Capítulo nueve

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La tormenta había caído ferozmente sobre la Tierra, sin piedad alguna por sus habitantes

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La tormenta había caído ferozmente sobre la Tierra, sin piedad alguna por sus habitantes. Las gruesas gotas golpeaban el techo de la nave y el viento soplaba los árboles con fiereza, amenazando con voltearlos en cualquier momento. Era de las peores tormentas que alguno de ellos haya presenciado en toda su vida.

Sloane se refugiaba dentro de la nave, junto a los adolescentes. Sin duda era inusual e incitaba el miedo y la desconfianza en los caídos, quienes mantenían cierta distancia de la azabache y murmuraban quejas casi inaudibles. Claramente no era bienvenida entre ellos y sin embargo a Sloane no parecía importarle. Solo podía pensar en sus guerreros. De no ser por la tormenta podría haber salido a buscarlos. Ahora tenía que esperar a que todo pasara. Salir en este momento no era lo idóneo.

-Habla Raven Reyes, llamando a Estación Arca -rogó la recién llegada. -Conteste Estación Arca.

Sloane salió de sus pensamientos y dirigió su mirada hacia la morena. Desde que puso un pie en el campamento supo que Raven había llegado en aquella nave. Lo adivinó porque nunca antes la había visto rondando por el campamento. Luego desvió la mirada hacia Finn, quien descansaba -más bien agonizaba- sobre una improvisada mesa. El cuchillo aún seguía enterrado entre sus costillas, mientras que Raven y Clarke trataban de contactar al Arca en busca de ayuda.

El ruido provocado por la tormenta atrajo nuevamente la atención de Sloane. La azabache caminó entre la multitud, dirigiéndose a la entrada de la nave. En el camino se encontró con Octavia, quien llevaba el aguardiente de Monty para esterilizar la herida de Finn. Estaba tan apurada que no notó a Sloane. Esta no pudo culparla, había algo más importante que ella. Debían salvarle la vida a Finn.

Al llegar a la entrada, dio un paso hacia el exterior. Dentro de la nave hacía mucho calor, era sofocante. Sloane había comenzado a sudar y su cuerpo estaba muy caliente, por lo que dejó que el agua de la lluvia recorriera su piel para enfriarla. Sintió una sensación satisfactoria, lo cual deshizo un poco la tensión con la que cargaba.

Después de disfrutar lo que la naturaleza le brindaba, Sloane bajó la cabeza y abrió sus ojos celestes. En ese momento, entre los árboles observó que unas figuras se acercaban. Rápidamente identificó a Bellamy, sin embargo sus ojos fueron a parar en la persona que los dos adolescentes detrás de él arrastraban: el terrestre de la cueva. Jamás imaginó que regresarían por él.

-¡Ya volvieron! -anunció Monroe detrás de ella.

Con dificultad los dos adolescentes arrastraron al terrestre dentro de la nave. En cuanto Bellamy pasó junto a Sloane, esta lo miró con atención, pero el azabache huyó de su mirada y se adentró a la nave en completo silencio. Sus acciones no lo enorgullecían, aún cuando pensaba que hacía lo correcto. Sloane, por otro lado, decidió ignorar su comportamiento y lo siguió al interior de la nave. Tenía curiosidad por saber lo que harían, aunque tenía una ligera idea.

-Bellamy -Octavia bajó de las escaleras en cuanto lo vio. -¿Qué estás haciendo?

El nombrado miró al terrestre, manteniendo su tranquilidad.

⓵ WARRIOR | The 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora