— ¿Por qué? — preguntó Oikawa al borde de las lágrimas.
— Ya no me atraes — respondió ____ friamente.
— Ya veo — hizo una pausa mirando al suelo —. Te has cansado de mí más rápido de lo que pensaba — derramó varias lágrimas, las cuales limpió con el dorso de su mano.
— Lo siento.
— ¿Qué he hecho mal? — Oikawa no la iba a dejar ir sin más.
— No has hecho nada mal, Oikawa — al oírla llamándolo por su apellido un dolor invadió su pecho haciendo que sus lágrimas caigan como cascadas —. Simplemente has dejado de gustarme. Las personas se quieren y se dejan de querer.
A él le resultaba extraño que ella no soltase ni una sola lágrima, pues generalmente siempre que se peleaban ambos acababan llorando como magdalenas.
— De verdad que lo siento muchísimo — esas fueron las últimas palabras de ____ antes de darse la vuelta para irse.
[...]
Habían pasado varios días desde que ____ dejó a Oikawa. Éste se pasó absolutamente todos esos días llorando y sin ganas de hacer absolutamente nada. Tenía unas enormes bolsas bajo sus ojos, pues no era capaz de dormir si ____ no estaba en sus brazos y lo único que podía hacer era llorar recordando la manera en la que ella se cansó de él.
Estuvieron saliendo durante los 3 años de la preparatoria. ____ era la mayor inspiración de Torū, siempre se esforzaba el triple para impresionarla y hacerla sentir orgullosa de salir con él. Estaban juntos siempre, eran como uña y carne. Ella lo había apoyado siempre, le ayudaba día a día a superar sus mayores inseguridades.
Era marzo, los últimos días de clase. Se veían pero se ignoraban. Cada vez que Oikawa la veía bajaba la vista al suelo y seguía por su camino evitando llorar más delante suya.
Los chicos del club de voley solo sabían de la ruptura, no de la razón de esta. Excepto Iwaizumi, el cual estuvo haciendo que Oikawa mantenga la compostura.
[...]
Había pasado ya una semana de la ruptura de ambos. A pesar de haber dejado de salir, Oikawa se dió cuenta de la ausencia de ____. Llevaba varios días sin ir a clase y no veía a sus amigas por ninguna parte.
Odiaba admitirlo pero estaba preocupado por ella. En ese tiempo seguía pasándolo mal por ella, pero el dolor disminuía a medida que iban pasando los días.
— ¡Oikawa-san! — gritó la mejor amiga de su expareja llamando la atención de Oikawa.
— Dime, Shimizu-chan — intentó mostrar una sonrisa la cual desapareció al ver las enormes bolsas debajo de los ojos de la chica.
— Esto es de ____ — dijo extendiendo su mano para entregarle un papel el cual Oikawa supuso que era una carta. Pero, ¿por qué ____ le habría escrito una carta?
— ¿Qué? — estaba sorprendido, no iba a negar que una pequeña chispa de esperanza se encendió en él.
— Te escribió esta carta y me encargó dártela.
— Y ella, ¿dónde está? Ha estado faltando estos días y... — se quedó callado al ver los ojos de Shimizu, los cuales estaban llenos de lágrimas. Él sentía que se le iba a salir el corazón por la boca, pues tenía miedo de la respuesta de ésta.
— ____ ha... — se le quebraba la voz y las lágrimas salían con más velocidad de sus ojos —. Ha muerto.
En ese momento Oikawa sintió que el mundo se le caía encima. No sabía como reaccionar ante semejante noticia. Apretó sus dientes mientras intentaba aguantar las lágrimas.
— Gracias — dijo cogiendo la carta antes de irse.
[...]
Ese día Oikawa se saltó el entrenamiento. Le resultó extraño a todo el equipo, pero aún así no se preocuparon, decidieron pensar que tenía algo urgente, pues lo vieron ese día en clase.
Entró a su casa dejando la mochila en la entrada y subió corriendo a su cuarto con la carta en sus manos. Cerró la puerta para después apoyar la espalda en esta y deslizarse hasta el suelo con la carta en su pecho. Las lágrimas que estuvo conteniendo todo el día comenzaron a deslizarse por sus mejillas sin parar.
Miró la carta un segundo antes de abrirla, contemplando la hermosa caligrafía de su exnovia. Siempre le decía lo mucho que admiraba su caligrafía, aunque ella siempre le decía que era una letra normal y corriente restándole importancia.
Abrió en sobre en el que se encontraba una hoja doblada y respiró hondo antes de abrir la hoja para comenzar a leer.
«Bueno Torū, ¿qué tal estás?
Espero que no me odies por lo que te hice, aunque no te culpo si lo haces. ¿Sabes? No sabía como dejarte. No sé si te habrá extrañado o no, pero estuve días pensando en como hacer para no ponerme a llorar a la hora de dejarte, aunque cuando volví a mi casa me pasé el día llorando.
Me habría gustado despedirme de tí de una mejor manera, pero no ha podido ser. Quería que me odiases con todo tu alma para que no te duela ni lo más mínimo mi muerte, Torū. Te sigo queriendo, no me has dejado de atraer, me sigues gustando incluso más que el primer día.
Eres la mejor persona que he conocido en mi corta vida. He compartido mil momentos contigo que valen el universo entero, he conseguido sacarte sonrisas que me iluminaban la vida. Has sido mi primer amor, mi primera vez, mi primer beso y también mi último amor.
Oikawa Torū, gracias por haberme querido a mí. Por haberme elegido aún teniendo a diosas detrás de tí. No sabes lo que me habría gustado vivir el resto de mi vida contigo y pasar de llamarme ____ ____ a llamarme Oikawa ____ y tener mil hijos contigo.
Pero mi familia me lo ha arrebatado todo. No quiero que te sientas mal por no haberte dado cuenta del infierno por el que he estado pasando desde pequeña, el cual ha provocado que me quite la vida.
Torū, espero que no vivas echándome de menos y que vayas a vivir la vida que yo no podré por mí. Que disfrutes, te enamores y vivas. Solo te pido que no vivas culpándote por esto, y que disfrutes de tu vida.
Te he querido más que a nada y te seguiré queriendo esté en donde esté.
Hasta siempre, Torū.»
Las lágrimas de Oikawa no parecían tener fin leyendo esa carta. ¿Cómo no se había dado cuenta de lo que estaba pasando su amada? Se odiaba a sí mismo a pesar de que ella haya aclarado que no tenía la culpa.
¿Cómo iba a seguir viviendo sin ella? Sabiendo que no la volvería a ver ni sentir.
Se llevó la carta a su pecho, arrugándola contra este. Gritó su nombre esperando que así se aliviase su dolor aunque sea un poco, pero fue en vano.
La había perdido para siempre.
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Holis:) Idk qué es este cap, simplemente se me ocurrió hoy cuando fui a correr xd. Con esto quiero decir una cosa: la solución NUNCA es el suicidio.
Es bastante largo, pero espero k os haya gustado bebes:)
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Haikyuu! - One shots.
Fanfictiondebido a mi obsesión con este anime he decidido hacer one shots:). •••••••••••••••••••••• Actualizaciones lentas o rápidas dependiendo de mis ganas de escribir. De momento no acepto pedidos.