LAS FACETAS DE LA INTELIGÉNCIA EMOCIONAL

2.2K 48 14
                                    

Cuando las personas nos encontramos en tensión emocional no podemos recordar, poner atención, aprender ni tomar decisiones con claridad. Imaginemos, entonces, los beneficiosos efectos del dominio de las habilidades emocionales fundamentales (capacidad de sintonizar con los sentimientos de las personas que nos envuelven, saber manejar los desacuerdos antes de que se conviertan en abismos insalvables, tener la capacidad de entrar en estado de flujo mientras trabajamos etc.).
Es necesario destacar tres facetas diferentes de la inteligencia emocional:

a. La capacidad de expresar las quejas en forma de críticas positivas.
b. La creación de un clima que valore la diversidad y no la convierta en una fuente de fricción.
c. Saber establecer redes eficaces.

a. Las críticas se acostumbran a expresar en forma de quejas personales en vez de quejas sobre las cuáles se pueda actuar, en forma de acusaciones personales cargadas de disgusto, sarcasmo y menosprecio y, por tanto, dan lugar a reacciones de defensa, de declinación de la responsabilidad y finalmente al "pasotismo" o a la amarga resistencia pasiva que provoca el hecho de sentirse maltratado.
Desgraciadamente las personas acostumbran a expresar sus críticas cuando las cosas han llegado a su punto más álgido, es decir, cuando están demasiado enfadados como para poder controlar que dicen,.En esos momentos las críticas salen de la peor manera posible, en tono de amargo sarcasmo, sacando a relucir la larga lista de agravios que se han ido acumulando. Agrediendo por tanto al otro, desencadenando una lucha ya que quien lo recibe se siente agredido y acaba enfadándose sin haber solucionado la situación.
La crítica apropiada no se ocupa tanto de atribuir los errores a un rasgo de carácter como de centrarse en lo que la otra persona ha hecho y puede hacer. Los ataques al carácter, decirle a alguien estúpido o incompetente, equivocan su objetivo. Así, la única cosa que se consigue es poner al otro a la defensiva, con lo cual deja de estar receptivo a las recomendaciones sobre la mejor forma de cambiar la situación problemática.
Harry Levinson, habla del arte de la crítica y comenta los siguientes puntos a tener en cuenta:

  • Ser concreto, señalando también lo que la otra persona hace bien, que no hace tan bien y como podría cambiar. No irse por las ramas y evitar las ambigüedades y las evasivas ya que esto podría enmascarar el mensaje real. Decir exactamente cual es el problema, en que está equivocado, como te hace sentir y que es lo que podría cambiarse.
• Ofrecer soluciones, la crítica como cualquier situación de feedback útil, tendría que ir dirigida a encontrar una forma de resolver el problema. La crítica puede abrir la puerta a posibilidades y alternativas que la persona ignora o sensibilizarla a ciertas deficiencias que requieren atención, en cualquier caso, se tendrá que incluir sugerencias sobre la forma más idónea de afrontar los problemas.
• Estar presente, las críticas son más eficaces cara a cara y en privado, con tal que la persona que las reciba tenga la oportunidad de responder o solicitar aclaraciones y poder hacer un feedback provechoso.
• Restar sensible, esto, es una llamada a la capacidad empática, a tratar de sintonizar con el impacto sobre el receptor, que tienen nuestras palabras y la forma de expresarlas.
Las personas que están al otro lado de la crítica pueden actuar de una manera inteligente emocionalmente, cuando:
• Consideran la crítica no como un ataque personal sino como una información sumamente valiosa para mejorar las cosas.
• Son conscientes de que están respondiendo de una manera defensiva en lugar de asumir las responsabilidades.
• Piden un tiempo para serenarse y asimilar el mensaje antes de continuar.
• Aprenden a considerar la crítica como una oportunidad para continuar con la otra persona y resolver el problema en lugar de cogerlo como un
enfrentamiento personal.
b. Aceptar la diversidad y ser tolerantes.
El aprendizaje del componente emocional de los prejuicios se da a una edad tan tierna que incluso las personas que comprenden que se trata de un error, tienen dificultades para arrancarlo de lleno. Las emociones propias de los prejuicios se consolidan durante la infancia mientras que las creencias que las justifican se aprenden posteriormente. Si una persona quiere abandonar los prejuicios advertirá que resulta más fácil cambiar sus creencias intelectuales al respecto que no transformar sus sentimientos más profundos.
El poder de los estereotipos sobre los que se sientan los prejuicios proceden de la misma dinámica mental que los convierte en una especie de profecía autocumplidora. Las personas recordemos más fácilmente los ejemplos que confirmamos el estereotipo que aquellos que tienden a refutarlos.

  Si bien los prejuicios largamente sostenidos no pueden ser desarraigados con facilidad, sí que es posible, no obstante, hacer alguna cosa diferente con ellos. Los prejuicios seguramente no pueden desarraigarse, pero lo que sí que se puede eliminar son los actos de prejuicio. Es más práctico tratar de eliminar la expresión de los prejuicios que intentar cambiar esta actitud, ya que los estereotipos cambian muy lentamente. Uno de los elementos para actuar con inteligencia emocional delante de estas situaciones es el entrenamiento de la diversidad, que consiste en asumir el punto de vista del otro, una postura que fomenta la empatía y la tolerancia, ya que es más probable que una persona se manifieste claramente en contra de alguna cosa cuando ha podido experimentarla directamente por propia experiencia.

C. Las redes sociales.
Una persona que tiene desarrollada su inteligencia emocional está capacitada para mantener la relación afectiva de la amistad. Pero hay personas que no tienen amigos, que no salen con casi nadie, que viven recluidas en su faena y en su casa, que reservan sus espacios lúdicos, cuando los tienen, a afecciones individuales y privadas.
La dimensión afectiva de la amistad sitúa a la persona enfrente el tipo de relación más desinteresada y libre que le es posible. Podemos tener amigos en la faena, podemos ser amigos, incluso, de personas con las cuales no tenemos una relación muy estrecha, pero no podremos considerarnos nunca amigos de aquellos con los que no nos podemos mostrar tal y como somos.
Las personas que mantienen una relación amistosa real con amigos son mucho menos propensas a sufrir situaciones de estrés o de adicción a la faena, que no aquellas que han sustituido la amistad por una relación social vacía de afectividad y sin autenticidad.

ACTIVIDADES:
1. Piensa en una propuesta de cambio que querrías hacer a alguna persona emocionalmente cercana. Teniendo en cuenta el contenido, forma y intención, es decir, ¿qué quiero decir?,¿ Por qué lo quiero decir?, ¿Cómo l quiero decir?.
2. De los siguientes elementos, cuáles crees que te pueden resultar un estorbo a la hora de expresar una "queja":
• Saber que quiero decir, por qué lo quiero decir, como lo he de decir.
• Hablar demasiado del pasado y hacer referencias a otros hechos parecidos.
• Utilizar expresiones como "nunca", "siempre", "todo" "nada"...
• Emitir juicios de valor: tendrías que, si pensaras en, eres egoísta...
• Poca flexibilidad: yo soy así, no se puede cambiar, ha de ser de esta
manera...
• Utilizar expresiones negativas: no me gusta como, esto está mal...
• Interrumpir cuando el otro está hablando.
• Ser tan sincero que se llegue a ser desagradable.

Cómo Desarrollar la Inteligencia EmocionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora