Cap. 18|| El Primer Momento

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Supongo que no hace falta que os recuerde el desencuentro que tuve con Carlos en la terraza, así que os pondré en situación. Ha pasado una semana. Una semana en la que solo hemos hablado en comidas y ensayos grupales porque era estrictamente necesario. Carlos no me habla por lo que es obvio, yo dije que no quería algo formal y bueno, yo no le hablo porque soy muy orgullosa. Estúpido, lo sé, pero es lo que hay.

Pero, ¿sabéis lo peor de la semana? Los comentarios de mis compañeros.

"¿Qué te ha pasado con Carlos?"

"¿Por qué no os habláis?"

"Antes ni se despegaban el uno del otro y míralos ahora"

Estos tan solo son tres ejemplos, os prometo que hubo muchísimos más, algunos hasta de los profesores.

Y aunque quiero echarle la culpa a la situación, o a otra persona, se que la culpa es mía y de nadie más. Es decir, yo fui la primera que quiso algo con Carlos, pero cuando lo podía tener lo negué, por tener que solucionar cosas fuera.

¿Solucionar cosas? ¿En serio, Julia?

Javi ni siquiera te apoyó cuando te presentaste, nunca te tuvo en cuenta para sus propios planes y cuando te presentaste se fue a Canadá. Y tan solo vino a España para hacerme creer que el me quería y apoyaba.

Pero él no tiene la culpa. La culpa es mía, Javi no vino y me dijo "Dile que no, tenemos que hablar". Fui yo quien eligió una situación irreal antes que una relación que igual podía ir bien.

Y ahora lo único que me impide ir a hablar con Carlos es mi orgullo... Si él no ha venido en toda la semana no estará tan interesado como dijo. Eso es lo que me repito día si día también. Y es mentira. Yo estoy tan interesada como he dicho y mostrado y tampoco voy a él.

Me echo hacia atrás en la silla de la terraza y suspiro, pasándome las manos por la cara. Estoy agotada. Ni siquiera he dormido una noche completa durante toda la semana.

Carlos

Paso frente a la terraza y la veo. Parece agotada, y por un momento se me pasa por la cabeza ir a hablar con ella, decirla que todo va a estar bien y que duerma un rato. Pero luego llega a mi mente la otra noche y se me pasa.

Recorro el mismo camino por el que venía y me meto en la sala de interpretación. Me siento en una de las sillas y coloco la guitarra sobre mis piernas, y comienzo a tocar la guitarra. Movimientos fuertes y bruscos salen de mí, haciendo que rasgue las cuerdas con fuerza y delicadeza al mismo tiempo. Repito los movimientos, casi como algo mecánico, hasta que esa rabia que se había acumulado en mi se disipa y me hace parar en seco.

Dejo la guitarra en el suelo y me recuesto en la silla para cerrar los ojos, como si eso fuese a solucionar algo. Aunque mis ojos cerrados no duran mucho, ya que los abro al escuchar la puerta de la sala abrirse.

Alba.

La miro extrañado y sigo sus pasos hasta que se sienta en la silla que esta justo a mi lado.

- No te voy a pedir que me cuentes nada, porque se que no lo harás. Lleváis así una semana, intentamos entenderos y ayudaros pero huis... Así que me quedaré aquí, si decides hablar esta bien, y si no también. Solo... Estoy aquí para ambos.

La miro, pero no digo nada. Alba es muy buena amiga de ambos, más de Julia, pero yo también he tenido mis cosas con ella. Me ha escuchado en algunas ocasiones, y me ha ayudado en otras tantas. Y por eso mismo, decido hablar, me apago el micro y ella entiende que debe hacer lo mismo.

- No la entiendo... - ella me mira, pero no dice nada, así que sigo - Cuando la bese por primera vez me siguió, luego se enfadó cuando la dije que no quería nada aquella semana... Y cuando pensaba que estábamos en el mismo punto... Me dice que no. Que tiene que aclarar ciertos temas y no se que mierdas más...

Paro de hablar, porque el nudo que se ha formado en mi garganta no me permite hablar mucho más. Pero cuando noto que se ha aflojado un poco sigo.

- Alba... ¿Y si no quiere nada realmente? Igual es todo un puto juego...

- Créeme, no lo es. En el casting final nos dijo que había conocido a un chico misterioso, y que quería haber hablado con él pero su chico se anticipó y que ese mismo día llegaste tú, y eras él. Yo hablé con ella por primera vez ese día, pero Dave dijo que había estado muy insistente con el chico misterioso.

- Eso significa...

- Que le atragiste desde el primer momento, y esa atracción se volvió algo más cuando entrasteis aquí... Sé que lo ha hecho mal, pero entiende que no dejó formalmente a Javier... Igual es eso lo que debe aclarar, Carlos.

Y tras decir eso, mi rubia amiga, se levanta y se va.

💜

Demasiado Tarde // Julright 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora