XVII

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➳El texto escrito "texto de ejemplo" son los sueños de la protagonista.
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-¡Bella durmiente, despierta!-. Un grito hizo que abriera los ojos de golpe.

-¡Tom!, no hacía falta eso-. Dijo con el ceño fruncido el de buzo verde.

-¿Estas bien?, te quedaste un buen rato durmiendo.- Preguntó preocupado Matt.

-Si-. Dije en seco mientras buscaba con la mirada a los demás, pero solo estábamos nosotros en el vehículo. -¿Y los demás?-.

-Estan consiguendo comida de la tienda-. Respondió Tom al mirarme sin ganas. Abrí la puerta del auto y salí de él.  -¿A donde vas?-.

-Necesito hablar con Tord-. En mi mente solo aparecían pequeños recuerdos de ese sueño extraño, tenía que preguntarle que había pasado con su madre.

-Toma-. Me entrego su arma. -No seas inútil y ten precaución-. Agregó Tom. Me dirigí al mercado el cual estaría el trío y efectivamente estaban ahí.

-Hola, ___-. Saludo Tord, al ver mi cara de preocupación dejo el bolso con comida en el suelo y se acercó a mí. -¿Que te paso?-.

-¿Puedes contarme de tu vida cuando eras más joven?-. Pregunté seria. Se quedó varios segundos en silencio, seguro estaba pensando si contármelo.

-Supongo que soy hijo único, mi padre siempre fue líder de la armada roja por mi abuelo. A mis 15 años mi madre murió de un ataque al corazón-. Mis ojos miraban el suelo fijamente no podía creer que había soñado eso. -¿___?-. Sus manos posaron en mis hombros. Mi mirada estaba fija en un punto de la sala y mi mente estaba como loca. Decidí ir a un lugar apartado para pensar, necesitaba unir las piezas. ¿Por dónde empezar?, me decía a mí misma siempre. Yo, una chica que de la nada reclutaron para matar gente inocente... un sueño extraño donde vi al Dios de la Muerte. No sabía que hacer en esa situación, tenía que contarle a alguien de confianza, pero... ¿a quién?, ¿alguien me tomará de verdad?, no creo que sea algo que se entienda...

Las horas pasaron y seguimos viajando, estuve en silencio y solo respondía si me hacían una pregunta. Mi cerebro iba a explotar de tanta información, no sabía que hacer.
Desearía poder ver al Dios Muerte de nuevo, para ayudarlo necesito información.

-Voy a parar por el siguiente pueblo, necesitamos recolectar alimentos o medicamentos-. Mencionó Tord.

-__ ,¿Qué te pasa?-. Preguntó Paul al golpearme suavemente con el codo.

-Nada, estoy un poco cansada-. Respondí sin mirarlo.

-¿Te vino?-. Me miró desafiante.

-Paul, déjala-. Ordenó Tord. Mire por la ventanilla avergonzada, no me acostumbraba a eso. Los árboles pasaban con rapidez como mis pensamientos, extraño jugar entre ellos y extraño mi inocencia, mi vida sin preocupaciones... Todavía sentía ese horrible y asqueroso dolor en el pecho cuando pensaba en mi hermanastro, el ser sucio que me engañó y me uso.

-Dividamos en grupos-.

-Mi querido, Paul-. Dijo Patrick al pasar su brazo por arriba del hombro del de pronunciadas cejas. Edd, Tom y Matt fueron juntos ya que Matt tenía miedo. Yo y Tord tuvimos que ser un equipo.

-¿Realmente estas bien?-. Menciono al abrir la puerta de la casa. -Puedes contarme lo que sea-.

-No se si hacerlo, Tord-. Miré con atención la casa, era más grande que la anterior y bastante linda. Estaba prestándole atención a los cuadros de las pared, se veía una linda familia sonriendo. Algo que toco mi brazo me hizo sobre saltar.

-Me preocupas... más de lo que te imaginas-. Soltó mi brazo y agarró mi mano. -Prometo que cuando termine esto tendremos una cita-. Dejo ver sus dientes al darme una gran sonrisa, sus ojos brillaban como el mismo sol.

-Espero que sea una promesa real-. Sonreí. Buscamos medicamentos por la casa y solo encontramos para el dolor de cabeza junto a vendas. -Tord...-. Llame la atención de este. -¿Tú padre se llevaba bien con tu madre?-. Mi pregunta lo dejo helado y solo siguió buscando un poco más. Al terminar él me miró.

-Peleaban a menudo... siempre podía escuchar sus gritos y cosas estrellándose contra el piso o pared-. Se acercó a mí. -¿A que viene esa pregunta?-.

-Si dijera que se lo que le pasó... ¿Me creerías?-. Los nervios empezaron a consumirme.

-¿A que te refieres?-. Levanto un ceja.

-Ella no murió de un problema al corazón... la mataron... fue tu padre-. Mi mirada decepcionada apunto hacia el suelo.

-Se hace tarde, volvamos al auto-. Se dirigió hacia la puerta y yo fui atrás de él, con vergüenza tire de su manga.

-No me crees, ¿no?-. Negó. -¿¡Piensas que estoy diciendo estupideces?!-. Pregunté desesperada por una respuesta.
Agarro mi cara con sus manos y se acercó a mí. Podía sentir su respiración y eso hacia que mi calor aumentara.  Sus labios estaban muy cerca de los míos. Sin darme cuenta algo hizo que me impulsara hacia él y nuestros labios se juntaron. Pude sentir mi corazón latir muy rápido en ese momento. Al separarme, él sonrió y no pude evitar hacer lo mismo.

-No quiero dudar de tus intuiciones... pero, quiero que él me lo diga-. Me envolvió entre sus brazos, su olor a Canela y vainilla invadió mi nariz, era reconfortante.
Volvimos con los demás, algunos habían conseguido algo más que pastillas para la cabeza. Nuestra próxima parada sería finalmente mi casa.

Jugando Con Tu Cerebro • Tord Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora