LA EMPATÍA: COMO RECONOCER LAS EMOCIONES AJENAS

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La empatía es una característica personal que sensibiliza a los seres humanos para captar las emociones de aquellos que les rodean y para expresar las propias. Varios estudios confirman que hay una alta correlación entre estas dos habilidades.
Existen personas que tienen muy desarrollada esta capacidad, mientras que otras tienen un estado que podríamos definir como de "sordera" delante de las emociones y no tienen la sensibilidad necesaria para darse cuenta de las notas y cuerdas emocionales que transmiten las palabras y las acciones de los demás. Asimismo, sólo necesitamos dar un vistazo a nuestro alrededor para observar que estamos constantemente expuestos a la recepción de información. De cualquier manera, depende de nosotros que sepamos captarla de forma correcta o que exista un cierto "desfase" y, por tanto, se produzca una disonancia entre lo que nos dicen y lo que nosotros entendemos.
Básicamente existen tres canales de emisión de información: la expresión de nuestro rostro, la gesticulación o movimientos corporales y la voz. Además, en esta última vía de comunicación, hay diversos factores que nos dan pistas sobre el carácter, estado de animo y a la vez la procedencia de nuestro interlocutor, se trata del volumen, el tono, el énfasis, la vocalización, el acento, etc.
Si el mensaje de estos tres canales es coherente, es captado como autentico por nuestro interlocutor. Las personas que tienen el deseo y la capacidad de expresar sus emociones de forma genuina, inspiran confianza a los demás, ya que los mensajes emitidos gozan de coherencia.

Adquirir un buen desarrollo de la empatía es importante, ya que aquellas personas que tienen esta capacidad de exponer con claridad sus deseos inspiran confianza. Lo mismo pasa con aquellas personas que tienen una buena disposición para entender lo que los demás les quieren transmitir.
Las personas que tienden a reprimir sus reacciones emocionales, guardándose sus sentimientos, representan estímulos más pobres para los demás que no las extravertidas. Los emisores poco eficaces tienden a quedarse solos, ser más pasivos, más tímidos, más contenidos y también con menos espíritu de colaboración. Remarquemos que, interpretar las emociones de los demás con claridad y, emitir tus emociones de forma auténtica, te vuelve más cálido y cercano a las personas próximas.
La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se asienta la empatía, ya que cuando más abiertos estamos a las propias emociones, más grande será la destreza en la comprensión de los sentimientos de los demás.

  La frase "nunca preguntes por quien doblan las campanas, porqué están tocando por ti", de John Donne es el núcleo del vinculo existente entre la empatía y el afecto, ya que el dolor ajeno es nuestro propio dolor. Sentir con el otro y cuidar de él, en este sentido, lo contrario de la empatía sería la antipatía.

La actitud empàtica está íntimamente ligada a los juicios morales ya que estos tienen que ver con las víctimas potenciales. Martin Hoffman, dice que la empatía a las posibles víctimas, el hecho de compartir la angustia de los que sufren, de los que están en peligro o de los que están desvalidos, es lo que nos impulsa a ayudarlos. Hoffman dice que la empatía - la capacidad de ponernos en el lugar del otro - es, en última instancia, el fundamento de la actitud ética.

La empatía es una capacidad o habilidad fundamental a la hora de establecer una relación afectiva con una u otra persona. Tanto si esta relación es de amistad, de pareja, de hijo o hija, de padre o madre, laboral o social, la habilidad empàtica nos ayudará a que la relación progrese en su desarrollo.
Para que una relación de tipo afectivo crezca es necesario que se cumplan cuatro requisitos básicos:

• La autenticidad, es decir, se tiene que expresar claramente la manera de sentir sin máscaras ni reservas.
• La cordialidad, consiste en una aceptación y consideración incondicionales, sin pretender que los demás hagan lo que un desea.
• La empatía, es la capacidad de comprender lo que la otra persona siente y la habilidad de expresar lo que uno siente.
• La disposición de abertura hacia el otro, de compartir les experiencias y vivencias personales con otras personas.
No hemos de confundir empatía con simpatía. La simpatía se da entre personas que se sienten afines, que tienen aspectos en común, que comparten creencias, que se gustan de una manera natural y espontánea. La empatía es la capacidad de comprender puntos de vista diferentes, de escuchar sin intentar convencer al otro del su error, escuchar hasta el final, para captar su manera de pensar y entender su situación y su manera de actuar. No es difícil simpatizar con otro cuando lo vemos o sentimos próximo a nosotros, lo que representa un esfuerzo y un acto consciente es empatizar con el otro, cuando éste no es como nosotros. La empatía nos hace salir de nosotros mismos para llegar al otro.
Definimos la empatía como una doble habilidad:
• La capacidad para entender lo que el otro siente.
• La capacidad para comunicarle que sabemos como se
siente.

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