Un viaje con compañia conociendo el mundo y a poderosos oponentes, siempre con el objetivo de hacerse más fuerte y finalmente enfrentar a Goku.
Gore y violencia.
El pasado a veces es muy doloroso, aunque hay cosas para rescatar.
Algunos de los p...
Empezamos a recorrer un poco, no fue mucho realmente, el pueblo era muy pequeño, totalmente aislado, más si abundaban las tormentas de nieve.
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No tardamos en dar con el religioso el hombre era muy alto, tenía barba y bigotes muy crecidos, si no fuera por la pulcritud en su ropas y modales, podría pasar por unos de esos pandilleros motociclistas. El religioso se movía con confianza y era saludado por todos de manera amable, parecía haber tomado el control del pueblo, de las voluntades.
_Buenas tardes mis pequeños, que los trae a nuestra humilde comunidad?
_La voluntad del altísimo?
Contestó mi amiga con una gran sonrisa de "niña buena". El religioso sonrió al escuchar esa respuesta. Se acercó le acarició la cabeza.
_Y tu pequeñín? Cómo te llamas?
Se inclinó un poco para verme mejor, en ese momento escondí mi rostro mientras sujetaba con firmeza mi capucha.
_No soy tan pequeño.
Aclaré con mi tono de pocos amigos. El hombre rió divertido por mi comentario.
_Claro que no, seguro eres un niño muy saludable y estás en pleno crecimiento.
Contestó en un tono alegre me acarició la cabeza al igual que a ella, tal vez la capucha del abrigo impidió que notara que no no era humano, pero tuvo que ver que mi piel era diferente. Esa acción me dejó desorientado.
___A qué está jugando!?___.
No me gustó que me tocara, incluso si mi cabeza estaba cubierta, por instinto me paré detrás de ella para evitar más interacción indeseable. Mi amiga hacía preguntas para crear confianza, cosas triviales, como pedir información al estilo turista.
_Dígame, por favor, hay algún lugar lindo o divertido para visitar aquí?
_Si, en realidad son pocos los lugares, tal vez sean más del agrado de sus padres.
___Ahí vien esa pregunta otra vez...___.
... En dónde están sus padres?
_Seguramente muy cerca, de todos modos es imposible perderse aquí, en un pueblo tan chico como este... verdad pequeño?.
_Emm... si.
El hombre se despide, no antes de echarnos una última mirada extraña.
_Ese tipo es muy peligroso, lo siento en mis huesos...
_Huele a carbón y sangre...
Seguimos caminando, ella me tomó de la mano y literalmente me arrastró lejos de allí, de ese hombre.
