IRRESPONSABLES- parte1-

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Era media tarde, mi ropa de entrenamiento estaba hecho girones otra vez, decidí dar por concluido mi entrenamiento bastante conforme con los resultados.

Estaba de pie en la cima de una montaña.

Me acerqué a disfrutar la vista de un enorme precipicio, en la lejanía, algunas aves de rapiña volaban en círculo

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Me acerqué a disfrutar la vista de un enorme precipicio, en la lejanía, algunas aves de rapiña volaban en círculo.

___Posiblemente sea algún animal en sus últimas...___.

Me senté en el borde para relajarme un poco, el viento soplaba bastante a esa altura, pero no me era molesto.
Estaba aburrido y algo nostálgico.

___Hace un buen tiempo que no me "meto en problemas"...___.

Balanceaba mis pies al vacío sin perder de vista ese imponente paisaje.

_Desde aquí parece no tener fondo... como se sentirá caer un trecho tan largo?, saber que el fin es inevitable?

A lo lejos esas aves descendían silensiosas.
Me recosté con las manos colocadas en la nuca mirando un cielo tranquilo, algunas nubes estaban dispersas cargadas de lluvia, pero el viento se encargaría de llevar su preciada carga muy lejos.

___Creo que hoy es viernes...___.

Me sonreí de costado al recordar una de las ciudades que recorrí con Ma, la gente de allí, la del bajo mundo sabe como "entretenerse".
continuaba balanceando mis pies pensativo.
Habían pasado unos cuantos meses de nuestra despedida y aunque no quisiera admitirlo, había ocasiones si no fuera por los sueños, todo sería demasiado silencioso, incluso rozando lo lúgubre.
Nuevamente me incorporé y permanecí sentado de brazos cruzados un buen rato, tratando de encontrar alguna razón por la que debía evitar visitar esa ciudad que no estaba tan lejos, ya estaba antojado de algo dulce.

_Está a 20 minutos de vuelo tranquilo...

Aquella vez, decidí usar ropa negra del tipo occidental, nada llamativo, todos pensarían que era un joven de jeans negro con zapatillas y abrigo del mismo tono que no le gustaba quitarse la capucha, más propio de los sabandijas que disfrutan de pintar grafitis y hacer un poco de vandalismo.

Cuando llegué a la ciudad desde el cielo, lo primero que noté fue lo mucho que había crecido, decendí sobre la terraza de un edificio.
Abajo, las personas amontonadas se abrían paso en las calles, era un lugar ruidoso y con demasiada población, pero con bastante cosas entretenidas, que a mi manera de ver a esa edad, merecía el sacrificio de aguantarlos un rato.
Bajé lentamente hacia un callejón oscuro para luego encaminarme sobre la calle principal.
Ya en la zona céntrica, me uní a la multitud, no fue difícil caer en las viejas mañas y conseguir algo de efectivo como en los viejos tiempos de algunos incautos mientras pensaba en que lo gastaría, un subidón de azúcar estaba en mis planes y afortunadamente, no tenía a nadie que me lo impidiese o lo arruine con reproches.

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