El libro Yaoi

Capitulo 1

El viento pegaba en mi cabello y algunos mechones sobre mi cara me impedían la vista.
Quería ser como el viento. Viajar libremente y ser así de cálido como la brisa.
El sol se ocultaba y ese pequeño calor se fue.
Mire atrás de mi y logre ver a mi madre quien me miraba con una cálida sonrisa, la cual le respondí.
Me dije a mi mismo "no es verdad, ella esta muerta" suspire y cerré lo ojos, al abrirlos ella ya no estaba hay.
Hice una pequeña mueca y me fui directo a casa.
Me puse mis botas antes de entrar.
Vivíamos a la orilla de el lago, así que el piso de abajo siempre estaba lleno de agua cuando crecía la corriente.
Entre a la casa y el agua me llegaba hasta las rodillas.
Subí por la escalera que colgaba en la pared hasta la parte de arriba.
-¿ya paso?- me pregunto mi padre asustado.
El siempre se preocupa por mi acerca de lo que tenía.
Habían veces en las que repentinamente sentía un cosquilleo en el cuerpo y me crecía cola, orejas, garras y colmillos mi cabello se hacia de un tono naranja y me salían rallas negras en el borde de las mejillas. Era mitad tigre.
-no... tal vez suceda en la noche- le respondí en el mismo tono tranquilo de siempre-¿crees que... podría salir a el pueblo?- ya tenía casi doce años que no veía a nadie mas que a mi padre.
Mi padre se acercó a mi y me revolvió el cabello
-sabes que es peligroso. podrías convertirte y me da miedo que te hagan algo, Tobi.
Le regrese una sonrisa forzada.
Sabia que vivíamos lejos de las personas por mi culpa.
Cuando tenía cuatro años, una noche comenze a sentirme extraño y descubrí que podía convertirme en un pequeño tigre, conforme fui creciendo cada vez que me convertía me hacia mitad tigre y mitad humano.
Mi padre antes era entrenador basquetbol en ligas mayores, pero al enterarse de lo que me pasaba, dejo su trabajo y ambos nos fuimos a vivir a este solitario bosque.
Mi padre ahora era pescador.

Moví la cabeza de lado y sentí el cosquilleo en el cuerpo.
-ya- murmure, mi padre se giró y me miro con ternura. segundos después ya era mitad tigre.
Suspire, me senté en el suelo y me puse a jugar con mis orejas. se sentía bien si las tallaba, era relajante.
-mañana vendrán visitas- dijo sonriendo ampliamente mientras revolvía lo que parecía ser pescado en una vieja sartén.
Me incorporé rápidamente y sonreí igual
-¿¡enserio?!- le dije emocionado
-si- me respondió feliz- son unos ex alumnos de basquetbol que tenía. así que se quedaran una tiempo por aquí.
Eso era genial. Por fin alguien que me entendería... por fin compañía de otra persona. Esta muy feliz.
No dejaba de mover la cola como perro alegre.
Corrí hasta mi cama y me acurruque en las cobijas. Cerré los ojos fuertemente para dormir con la esperanza de que amaneciera rápido.

Ya habían llegado. Estaban en el patio hablando con mi padre y yo los miraba por la ventana de arriba.
Eran tres chicos.
El mas pequeño era rubio y tenía facciones algo femeninas pero era lindo. El segundo era un castaño pálido de piel que se le veía ser buena persona, de esas que sueltan un aura de tranquilidad y alegría. El mayor de estatura tenía el cabello negro intenso, su piel no era tan pálida como la de los demás, era más bien una piel que reflejaba calor, tenía unos ojos azul cristal y no se veía mi feliz que digamos.
Escondí la mitad de mi cara para solo poder sobresalir mis ojos de ella.
Mi padre me miro y me hizo una señal para que bajara.

Al bajar hasta donde estaban todos me resintieron con una gran sonrisa.
-Wow que lindo eres- dijo el rubio, lo dijo mas como si hubiese pensado en voz alta. Reí un poco y los salude a todos
-El es mi hijo Tobi, tiene 16, espero se lleven bien- dijo mi padre
-soy ian y ellos son mis hermanos Runy- dijo señalando a el mas pequeño- y Luka. Es un placer- el chico antipático de hace rato pareció haberse ido, lo cual pareció sorprender a sus hermanos.
Nos quedamos un rato en silencio. La niebla comenzó a salir y llenar de obscuridad el lugar. El viento también aumentó pero eso no impidió que me sintiera extraño. Sentíaque en poco tiempo me transformaría.
No quería que ellos me vieran así, se asustarían.
Cubrí mi boca tratando de ahogar un grito. Ciertamente cada vez que sucedía sentía un ligero dolor en el cuerpo.
Ian se dio cuenta y se acercó a mi
-¿estas bien?- dijo tocando mi frente en busca de señales de fiebre. Aleje su mano tratando de no ser tan brusco y me aleje corriendo.
Mi piel se puso de gallina y sentía como las orejas salían provocándome migraña.
Ma adentre a lo mas profundo de el bosque y me subí rápido a un árbol.
Luego de casi media hora hay arriba, comenze a escuchar la voz de todos ellos y las luz de linternas se veía desde lejos, cada vez se acercaban mas.
Solo quería que esto acabara rápido para que no pudieran verme así.
Sentí mucho dolor en el trasero y me fije que aún tenía puestos los pantalones. me estaban apretando mucho y me dolía la cola de tigre. pensé "genial, ahora me encontraran como mitad tigre y semi desnudo".
Me quite el pantalón y por suerte mi camiseta era algo larga como para cubrirme un poco.
Escuche la voz de Ian y Luka que estaban justo debajo de mi.
Sentí un escalofrío y fue detenido por un crujido extraño. La rama se estaba rompiendo y me hizo soltar un grito
-¡Tobi! Se romperá, tienes que saltar- grito Ian- te atrapare tranquilo
-n--no- le respondí. Si saltaba el me vería como tigre y eso los asustaría. trate de buscar una buena excusa
-no tengo ropa- le dije avergonzado
-mucho mejor- escuche que murmuraban los dos. Eso me hizo sentir incomodo.
La rama crujía mas y mas en señal de caer. Me arme de valor y salte con todas mis fuerzas hasta los brazos de Ian.
Ambos me miraron sorprendidos, pero Ian se mostraba un tanto desepsionado y molesto.
Me soltó sin decir nada y se alejó de hay.
-también eres una maldita bestia- dijo molesto
-¿eh?
-somos como tu Tobi- me respondió Luka en tono dulce
-Si, somos igual que tu, no necesito conocer más bestias, te pido que te alejes lo mas posible de mi- no lo entiendo ¿porque se volvió tan malo de repente? Crei que... le gustaba aunque sea un poco...