Dulce Castigo

545 55 1
                                    

Llevo 2 horas en casa de Hwa, estudiando para los exámenes que tendremos la próxima semana, los primeros como estudiantes universitarios. Y después de leer el mismo párrafo por quinta vez empiezo a preocuparme, no puedo concentrarme, leo las palabras sin prestar atención a su significado porque mi mente ha decidido que es mucho más interesante pensar en mi pequeño dilema amoroso.

Hace dos semanas fue mi cita con Zee y a pesar de que hablamos todos los días por teléfono y enviamos mensajes, no he querido verlo ... o sí, pero no creo que sea una buena idea. Sé que tarde o temprano tendré que ceder, ya que en apenas 8 días se acabará mi excusa de los exámenes. La verdad es que tengo muchísimas ganas de verlo, pero soy un cobarde, tengo miedo de involucrarme demasiado con él ... de enamorarme.

Siendo sincero, nunca he sido una persona con demasiada autoestima, nunca la tuve estando con Perth, y no la tengo ahora. Zee es demasiado para mí, no puedo evitar pensar que debe tener cientos de chicos y chicas muertos por estar con él y sé que por mí nadie desaprovecharía ese tipo de oportunidades. No quiero enamorarme otra vez para pasar otra vez por lo mismo.

Por otro lado está Perth, no tengo parado de enviarme mensajes y de llamarme, me exige que hable con él y sé que tiene razón. No puedo huir eternamente pero ¿qué se supone que deba decirle? Ni siquiera estoy seguro de no seguir enamorado como un idiota de él. Lo echo de menos, pero sé que no me conviene.

- Yo no elegiría ...

-... ¿De qué hablas? - Levanto mi mirada del libro para dirigirla a Earth, en realidad tanto Hwa como yo lo hacemos.

- Saint, llevas horas desvariando ... no prestas atención a lo que tienes delante. Y ambos sabemos la razón. - Sí, todos en aquella habitación sabíamos la razón de mi falta de concentración, pero el único gesto que alcanzó un responder es fruncir el ceño. - No sabes qué hacer con los dos hombres que están locos por ti, porque los dos te gustan ¿no es cierto?

- Sí que lo es.

- Hwa, no contestes por mí, hazme el favor. - La miro unos segundos con reproche a lo que ella contesta rondando los ojos, exasperada. - no es tan sencillo ¿ok? Ambos tienen cosas que me gustan ...

- Pues ya está, ¿por qué elegir a uno si puedes tenerlos a los dos? - Conozco lo suficiente Hwa como para saber exactamente a lo que se refiere, lo de tener ética no es lo suyo.

- ¿Qué? Yo no puedo hacer eso, lo sabes, me conoces. Me sentiría fatal y además me descubrirían al día siguiente, no sé mentir.

- ¿Quién ha dicho nada de mentir? ¡Me ofendes! - Se lleva una mano al pecho, fingiendo aflicción por las palabras tan "crueles" que le he dicho. - Saint, sabes que jamás se me ocurriría una idea tan rastrera, sucia y absolutamente excitante. Además, no he dicho que salgas con los dos, a lo que me refiero más bien, es a que te los quedes a los dos hasta que te canses. - Ladea la cabeza mientras me dirige una sonrisita bastante tierna e inocente, como si estuviera explicando algo a un niño de 5 años.

- Esa no es mala idea, tener dos amigos con derecho no está nada mal. Sólo tienes que dejar claro que no hay compromiso contigo, y así no puedes reprocharte nada cuando te miren con el otro. - Vaya, Hwa ha conseguido entusiasmar a Earth, lo que significa que me costará mucho convencerlo de que aun así, está mal.

- No pienso hacer eso, está mal ...

- ¡¡Vamos Saint !! ¿No estás harto de ser el niño bueno al que siempre engañan? Aprovecha la situación un poquito, dale una alegría al cuerpo. Sabes que te gustan los dos, pues ya está. Tienes a esos dos hombres deseando hacerte cochinadas y tú aquí en plan vieja frígida amargada, lloriqueando y comiéndote las uñas. Por una vez en tu vida, haz lo que te apetece a ti, sin pensar en los demás, ¡sé un poco egoísta!

Junto a Mi ADAPTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora