Las apuestas ilegales en peleas de robots estaban infravaloradas, en serio. Al menos, a Hiro prácticamente le habían solucionado la vida, así que pensaba abogar por ellas hasta que se hiciera viejito y muriera. Entre las cosas que le habían permitido contar estaban:
• Que por fin pudo juntar el suficiente dinero para viajar a Santa Cecilia durante las vacaciones de verano.
• O sea que Miguel ya no iba a estar solo.
• Que pudo aprender más sobre programación, robots y seguir su verdadera pasión.
• Que ya no tenía que estar solito en la escuela
...
...
...
• QuepudoimpresionaraPlasmacállenseparaéleraimportanteyya.
Miren. Mientras Tadashi no lo supiera (porque si lo supiera, pegaría el grito en el cielo: era claro que Plasma no le caía bien y además le llevaba muchos años) todo estaría bien. Sería... su pequeño, lindo, dulce (puaj, él diciendo "dulce") secreto. Nadie tenía por qué saber, podía disfrutarlo en privado... y ahora gracias al plan de Plasma, todo saldría mejor.
—¿Tu hermano quiere que te retires de las peleas robóticas cuando termines de juntar el dinero que te falta para un viaje? —Preguntó ella con cierto asombro.
—Sí. —Había contestado Hiro con cierta consternación. —Sigue diciendo que son muy malas y no sé qué.
—Vaya, qué mal de su parte no apoyarte con lo que te gusta. —Ella torció el gesto. —Sé que quizá para él no son el mejor modo, pero no por eso tiene ningún derecho a juzgarte.
—¡Ya lo sé! Y ya estoy grande, no tengo ocho años, ¡puedo cuidarme solo! Pero él no lo entiende y sigue hablando de su estúpida universidad.
—Bueno, lo apoyo en que quizá sea buena idea que fueras a la universidad. —Afirmó Plasma. —Pero no puede estarte diciendo siempre qué hacer. Técnicamente vas a la prepa, eres más maduro de lo que cree. Deberías poder elegir por ti mismo qué hacer y qué no.
—¿Verdad que sí? Es muy tonto. Siempre dice que "es por mi bien" y todo eso. —Arremedó Hiro.
Plasma sonrió y se sentó a un lado de Hiro, pasando un brazo por su hombro de un modo amistoso. Hiro, al contacto físico, olvidó todo lo que estaba diciéndole y sufrió un respingo en su asiento, dejando que ella le acercara más a su cuerpo que olía más a aceite de motor y metales pesados que a perfume.
Pero a Hiro no le importaba el olor. De hecho, era hasta agradable para él, mejor que cualquier tonto perfume empalagoso de esos que usaban sus compañeras de la preparatoria.
—Tranquilo, mini-genio, tengo un plan para que puedas seguir con tu vida exactamente del modo que quieres.
—¿A-ah, sí? ¿Cuál?
—Tú vete de viaje, y dile a tu hermano que ya no me vas a ver y que todo ha terminado. Yo correré la voz en los círculos de pelea diciendo que te has retirado, así creerá que todo está bien, que ha terminado de verdad, y se va a aliviar y dejar de buscarte. Luego, cuando regreses, ideamos juntos un plan para que regreses a las peleas sin tu hermano interviniendo. ¡Y todos ganamos!
Hiro abrió los ojos admirado. Plasma era inteligentísima, y la adoraba, y menos mal que Tadashi no gustaba de ella porque si apoyara su enamoramiento de seguro el muy cursi le daría su apoyo incondicional y tendría que aguantar sus discursos cursis de siempre, aaaagh.

ESTÁS LEYENDO
No Romo
FanficHiro y Miguel son mejores amigos desde que llevaban pañales. El paso de los años hace que sus amigos crean que es cuestión de tiempo para que acaben casados, pero ellos insisten en que "no homo", no hay nada romántico en lo suyo, simplemente son mu...