capitulo16

3.7K 219 5
                                    

LA SOLEDAD ESTA EN MI

MONICA.

A pasado un dos días que estoy aquí, todo ha ido normal, yo no me he encontrado con Maxwell mas que en juntas o cuando nos topamos en los pasillos, me he ocupado todo el día de mi trabajo, como siempre, pero es que no puedo, no puedo detenerme ya que si no lo hago que me queda, exacto solo queda una mujer con problemas, esto es muy estresante, ayer me desvele haciendo papeleo y revisando correos "pendientes". solo cuento los días para volver aquí me siento mas sola y fuera de lugar que en otros lugares, ya quiero volver a mi oficina, digo siquiera mi silla es mas cómoda que estas estúpidas sillas de madera de este cuarto, hoy pensaba en pasármela encerrada, todo el día en mi habitación ya que hoy es el día que se les da a los empleados para hacer turismo, ir de fiesta o lo que ellos gustasen, la mayoría se va un bar o antros pero yo no, creo que es por que no tengo con quien ir, digo no tengo amigos ni nada, y mejor, prefiero estar aquí que allá afuera sin saber que hacer.

Cuando acabe mi trabajo de toda la semana, creo que adelante el de todo el viaje máximo, me levanto y me veo al espejo, ¿y que es lo que veo?, una mujer ojerosa, despeinada y fachosa, sola que no se atreve a experimentar algo que todavía esta a tiempo, lo que hago es lo de siempre, sonreír, pero mas que verdadera creo que es una sonrisa falsa como es de costumbre la mayoría del tiempo, ¿en que me he convertido?, en una mujer poderosa y famosa, lo que todos pensaron que nunca conseguiría, una mujer que es guapa y respetada que demuestra valentía,poder a la gente y revistas, envidiada por mujeres y hombres, como también una mujer sola, una mujer que es un desastre, una mujer que es como una maquina, todo el día trabajando y para que, ¿apariencias? ¿por dinero? ¿por fama y poder?, pero esta sola, esta sola en el mundo, una mujer que le temen hasta a sus propios empleados, solo se tiene a ella, una mujer que nunca disfruto, que siempre fue buena, nunca salió de fiesta hasta la madrugada ha emborracharse y dejarse llevar, una mujer que tiene todo lo que quiere y a la vez nada, que solo la acompaña en este mundo ella, como siempre ha sido y será.

"Al carajo" pensé, hoy voy a salir de fiesta hasta la madrugada y mañana no trabajare, ¿Quién va a detenerme?, me fui a mi maleta y saque un vestido azul marino entallado a mi cuerpo, luego me maquille mas de lo usual, mire el espejo y sonreí con un brillo, ya que hoy voy a apostar sin miedo y divertirme sin importar lo que digan los demás o si mañana me arrepentiré como una mujer de mi edad mas, cuando ya esta lista lo que hice es dirigirme a la puerta, pero antes de llegar, alguien toco a lo que yo abrí, y hay esta el, el hombre que un día ame y hoy solo me da igual Maxwell.

-¿Que haces aquí?- pregunte sin humor alguno.

-Déjame entrar- dijo tambaleándose, a lo que supuse que estaba borracho, es mas hasta aquí huele a alcohol.

-¿Y porque lo aria?- pregunte, pero el solo se callo al suelo se tambaleo tratante de pararse pero no pudo , a lo que yo me agache y observe que quedo inconsciente, yo lo levante como pude, pero antes me quite los tacones para poder sostenerlo mejor.

-Yo pensé que habías madurado un poco siquiera con los años, pero veo que eres el mismo niño inmaduro que se mete en problemas y no piensa antes de actuar, pero antes...- suspiro negando a completar la frase, el ni se movió a lo que yo reí sin ganas, el siempre arruinando mi vida aunque se inconscientemente, como pude lo arrojo en mi cama, revise su pantalón para ver si tenia la tarjeta de su cuarto y así llevarlo, pero nada, creo que de milagro esta el aquí sano y salvo el tiene suerte,, bueno en lo que se puede decir, como vi que gracias a el no iba a poder salir me dirigí al baño para desmaquillarme y ponerme mi pijama como estaba anteriormente, luego de eso salí y observe a Maxwell, me dirigí a quitarle los zapatos para que durmiera cómodo, cuando le iba a quitar el reloj el dijo algo que me entristeció, y preferiría no haberla oído.

-Si pudiera retroceder el tiempo nunca te hubiera dejado- dijo agarrando mi mano cuando yo lo iba a soltar.

-si pudiera retroceder el tiempo nunca te hubiera conocido- dije para soltarme de su agarre e irme un momento de hay, no podía quedarme mas en un cuarto con el sin sentirme débil o meditar sus palabras.

salí al pasillo por un poco de aire, luego que ya estaba mas calmada y decidida entre y vi la hora, ya era las doce de la mañana, entre y lo vi dormido, como yo no iba a dormir el mueble solo porque ayudarlo, solo me acosté en la orilla pensando en que no ocurrirá nada que yo no quiera y me le quede viendo, sus facciones marcadas, su boca media abierta, su cara perfectamente afeitada, se ve tan calmado, después de un rato me acerque a el con duda por lo que iba a hacer y me acurruque en sus brazos como lo hacia antes, a los minutos de hacer tal acción hable, ya que el no estaba despierto y si escuchaba, mañana no iba a recordar nada, y todo iba a hacer como antes.

-sabes, lo que mas me gustaba de dormir contigo, era el calor y la protección que me dabas- sonreí tristemente recordando esas noches de frio que dormía pegada a el mientras el besaba mi cabeza -pero ahora solo siento frio y soledad.

Incítame a pecarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora