Mi Padrastro // Christopher Vélez

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El camino para los cinco estuvo tranquilo, ya que las risas y los chistes sin sentido de Erick ayudaban demasiado y así tuvieron un agradable recorrido hacia la universidad.

Llegaron y el auto fue llevado hacia el estacionamiento, ahí los primeros en bajar fueron Zabdiel y Richard, seguidos de ellos Erick y Joel, el último ayudando a _____ a bajar.

E: Dame tu mochila - le dijo Erick a la pelinegra que asintió con una sonrisa -

TN: Gracias - le extendió aquella liviana mochila -

Z: Bien - dijo dando media vuelta para observar la entrada a la universidad - ¿Por qué no entramos?.

TN: ¿Nos podemos separar? Digo, es que si los ven conmigo no van a querer acercarse a ustedes - murmuró -

J: Está claro que no hemos venido a socializar, siempre fuimos solo nosotros y eso no cambiará.

R: Joel tiene razón, no hemos venido a socializar, de echo estamos aquí por tí.

Z: Sí, exactamente lo que dijeron ellos dos - señaló al rizado y al de piel morena, haciendo que todos rieran, incluyéndolo -

TN: Gracias chicos.

E: Ahora que todo está aclarado, podemos entrar sin problemas.

Y después de asegurar el auto comenzaron a caminar hacia la entrada de la universidad, varias miradas cayeron sobre ellos al entrar. Todos se preguntaban ¿Qué hace la rarita al lado de cuatro hermosos chicos?.

TN: Esto es raro - susurró - todas las miradas sobre nosotros es incómodo.

R: Yo me encargo - murmuró - ¿QUÉ NOS VEN? ¡DEJEN DE SER UNOS SAPOS Y VUELVAN A HACER LO QUE ESTABAN HACIENDO! - el grito resonó por todo el pasillo haciendo que la mayoría lo vea con miedo y otros con desinterés pero logrando su cometido, que todos dejaran de verlos -

TN: Nunca me grites - comentó la más baja - rompería en llanto en un segundo.

R: No usaría mi grito contigo enana.

J: Creo que siempre destruyo los momentos casi tiernos y lamento hacerlo, pero debemos ir a clases antes de que el profesor cierre la puerta.

Z: Hablas muy pronto Joel - rodó lo ojos -

J: ¡Ya Zab! A diferencia de tí, yo sí quiero prestar atención a clases.

Z: Tonteras, yo siempre presto atención.

J: Eso crees - lo miró retador - te puedo demostrar que no.

Una discusión se avecina.

R: Más vale que dejen de discutir por tonterías porque soy capaz de romper sus bellos rostros con mis puños.

Y como si esas fueran las palabras mágicas, el rizado y el rapado se quedaron callados.

R: Eso me gusta - sonrió tocando la puerta del aula, al parecer no llegaron a tiempo -

En poco tiempo, un hombre de unos treinta y cinco años salió mirando a los cinco estudiantes que estaban parados delante de él, se hizo a un lado y los dejó pasar.

X: Buenos días estudiantes, tuvieron suerte esta vez, yo acabo de llegar. Pero no quiero que se les haga costumbre - sentenció para finalizar la pequeña conversación -

TN: No volverá a pasar - sonrió -

X: Bien, pasen. Señorita ____ puede tomar asiento pero ustedes cuatro - señaló a los chicos que se miraban entre ellos - preséntense ante la clase.

Los cuatro entraron y se pararon en medio del aula, todas las miradas se dirigieron hacia ellos hasta que el profesor habló.

X: Ayer su tutor les habrá comunicado sobre los alumnos nuevos, estos son - los señaló - quiero completo silencio para escucharlos. ¿Oyeron?.

Un "Si profesor" de todos los estudiantes se dejó escuchar en el aula y eso hizo que el profesor sonriera satisfecho.

X: Comiencen chicos.

J: Buenos días, yo soy Joel Pimentel.

E: Un gusto, soy Erick Brian Colón.

R: Yo soy Richard Camacho, un gusto..no vengo a socializar - sonrió -

Z: Bueno..yo soy Zabdiel de Jesús, un gusto.

X: Un gusto chicos - dijo el maestro - pueden tomar asiento.

Los cuatro jóvenes guapos dieron unos pasos y todas las chicas comenzaron a emocionarse creyendo que uno de ellos se podría sentar a su lado y otras desilusionadas porque el lugar a su lado estaba ocupado. Sin embargo, ninguna de ellas fue la "afortunada" ya que los cuatro amigos se sentaron cerca de su mejor amiga.

R: ¿Creíste que nos íbamos a alejar? - preguntó al ver la reacción de la más baja -

TN: Yo...

E: Estaba más que claro que no iba a ser así - giró su torso para mirarla pero volvió otra vez a su antigua posición -

Los cuatro hombres junto a _____ se acomodaron, listos para prestar atención ya que el profesor iba a comenzar pero el mencionado se vió interrumpido por el sonido de la puerta. Todos dirigieron su mirada hacia aquella puerta de madera blanca y de allí una cabellera castaña hizo aparición, un joven al que _____ reconoció rápidamente se adentró al lugar y se acercó al profesor, el cual había soltado un suspiro antes de comenzar y quizás era porque su clase se estaba retrasando más de lo planeado.

X: Alumnos, él es un alumno más que se va a integrar al aula - le hizo una seña para que se colocara en el centro -

X: Buenos días, mi nombre es Agustín Han. Perdone por interrumpir su clase - sonríe y muchos "Aawww", "Que linda sonrisa" o "Es tan lindo" se escuchó y el profesor rodó los ojos "Muchachas hormonales", pensó -

X: Bien joven Han, tome asiento al lado de Zabdiel.

X: Profesor espere..Agustín es del salón B. ¿Qué hace aquí? - preguntó Verónica -

X: Señorita eso..

A: Disculpe profesor, no te equivocas, pero ayer me equivoqué de salón.

V: Oh, eso era todo - se volvió a sentar -

El profesor hizo un ademán para dejar de lado ese tema y el castaño se valla a sentar, al comenzar a caminar hacia el chico rapado, le sonrió a ____ y la saludó con la mano. Ese gesto no pasó desapercibido y tampoco fue ignorado, la pelinegra le sonrió y le devolvió el saludo.

"Qué bueno que no haya sido del salón de los populares" pensó _____ antes de volver su mirada a su libreta ignorando las miradas curiosas de sus amigos. Y siendo dos de ellos los más celosos por la resiente interacción de Agustín con _____; Joel y Erick no eran muy fans de que otros chicos coqueteen con la pelinegra.

Sin duda, sería una mañana de varias escenas de celos.