NIEVE

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Una nueva misión nos dió la oportunidad de seguir conociendo el mundo, estaba felíz de dejar ese costoso hotel, siempre odié estar mucho tiempo entre cuatro paredes.
El viaje fue largo y no nos detuvimos hasta llegar a una tierra helada, la nieve lo cubría absolutamente todo.
Ese lugar lucía pacífico a excepción de unas ruinas a lo lejos que asemejaba a una torre, parecía que tiempo atrás hubo una especie de guerra civil allí.
Antes de entrar a ese pueblo, mi compañera tuvo la ocurrencia de humanizar mi apariencia.

_Vamos pequeño no te hara daño un cambio de look!

_Qué noo!
Ya te dije que el frío no me afecta!

_Eres el ser mas terco del universo!

_Lo mismo digo!

Forcejeamos un buen rato, no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente.

_YA SUELTAMEE!

_Lo hago por tu bien!

Luchó insistentemente en meter mis brazos en un abrigo.

_Pero mira que lindo es!, es del mismo color de tu dogi.

_Agh!!
No quieroo!

Estaba comenzando a saturarme de tanta atención y sin querer se me escapó.

_Acabas de gruñirme!?
A mii!?

Eso para ella fue como decir la peor grosería, definitivamente estaba en problemas.
Doy un pesado un suspiro y usé mi mejor técnica de. "resistencia pacífica".

_Eyy!!,noo, ponte de pie, no te portes como un bebé, no te tires al piso.

Me hice más y más pesado, hundiendome por completo en ese manto blanco, comprendí que aplicarlo en mis ropas podría servir en un futuro.
De alguna forma, se las ingenió para sacarme de allí y lograr abrigarme.

_No me subestimes pequeño, sabes que rendirme no es lo mío.

Recalcó entre jadeos victoriosa, yo en cambio, lo único que podía hacer es protestar.
_...

_Bueno Piccolo, ahora sólo falta estas abrigadas botas.

_QUEE!!, no quiero eso se ven estúpidas!

_Estúpido es que no te des cuenta que estar vestido así evitará atención innecesaria!

_....

_Vamos, todos voltearán al verte tan desabrigado...

_Y verde...

Ella resopló mirándome de esa forma molesta.
Luego hizo algo que se repetiría a lo largo de nuestros viajes juntos, nunca supe si era una forma molesta de desquitarse o realmente lo hacía en serio, fuere como fuere, me parecía algo propio de alguien perturbado de la mente.

_Te ves adorable mi pequeño!

Me llenó de besos y me estrujó con fuerza.

_Como te atreves a decir que soy adorable!, soy un demonio! Ya sueltame sabandija!

Froté con fuerza mi cara para quitar esa extraña sensación.
Ella reía alegre, pero me pareció bastante perturbador, me sentí como un gato que intenta escapar del abrazo mortal de una pequeña con mucha fuerza, un amor demasiado intenso y efusivo.

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