QUEJAS Y PROBLEMAS: SU RESOLUCIÓN

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La queja , síntoma o dificultad, se origina cuando se da un cambio en la vida de la persona y/o de su entorno, y necesita un nuevo tipo de respuesta para adaptarse al cambio. A veces la queja puede servir para:
No afrontar un cambio que amenaza con desequilibrar el sistema ( la pareja, el equipo de trabajo, la familia, etc.)
Para reclamar la necesidad de que se produzca un cambio.
A menudo las personas utilizamos "etiquetas" para definir situaciones o estados emocionales que crean malestar, que no se entienden o que no nos gustan. Las etiquetas son definiciones de una realidad observada desde una perspectiva subjetiva. Si la queja se presenta en forma de etiqueta difícilmente podremos incidir. Será necesario buscar una nueva definición de la conducta y de esta forma no llegará a convertirse en una queja.
Cuando aparece la queja o dificultad, ésta es el fruto de una discrepancia entre conductas que constantemente están sometidas a variaciones y a las creencias personales que restan inalterables. Esto es debido a que las personas ajustan sus conductas y su interpretación a sus esquemas habituales de pensamiento. Con tal de que las conductas no acaben convirtiéndose en quejas, se tendrán que modificar los sistemas de creencias, teniendo en cuenta que las creencias y las conductas se influencian recíprocamente.

La queja aparece ante la discrepancia Entre las conductas y las creencias

El primer paso para la construcción de una queja parece relativamente pequeña, aunque las consecuencias pueden resultar desproporcionadas. Es como si las personas dijéramos: o me comporto de forma "A" o creo en una forma " no A". Por alguna razón "A" parece ser la opción correcta ( la lógica, la mejor, la única). Por tanto el resto ( todo lo que es no A) se coloca en el mismo saco y queda excluida.
Las quejas se mantienen por la idea que tiene la persona de que su decisión original de cómo afrontar la situación es la que se tenía que tomar, es la correcta y lógica que se tiene que hacer. En consecuencia la persona se comporta como si estuviera atrapada en la alternativa de hacer más de lo mismo, ya que se ha rechazado o se ha prohibido una mitad de la disyuntiva entere "esto" o "aquello".

  El pensamiento en términos de alternativas ( esto o aquello) puede considerarse la raíz de las quejas de muchas personas. Esta línea de pensamiento utiliza la lógica binaria. Será necesario aprender una lógica sistémica o cibernética.
Las quejas son generalmente construcciones, más bien, complejas que involucran muchos elementos, entre los cuales cada persona subraya unos más que otros. Las quejas generalmente incluyen:
• Un fragmento de secuencia o conducta
• Significados o interpretaciones asignadas a la situación
• La frecuencia en que se produce la conducta que es motivo de queja
• El espacio físico donde esta conducta se produce
• El grado en que es involuntaria
• Terceros significativos involucrados en la queja directa o indirectamente
• La pregunta " quién tiene la culpa"
• Factores ambientales como el trabajo, el estatus económico, el espacio donde se vive
• El estado fisiológico o de las sensaciones involucradas
• El pasado
• Horribles predicciones del futuro
• Expectativas utópicas

En la construcción de quejas cada uno de estos elementos parecen relacionarse con los otros de tal forma que se definen recíprocamente. Por tanto, el cambio en un elemento conlleva a cambios en los otros. La misma conducta estará definida de maneras distintas a causa de los otros factores que rodean la situación.
Plantear correctamente un problema es la puerta de entrada para encontrar una solución
Plantear problemas correctamente es una habilidad de comunicación que requiere entrenamiento.
A continuación se exponen unas normas básicas con tal de plantear un correctamente un problema:

Define tu objetivo
Aunque parezca redundante, encontrar una solución que cambie el estado de cosas, es lo que pretendes, cuando te planteas un problema. No te puedes dejar llevar por otros objetivos fáciles: culpar al otro, desahogarse o simplemente quejarte.
Hablar solamente de un problema
Intenta no mezclar temas. Habitualmente los problemas son complejos ya que requieren el control de muchas variables. No pretendas solucionarlo todo a la vez. Para empezar escoge lo que sea más fácil. Piensa que, al plantear un problema, tu objetivo es delimitar una solución concreta. Esto resultará más difícil si pretendes varias cosas a la vez.
Empezar de forma positiva
Si nos acercamos al otro amablemente con una actitud conciliadora y positiva, difícilmente se pondrá en guardia. Si empiezas muy seriamente, con un tono de voz acusativo, negativo, imperativo o crítico, lo más probable es que consigas poner al otro en defensiva o en contra, por lo que no te ayudará en absoluto para conseguir tu objetivo, y la responsabilidad de que esto suceda será tuya por no tener cura de la forma.
Sé específico
Define claramente el problema, delimítalo. Por ejemplo decir: " Me gustaría que el miércoles por la tarde recogieras tú los niños al colegio", es más operativo, más específico que no decir: " Me gustaría que te ocuparas más de los niños". Delante de una demanda específica el otro puede responder claramente "sí" o "no". Si ésta es poco específica, el otro no sabrá que es lo que se espera de él y los dos os sentiréis incómodos por la falta de comprensión mutua. En general, es mejor decir: ¿me explico?, en lugar de ¿me entiendes?

