capitulo 17

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CONFUSIONES Y SENTIMIENTOS.

MONICA.

Cuanto despierto recuerdo lo que sucedió ayer, y con toda calma del mundo miro hacia arriba donde encuentro la cara de Maxwell durmiendo, dormimos en una posición muy intima ya que yo lo estoy abrazando y el a mi, esto me hace tener recuerdos de cuando dormíamos juntos despertábamos así, recuerdo que siempre el despertaba antes que yo y que se me quedaba viendo y acariciando hasta que yo despertaba, pero eso se fue a la mierda, y rápidamente como esa nostalgia viene se va ya que se vienen los recuerdos de cuando me dejo, los recuerdos de días antes de que me votara, como se portaba tan frio y serio conmigo, ya no me abrazaba o despertaba antes que yo para verme dormir y acariciarme, ya no había palabras bonitas solo soledad y por ultimo recuerdo la promesa que me hice ese día en el parque.

Me levanto como puedo de la cama sin importar el despierte, me dirijo al baño a hacer mis necesidades, lavarme los dientes, para luego bañarme, cuando salgo enrollada en mi toalla lo veo dormir todavía plácidamente en mi cama, mi yo del pasado le diera ternura pero sinceramente ahora solo siento asco y desinterés, me termino de arreglar, cuando estoy colocándome mi reloj, el me habla.

-¿Que hago acá?- dice tallándose los ojos sentándose en la cama.

-Eso yo quisiera saber- lo observo por el espejo ya que no me apetece a voltearme.

-¿Dormimos juntos?- pregunta.

-Si-

-Pero yo sigo vestido- se a lo que se refiere.

-Dormimos en la misma cama- todo lo digo con desinterés son prestarle atención, aun arreglándome.

-Pensé que habíamos hecho otra cosa, que te habías aprovechado de la situación- yo alce una ceja y reí sin ganas.

-Yo nunca me acostare contigo, no me interesas- el se levanto.

-eso dicen todas, para hacerse las interesantes pero un minuto después me ruegan- se acerca a mi, pero aun estamos lejos.

-Ha que bien por ti- le doy una sonrisa, un segundo y luego vuelvo a mi cara seria.

-Tu una vez lo hiciste- eso hiso que volteara.

-Si lo hice, pero eso no quiere decir que lo volveré hacer, yo e cambiado cosa que tu no, yo madure y me di cuenta que yo valgo mucho mas de lo que tu alguna vez pudieses valer, no me voy a conformar contigo valiendo yo mucho mas- el se acerco hasta quedar a un paso de mi.

-Pues yo no lo creo- dijo sonriendo burlonamente, con el cabello revuelto.

-Si lo crees o no, no es mi problema es el tuyo- el se acerco aun mas, tanto así que quedamos frente a frente, era mas alto que yo por lo que alce mi cabeza para verlo a los ojos, su cercanía en otros tiempos me hubiese hecho temblar, pero ahora solo me incitaba a verlo derrotado y vulnerable, a demostrar que no provoca nada en mi, y nunca lo volverá ha hacer como el cree.

-Tu no eres así, ¿Por qué has cambiado?, tu no eres fría e indiferente, yo se que no, yo se que todavía ahí rastros de esa chica que era tierna, dulce y delicada, la cual le gustaba que la proteja y la cual era mía- me reí ya que eso no se acerca ni siquiera un poco a lo que soy, no ahora.

-Esa niña creció y maduro, yo ya no soy nada de lo que dijiste, aprendí que la única persona que necesito que me proteja soy yo y que a la única persona a la que le pertenezco es a mi, no vivas en el pasado porque no lograras nada- el solo se tenso, me miro con seriedad.

-Pruébamelo, solo pruébalo y te dejare de molestar para siempre- me reí.

-Esa es la diferencia entre tu y yo, tu debes de demostrarle a tus padres y a la gente algo, yo por mi lado no le debo de demostrar nada a nadie mas que a mi, y si seguirá siendo.

-Solo lo dices porque estas despechada y sabes que nadie ni el mas desesperado nunca te deseara y te amara como tu lo deseas, por eso te creaste ese caparazón- yo niego riendo y me acerco mas a el hasta el punto que nuestros labios se rozan.

-¿ni tu?- el niega viendo mis labios, yo pongo mis manos en sus hombros y junto nuestros labios, lo cual el responde, el beso no es tierno, sino es apasionado y descontrolado, a mi no me causa ninguna emoción el beso pero veo que a el si ya que me agarra la cintura, su corazón y respiración están aceleradas, las puedo escuchar perfectamente.

yo me separo un poco para poder besar su cuello dejando chupetones, a lo que el solo gruñe, cuando dejo una considerable cantidad me separo y sonrió.

- ya veo que no me deseas- dije riendo, agarre mi bolsa y me dirigí a la puerta, el solo se quedo parado viéndome confundido, cuando abrí la puerta para salir dije.

-bienvenido a tu infierno personal espero que te rindas pronto porque ni aquí eres bienvenido -le guiñe un ojo para luego salir.

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Incítame a pecarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora