UN LARGO DE RECORIDO

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Sobre la mesa, había un gran bolsón de color verde oscuro repleto de dinero, mi compañera se frotaba las manos como una auténtica villana.
Estaba tan complacida, que ya reía de forma perturbadora.

_HA HA HA HAAA!!

Realmente adoraba esos estúpidos papeles de colores.

_Ya cállate, te oirán!

_Y que me importa!
A caso llamaría mucho la atención que esté tan feliz!?

  Tuvo que contar varias veces la suma para ver si era lo pactado, el cliente estaba consciente de que debía respetarlo, por que a pesar de nuestra corta edad, "eramos cosa seria", prácticamente les quitamos del camino el más peligroso de sus  rivales.

_Ya deja de frotar tus manos! Pareces una mosca!

Ella sólo rió más fuerte comenzando a lagrimear.

_Acaso ese es tu primer intento de chiste!?
Felicitaciones, eso me resulto gracioso.

Me dijo mientras se secaba sus lágrimas.

_Y ahora, qué?

Pregunté fastidiado, no me gustaba la idea de estar a la disposición de un humano, a tener que esperar un "trabajo" para tener un poco de entrenamiento duro.
Ella, mientras separaba dinero del bolsón sin darle mucha importancia a mi protesta, contestó.

_Por que no vas a dar una vuelta por ahí?,

Me extraño la facilidad con que estuvo dispuesta a dejarme ir solo, siempre insistió en que estuviéramos juntos,  que fueramos inseparables.

...ve al desierto o algo y entrena un poco como tenías planeado antes, pero, regresa para la cena...

_No necesito tu permiso para hacer lo que quiera!

_Entonces por que me preguntastes!?

_Eso no es lo que quería decir!

_Ah, no! A mi no me vengas con berrinches de niño chiquito!

Me gritó mientras tiraba un fajo de dinero en la mesa con fastidio.

 
_Tsk!

Ese comentario me hizo entender que me estaba siendo infantíl.
Le di la espalda rápidamente cruzándome de brazos queriendo ocultar que mis mejillas ardían de enojo y vergüenza.
Me había dado cuenta que  sería la primera vez que no viajaba con ella, era como antes, no me agradaba la sensación de soledad, ese sentimiento tan devastador era persistente, podía incluso percibir la de mi padre, que estúpidamente esperó por décadas en el lugar donde fue abandonado, con la promesa de que irían por el.
Luego la amarga resignación que llega para quedarse, como una una gruesa espina enterrada muy profundo.
Salí del lugar por la ventana sin siquiera despedirme.
Durante mi vuelo a través de las ciudades y aldeas, no veía ni percibía nada interesante, hasta que a lo lejos distinguí movimientos extraños de camiones que parecían militares, salvo por un extraño símbolo rojo que adornaba sus costados.

_Son camiones de "red ribbon".

Sonreí complacido por que al parecer, el invencible Goku no logró borrarlos del mapa.
Una vez más, la curiosidad nublaría mi juicio.
No pude evitarlo, tenía que ver más, que estaban planeando?.
Los vehículos cargaban restos de maquinarias destruidas que retiraban de un lugar camuflado en el interior de una cueva.

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