Capítulo cinco

816 84 7
                                    

Sloane abrió sus ojos con dificultad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sloane abrió sus ojos con dificultad. Pestañeó un par de veces para enfocar su visión. Miró a su alrededor, encontrándose con las paredes metálicas de una nave. Trató de moverse, pero le fue imposible. Levantó la mirada y notó que una cadena colgaba desde el techo, la cual ataba sus manos y tiraba de estas para que sus pies no lograran tocar el suelo. La desesperación la invadió y, olvidándose del dolor, se removió bruscamente. Trataba de soltarse, pero estaba muy débil como para hacerlo.

—Pierdes el tiempo, terrestre —oyó una voz. —No podrás escapar.

Sloane clavó sus ojos en Murphy, quien se adentraba a la nave. Una sonrisa de superioridad adornaba su rostro. Murphy se paró frente a Sloane, mirándola con desprecio. La terrestre a penas podía verlo, luchaba para que sus ojos no se cerraran. La herida ya no sangraba, pero había perdido mucha sangre.

—Bellamy dijo que podrías ser de utilidad —Sloane tensó la mandíbula. —Nos dirás todo sobre ustedes... los terrestres.

Escupió las últimas palabras con asco. Para Murphy, ellos solo eran unos salvajes que debían ser destruidos. El adolescente no tenía conocimiento del gran mundo de los terrestres, ni era consciente de lo rápido que estos podían destruirlos.

Sloane mantuvo su neutralidad y no dijo ni una palabra.

—Has estado inconsciente por horas —informó mientras se acercaba a una pequeña mesa. —Hemos perdido mucho tiempo, así que puedes empezar a hablar. Ahora.

Sloane lo miró seriamente. Si las miradas pudieran matar, Murphy estaría a tres metros bajo tierra. Ella sabía que en ese momento Murphy era la peor escoria de los cien. Este la miró, impaciente.

—Lo harás por las buenas o por las malas —sacó un pequeño cuchillo de su bolsillo, Sloane ni se inmutó. —Seré generoso y te dejaré elegir, ¿qué dices?

Sloane no diría nada, no a Murphy. No pondría en peligro a su clan o a Skaikru ya que si hablaba sobre Trikru, lo enfrentarían aunque no tuviera oportunidad de ganar. No quería que ellos, o su clan, se vieran afectados. Mucho menos quería que Trikru se saliera con la suya una vez más.

Murphy se encogió de hombros.

—Mejor decidiré yo —caminó hacia Sloane. —Y prefiero por las malas.

Sloane le sostuvo la mirada a Murphy, sin demostrar una pizca de miedo o debilidad. No dejaría que Murphy se sintiera superior a ella. Ella era la temida Reina Guerrera y él solo era escoria.

Al ver que Sloane no decía ni una sola palabra, Murphy acercó el cuchillo a la mejilla izquierda de Sloane. El frío metal estremeció la azabache, pero no se permitió demostrarlo.

—Última oportunidad de hablar —Sloane no respondió y Murphy curvó sus labios hacia abajo. —Tú te lo buscaste.

Hizo un corte que atravesó toda la mejilla de Sloane. La sangre no se hizo esperar y comenzó a deslizarse por su rostro hasta perderse en su clavícula. Sloane no soltó ni el más mínimo quejido y miró, todo el tiempo, los ojos de Murphy. Ese corte no era nada, ella estaba acostumbrada a heridas peores.

⓵ WARRIOR | The 100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora