Mire con detenimiento a una mujer alta y buena vestida cerca de Yoongi. La madre de mi esposo había decidido realizar una pequeña fiesta en su casa donde por supuesto, invito a muchas mujeres. Esta vez decidí colocarme un vestido que me pareció muy bonito y solo arreglé mi cabello un poco.La mujer era realmente preciosa tanto que mi autoestima se encontraba por los suelos pero ¿Yoongi me ama, no? Oh, aquella pregunta rondaba por mi mente una y otra vez. Mi esposo parecía solo contestarle con oraciones cortas mientras que yo me encontraba en la mesa bebiendo un poco de vino acompañada de mi soledad. Todas las mujeres que tenia como "amigas" se encontraban con sus esposos teniendo una conversación alegre con demás personas importantes dentro de la industria empresarial.
—Cariño, ¿como te la estás pasando?—Su madre tomó asiento frente a mí, en su mano derecha se encontraba una copa de vino tinto la cual sostenía con mucha elegancia. Ella irradiaba elegancia por todos lados, no era algo nuevo.
—Bien, supongo.
—Oh, ven. Vayamos a la terraza, no te preocupes por Yoongi que estará ocupado por unos momentos—Se levantó para después extenderme la mano, la tomé con una pequeña sonrisa en mi rostro que era más falsa que sus labios llenos de botox.
Nos dirigimos hacía la terraza que por cierta, era preciosa. Las primeras veces que me trajeron a estos lugares lujos fue una maravilla y un suelo hecho realidad pues parecía que me encontraba en un cuento de hadas. Ahora estaba más que acostumbrada a los lujos a pesar de que no me los daba, solo poseía un auto. De ahí en adelante, todo el dinero que Yoongi ganaba se iba a una cuenta o él invertía en algunos negocios.
—¿Cuando tendrán hijos?—Su madre volvió a preguntar por milésima vez en toda la semana, de verdad no entendía el porque anhelaba un bebé.
—No lo sé, ese tema no ha sido tocado por ninguno de los dos—Sentía la brisa del aire chocar en mi rostro la cual hacía que mi cabello volará y lo disfrutaba. El aire era fresco que podría relajarte en segundos y aún mucho más si estuviera sola. Poco a poco el manto nocturno cubrió la ciudad.
—Deberían pensarlo ¿no crees? Es decir, Yoongi necesita un heredero—Movía sus pendientes caros exageradamente y sonría en grande, quien diría que era tan falsa.
—¿Y si es niña?—Alcé las cejas, podría suceder.
—Oh no, estoy segura que será un niño.
Solté un suspiro apretando mis labios para no responder groseramente, ella no podía decidir aquello. Sin decir una palabra más, bebí el vino tinto de mi copa con pequeños tragos.
—Iré de nuevo a la mesa, tal vez Yoongi ya se encuentre—La señora se encogió de hombros y me apunto la salida con su mando derecha donde sostenía la copa. Le dediqué una reverencia corta y salí del lugar, las veces que solía hablar con ella me causaba tantas ganas de gritarle y decirle todo lo que pensaba sobre ella.
No veía a Yoongi en la mesa pero si en el mismo lugar donde se encontraba hace unos minutos atrás, seguía con aquella mujer pero ahora su rostro serio se había convertido en una sonrisa. No era celosa por que sabía que él también tenía amistades femeninas pero la inseguridad me atacaba tanto que mi mente se hacía preguntas sobre si en realidad me ama o me estará engañando con ella u otra mujer. Voltee mi mirada hacia el plato de bocadillos que se encontraba frente a mí y decidí comer unos pocos, fue en cuestión de dos minutos cuando mi mirada volvió a Yoongi y mi corazón se rompió por completo.
Se besaban.
Decidí no mirar más y salí corriendo de la fiesta sin importarme qué todos los presentes tuvieran sus miradas en mí algo desconcertados por mi acto. Escuche los gritos de Yoongi detrás de mí pero decidí ignorarlo, no quería saber de él por el momento. Al llegar a la avenida, esperé que un taxi pasara para irme de esta horrible fiesta, estaba harta de su familia y todas esas mujeres más guapas. Las lágrimas salían y salían sin querer detenerse lo cual era un impedimento para mi vista pues se encontraba borrosa.
—Sora—Su voz me causo escalofríos, me abrace a mí misma cuando la brisa choco conmigo.—Cariño, no fue como tú lo piensas.
—Vete—Susurré, le hice la parada a un taxi que de milagro había aparecido por la avenida. Sin mirar hacía atrás, me adentre.
Una vez dentro, le di indicaciones para ir a mi departamento. Este se encontraba en un barrio muy normal, nada de lujo pero tampoco pobre, solamente medio. Hace algunos años vivía en el cuando me encontraba en la universidad, una total desperdicia por que como tanto mis padres y Yoongi no quieren que yo trabaje ¿por que? Dicen que no lo necesito cuando mi esposo ocupa el lugar número cinco de los más ricos en todo el país. ¿Eso a mí en que me beneficiaba? Si, en qué podría tener cualquier cosa que se me diera la gana en cuestión de segundos pero de eso no se trataba, yo debía superarme y no solamente dedicarme a ser "ama de casa". No me partí la espalda estudiando Ingeniería Industrial para después no utilizar mis habilidades en algún trabajo. Noches desvelándome, estrés, dolores de cabeza por los trabajos para que al final, fuera todo en vano.
Mi inseguridad llegó cuando Yoongi se dedicó más a la empresa de Chanel junto a todas sus modelos, además, todas esas mujeres que si madre invitaba a las fiestas que solían ser modelos de otras empresas. Algunas de ellas se trataban de extranjeras, no precisamente asiáticas pero no destacó que todas por igual eran preciosas. Más que yo, por supuesto.
Me desplomé al cerrar la puerta detrás de mí hasta caer al piso con mi cabeza entre mis piernas ¿que debía hacer para ganarme el lugar como la esposa de Min Yoongi? Por qué nadie me veía de esa manera, no me trataban con respeto como lo hacían con él o sus hermanas. Algunas veces ni siquiera se acercaban a saludarme.
Perdí la noción del tiempo de cuánto estuve en el piso sollozando como una bebé, me levanté del piso cuando mi cabeza dolía para beber un gran vaso de agua y el dolor pasara. La puerta del departamento fue tocada, sabía que se trataba de él.
—Sora, abre. Se que estás ahí.
Deje el vaso en la el fregadero y caminé hacia la puerta.
—¿Podrías irte? No tengo fuerzas para discutir—Trate de cerrar la puerta pero él la detuvo y se adentró al departamento.
—No hay por que discutir Sora, estoy aquí para darte explicaciones por qué te las mereces y no es como tú lo viste—A pesar de que su voz era muy ronca y gruesa, sus palabras salían con delicadeza.
Me senté en el sofá sin mirarlo, por alguna razón no quería hacerlo pero Yoongi parecía buscar mi mirada a toda costa.
— Aquella mujer es una modelo, nuestra conversación empezó por que según mi madre, quería entrar a la empresa. Estuvimos hablando de eso y de un momento a otro, me besó. Me moleste demasiado y bueno, le grite un par de cosas que no debía hacerlo por qué después de todo hay que respetar a una mujer pero está enterada que soy casado y no debió hacer aquello—Tomo mi mentón para hacer que lo mirara a los ojos, su rostro me gritaba preocupación por la forma en la que me miraba.—Cariño, sabes perfectamente que en todos estos años que estamos juntos, nunca te he mentido y ni lo haré. No hay razones para hacerlo.
Asentí, por qué así era. Yoongi nunca me ha mentido y sería una mentira que él hubiera seguido el beso o al menos que lo hubiera iniciado. Lo conozco perfectamente.
Me hundí en su pecho y en segundos me rodeó con sus brazos, era tan cálido y como siempre, olía delicioso. Por alguna razón seguía sollozando pero él no decía nada, solo besaba mi cabeza.
—No olvides lo tanto que te amo, amor. Ante mis ojos eres la mujer más perfecta que he visto.
——
Esta historia me pone soft, imaginarme a Yoongi así es tan bonito 🥺
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Louder Than Bombs ✘ Min Yoongi
Romance"Te prometo que estaremos juntos, somos más fuertes que las bombas". Aún queda suficiente amor entre nosotros como para tomarle importancia a las malas lenguas. A veces no se como alegrarte ni lidiar contigo pero sé que no quiero vivir sin ti. myg. ...