Explica lo que te gustaría que pasara
Si deseas un cambio, una solución, es porqué la situación actual te resulta molesta. Si planteas lo que te gustaría, serás más gratamente escuchado que si dices lo que no te gusta, con lo que implica una crítica o una posible acusación. No deseas molestar al otro ni acusarlo, ya que de esta forma se pondrá a la defensiva. Quieres solucionar el problema y producir un cambio de circunstancias que faciliten tu bienestar. Para conseguirlo será necesaria la colaboración del otro.

  No hables del pasado
Sacar los "trapos sucios" del pasado, no solamente no aporta nada de provecho, sino que despierta malos sentimientos. Solamente has de sacar el pasado de una forma constructiva, para utilizarlo de modelo cuando ha estado bueno y intentas volver a poner en marcha conductas positivas, quizás un poco olvidadas. Es evidente que no puedes cambiar el pasado, por tanto, has de dirigir tus energías al presente y al futuro.
Describe tus sentimientos
Explica que sentimientos te produce la situación actual y como te sentirías de bien si ésta cambiara, ayuda al otro a comprender la motivación que te mueve para buscar el cambio. Describe tus sentimientos con relación a una situación, es una forma de fomentar la intimidad, la comprensión y la mutua colaboración.

Admite tu responsabilidad
Incluir un comentario sobre tu responsabilidad en el problema evita que el otro se sienta atacado o culpable, y deja muy claro que éste no es tu objetivo. Por ejemplo: " reconozco que ha sido un error por mi parte no hablar antes de este tema".

Sé breve
Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente el planteamiento, no es agradable para quien lo está escuchando. Produce la sensación de ser tratado como alguien de pocas luces o como una criatura. En todo caso, corres peligro de que te huyan por pesado cuando empieces a hablar.

Vigila la comunicación no verbal
Utiliza un tono de voz agradable, un volumen bajo, habla lentamente y adopta una postura relajada o afectuosa cuando plantees un problema. De esta forma será difícil que te embarques en un discurso perentorio, desordenado o desagradable, a la hora que te das tiempo para pensar en lo que dices y en como lo dices.

Escoge el momento oportuno
Si la otra persona está concentrada en una tarea, importante para ella, no le gustará ser interrumpida. Es mejor esperar que la otra esté realizando una actividad que no implique concentración, durante la cual pueda resultar agradable hablar.

Da una alternativa de solución
Es conveniente a plantearse los problemas ofreciendo propuestas de soluciones concretas, a las que el otro pueda unir sus propias alternativas.
Aprender a plantear problemas no es tan difícil como parece. Al principio parece imposible controlar todos los requisitos mencionados anteriormente.
Imagina que es como aprender a conducir, la primera vez que nos sentamos al volante de un coche nos parece muy difícil llegar a coordinar las cinco marchas, el volante, los tres pedales, los retrovisores, las señales de tráfico, los otros coches, los peatones, etc. A medida que aprendemos, gracias a las prácticas, vamos automatizando movimientos. Las "prácticas" para aprender a plantear problemas son menos costosas y nos permiten circular por los carriles de la comunicación sin panes ni choques.

ACTIVIDADES
1. Analiza cuáles son las quejas más habituales en lo diferentes sectores de tu vida:
• Tu mismo • Faena
• Familia
• Casa

2. Cuáles cuáles son las quejas más habituales que oyes o te hacen llegar:
1. Los jefes de la dirección de la empresa
2. Los compañeros de trabajo
3. Las personas que están bajo tu responsabilidad
4. La pareja
5. Los hijos
6. Los padres
7. Los vecinos
8. Las amistades
9. La gente

3. Analiza las instrucciones de las quejas que se han mencionado anteriormente.

4. Que pequeños cambios en estas etiquetas es necesario hacer para modificar la forma de entenderlas.

Cómo Desarrollar la Inteligencia EmocionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora