponían a ver películas en disco o en algún servicio de streaming; algunas otras veces decidían competir con lo que recordaba les había enseñado su pulpo profesor. Lo que nunca cambiaba, era la noche, en cuanto llegaba, la pareja se ponía su pijama, se acostaban en la cómoda cama de la chica, mientras su hija virtual ponía música, ambos cantaban, sincronizándose de forma perfecta, como si lo hubieran hecho durante toda su vida, para finalmente caer dormidos.
Pero el día de hoy, su novio tenía que hacer algo diferente
Mientras la chica aún dormía, el pelirrojo preparaba el desayuno, el favorito de su novia, mientras pedía que le llevaran a su casa los ingredientes que le faltaban para el pastel de su amada. Al terminar, colocó todo en una bandeja, y fue hacia el cuarto de la chica, abriendo la puerta con la pierna, dejo la bandeja en un mueble cercano a la cama y se dispuso a despertar a la cumpleañera.
- Cielo, amor, cariño, querida, princesa, (t/n)-chan, es hora de despertar - entre cada palabra, Karma le había dado un beso a su novia en su cara. - Hmmm, ¿qué hora es? - - ¿Acaso importa? Nos pasamos todo el día aquí metidos, pero no te preocupes, son las diez - el pelirrojo le dio ahora un beso en la boca a la chica, cortándolo solo para que pudieran respirar - Ahora, di ahhh - con la cuchara en la mano, tu novio quería alimentarte, cumpliste su capricho, dejando que te alimente mientras él también come, hasta que terminan.
A pesar de eso, no me había dado cuenta de lo que planeaba, solo vi este gesto como un intento de romper nuestra rutina
Al terminar nos bañamos juntos, tardando más que de costumbre, deje que él escogiera mi outfit, dandome un vestido casual bastante lindo de color azul en la parte de la falda, de color blanco en la parte superior, completandolo con un par de zapatos bajos de color blanco.
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Me vestí sin preocuparme mucho, al terminar de vestirnos se sentó en mi cama, abriendo sus brazos para que me acomodara en su regazo, y ya acomodados, Hikari prendió la pantalla de mi tele, donde pude ver a todos mis compañeros de la Clase E, cada uno en su propia pantalla.
- ¡Feliz cumpleaños (T/N)-chan! - dijeron todos al unísono. - Feliz cumpleaños mi cielo - Karma sonreía, mientras las lágrimas surcaban mi cara, no me esperaba nada de esto.
Por primera vez, lograron tomarme por sorpresa, y al darse cuenta de ello, celebraron aun más
Cada uno de mis compañeros me ponía un poco al corriente de lo que habían pasado durante la cuarentena, mientras yo me sentía tan feliz, sabían que me preocupaba bastante por su bienestar, y esto me demostraba que de verdad me dieron un espacio entre ellos, era el mejor regalo que me podían dar, aunque claro eso no evito que me mandaran sus regalos a través del dron de Hikari.
