➳El texto escrito entre "(Texto de ejemplo)" son los pensamientos de la protagonista en ese momento vivido.
➳El texto escrito "texto de ejemplo" son los sueños de la protagonista.
----------------------------------------------------------¿Él?-. Repetí confundida. El pelirrojo se sentó en mi cama y yo copié su acción. Un largo suspiro salió de su boca al mirarme. -¿M-Matt?-.
-Cuando tus ojos lo miran puedo ver un adorable brillo y tus labios se curvan cuando él habla-. Negó con la cabeza y soltó una carcajada. -Veo que él te gusta mucho-. Se levantó de la cama y puso su mano encima de mi cabeza. -Gracias por el espejo-. Sonrió y aparto su mano. -Que descanses-. Me quedé viendo como se marchaba estaba confundida. Acaso ¿ya había encontrado a alguien que cuide de la flor?.
(...)
Desperté en mitad de la noche por la sequedad que había en mi boca. Baje las escaleras con cuidado para no despertar a nadie y fui a la cocina. Al agarrar un vaso y abrir la canilla de agua fría pude notar como una sombra me tapaba la luz, me di vuelta para ver quién era.
-Tord, no sabía que estabas en la cocina-. Dije al tomar un sorbo de agua y dejar el vaso en la mesada.
-Despues de todo yo soy el que iba a cuidarle los culos mientras duermen-. Noté que sus ojos estaban rojos. (Esta muy cansado. Hasta con ojeras se ve hermoso)
-No puedo dormir bien. ¿Puedo acompañarte?-.
-Por mi bien, la verdad que me estaba aburriendo solo-. Ambos nos sentamos en el piso y apoyamos nuestras espaldas en la helada pared. Ninguno de los dos habló por un buen rato. -sabes a veces tengo celos de aquellos tres... siempre andan riéndose y haciendo bromas, yo nunca pude disfrutar como ellos-. Cruzamos miradas pero sentía que sus ojos estaba perdidos aunque claramente apuntaban a mi cara. -Es bueno que los allas encontrando-. Una sonrisa disimulada se formó en su rostro.
-Lo mismo pienso, esos tres son lo mejor después de todo-. Noté de reojos como Tord bostezaba. -¿Sueño?-. Dije irónicamente.
-Ya estás igual al inútil de Tom-. Rió. Apoyo su cabeza en mi hombro haciendo que me quede paralizada de la vergüenza, sus ojos se cerraron lentamente y luego de un rato, él se durmió. Su cara estaba cerca y podía observar lo perfecta que era su piel, sus labios, sus ojos... en verdad me estaba volviendo loca. Me quedé un buen rato mirándolo y pensando en todo lo que estaba pasando, mi hermano, la armada... Tord.
Al mirar el arma larga que posaba junto al de buzo rojo a mi mente iban recuerdos de aquella vez cuando me enseñaron esos "juegos", el enojo se acumulaba en mí cada vez más.
Era difícil controlar los pensamientos de mi hermano cuando me trató de "amenzar" para que no me vaya, él fue un idiota toda la vida y siempre estuve cegada, después de todo, no compartimos sangre y eso me alegraba de algún modo.
Decidí levantarme con delicadeza para no despertarlo, al hacerlo apoye su cabeza suavemente sobre mi abrigo, el cual, me lo había sacado para que no tocara el suelo congelado. Fui hasta las escaleras, las subí y me dirigí la habitación a buscar una manta. Cuando entre a la habitación arriba de cama había una manta verde oscura la cual saqué y la envolví en mis brazos, fui nuevamente a la planta baja y tapé al "Líder Rojo". Cuando duerme puedo confirmar que parece un gatito inocente y indefenso.
Agarre el arma del suelo y me senté en la silla de la cocina esperando que amaneciera para poder partir y finalmente descansar.La luz empezó a acariciar las hojas cubiertas de humedad de los árboles, en sus ramas los pájaros cantando se escuchaban cada vez más fuerte los cuales indicaban que el sol estaba saliendo a saludar nuevamente.
Levanté mi cansado cuerpo de la silla con arma en mano y caminé hasta el cuerpo dormido que estaba en la misma habitación.
Me agaché y removí con suavidad los cabellos que tapaban su rostro, mi cara se ruborizó al verlo y mi corazón latía con rapidez. (Hasta cuando duerme es lindo)-Tord... ya es la mañana-. Hablé con un tono delicado para no alterarlo.
-Um... un ratito más-. Murmuró y agarró mi mano. Mi cara estaba ardiendo como para cocinar algo.
-T-tord-. Dije al apartar la mano avergonzada. Él abrió los ojos y luego de un rato reaccionó.
-¿Me quede dormido?-. Se levantó y estiró su espalda. -Que idiota, ni siquiera puedo quedarme despierto haciendo guardia-. Me levanté y le di el arma. -¿ Que hacías con mi ak?-. Preguntó confundido. Miró el suelo. -¿T-tú..?-.
-Perdon si no dejé que lo hicieras, pero, parecías cansado-. Puse una mano en su hombro. -No tienes que exigirle tanto a tu cuerpo. Tome tú arma y vigile la casa-. Un abrazó me tomó de sorpresa (¿me abrazo?).
-Gracias por taparme-. Susurró en mi oído y se separó de mí. -Hay que despertar a los demás-.
Despertamos a los chicos y guardamos algunas cosas en el coche, ya estábamos listos para retomar nuestra ruta hacía casa. El estar despierta casi toda la noche me había cansado demasiado, decidí cerrar los ojos para poder dormir.
-___,despierta-. Alguien me pegó en la cara. Abrí mis ojos confundida. Me encontraba en un bosque apoyada en un árbol. -Gracias a Dios que estás despierta-.
-¿¿¡Michael?!-. Grité al abrazarlo. -espera... esto, ¿estamos en un sueño?-. Pregunté con miedo.
-Supongo-. Sonrió. -Tenemos que ir al palacio-. Dijo al darme su mano para levantarme.
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Jugando Con Tu Cerebro • Tord Y Tú.
Fiksi PenggemarUna chica común y corriente es citada en la armada por su hermanastro, ella se entera de algo horrible y escapa con sus compañeros, al escapar sus sueños extraños se hacen más recurrentes y gracias a estos la protagonista puede salvar a la humanidad...