Desde la entrada de la habitación veía a Sora en cama, parecía estar en otro mundo con la mirada colocada en el techo como si este fuera lo más importante. No comía, no dormía. Por más que trataba de que ella estuviera mucho mejor, nada lograba. Solté un suspiró para después pasar mi lengua por mis labios, me sentía demasiado preocupado por ella y demás.—Preciosa—La llamé caminado hacía ella, bajo un poco su mirada y me miró por primera vez. Sus ojos se veían demasiado hinchados, rojos y se veía aún más pálida. Llame a la sirvienta para que trajera el desayuno, Sora debía comer si o si—Debes comer.
—No—Susurró en un hilo de voz. Se escuchaba destrozada como si le costara pronunciar las palabras. Me dolía demasiado verla de esa manera, estaba tan ilusionada por ese bebé que llegaría pronto, en un ataque de ansiedad se le ocurrió lanzar toda la ropa que había comprado por la ventana la cual cayó en la piscina. Fue la última vez que se levantó de su cama.
Ella volvió su mirada al techo mientras acariciaba su estómago, no podía dejarla sola, no quería pero tenía que irme a la empresa o todo se irá abajo con el contrato que acaban de ofrecerme y debido a eso, debía viajar en una semana. Sora no querrá venir conmigo, no tiene ni siquiera los ánimos de bajar a comer algo. Solo se levantaba a tomar una ducha y después volvía. Ya era rutinario.
—Amor, debes hacerlo. Podrías tener una recaída—Me coloque a su lado pasando mi brazo por arriba de su cabeza, el restante lo coloque arriba de sus manos rozando un poco sus dedos pálidos y algo fríos, Sora volvió a empezar sollozar por lo bajito. La atraje hacía mí donde ella depositó su frente en mi pecho aferrándose, los dos sentíamos el dolor de la pérdida.
—Me duele mucho Yoongi, ¿por que sucedió esto?—Bese su mejilla sin responder su pregunta, solo opté por enredarla entre mis brazos para que sintiera mi calor. Acaricié con delicadeza su cabello azabache y perfectamente lacio.
—Todo pasará, no era el momento preciosa. En algunos meses más podremos intentarlo de nuevo y te conseguiré los mejores ginecólogos para que lleves un embarazo muy cuidado.
—¡No!—Gritó al mismo tiempo que me empujaba con sus pequeñas manos, no hice nada por quitarme, de hecho, ella no tenía tanta fuerza como para lanzarme al suelo. Solo me movió un poco pero no más.
—Sora, tranquila—Hice una mueca forcejeando con sus manos para que ella parara de querer quitarme de su lado. Se rindió después de algunos segundos volviendo a soltar sollozos fuertes en mi pecho. Se encontraba demasiado destrozada y debía hacer algo por ella.
A los poco minutos de acariciar su cabello y mejilla como si fuera una bebé de cinco años, la convencí para que bajara a comer por lo menos algo de fruta y agua. Debía hacerlo debido a que su estómago no se encontraba lleno y si comía demasiado podría causarle vomito o algo parecido. La cocinera le extendió un plato de frutas combinadas junto a un vaso de jugo de naranja. Sora sorbió su nariz mirando atentamente a su plato como si este fuera lo más interesante del mundo, parecía estar dudando pero después de un momento tenso, lo hizo. Tomó el tenedor y pinchó la primera fruta para adentraros a su boca y masticar con lentitud.
La mire desde la puerta del comedor con mis brazos cruzados y mi hombro izquierdo apoyado en el marco. A pesar de que Sora se veía muy mal, con ojeras pronunciadas y los rastros de lágrimas en sus mejillas. Decidí sacar un cigarrillo del bolso de mi pantalón colocándolo entre mis delgados labios y buscando con la mirada el encendedor, estaba situado arriba del buró. Lo encendí y succioné con fuerza.
—Amor, tengo que ir a España por algunos negocios. Creo que sería bueno que vinieras, es decir, para que te distraigas—Empecé a explicar, Sora no me miró, al contrario, me ignoró. Chasquee la lengua y camine hacía donde se encontraba quedando en la esquina de la mesa—Sora, te estoy hablando. No me agrada que me ignores, lo sabes. Solo quiero que me respondas si o no.
—No, no iré contigo—Susurró, solté el humo grisáceo y tan tóxico que me encantaba.
—Pero cariño, no puedo dejarte aquí sola, nadie podrá hacerte compañía.
Sora soltó el cubierto causando un pequeño estruendo por toda la sala debido al eco, se levantó de su silla y caminó con pasos torpes hacía mí.
—No soy una niña para que me dejes una niñera, Yoongi. Estaré bien—Su voz salió tan pacifica que no me creía sus palabras. Sabía que ella se descuidaría tanto que no comería o dormiría y realmente no había nadie que pudiera venir a acompañarla porque ciertas personas se encontraban fuera del país o en otros asuntos más importantes. No quería que algo le sucediera mientras yo me encontraba en España, sería una irresponsabilidad mía el dejarla.
—Irás conmigo quieras o no, lo he dicho. Lo siento Sora—Me encogí de hombros, ella frunció el entre cejo y negó con frenesí—Cariño, por favor, deja de resistirte porque si me acompañaras.
—Te he dicho que no Yoongi. Por favor déjame, no estoy en condiciones de irme de viaje como si fuera a festejar algo.
—No festejaremos nada, simplemente necesito que me acompañes porque no quiero dejarte aquí sola. Estarás conmigo en todo momento. ¿Entiendes mi punto?—Lleve el cigarrillo a mis labios para volver a succionar, Sora hizo una mueca por su olor. No le agradaba pero aún así lo hacía.
—¡No quiero! ¡Entiéndelo!—Grito con molestia, asentí con lentitud y me di la vuelta.
—Sora, no es pregunta, lo harás—Declare.
—¡No! ¡Me quedaré aquí en casa! ¡No iré contigo a ningún lado contigo!—Por alguna razón empezó a llorar de nuevo, la cual no sabía. Eché mi cabeza hacía atrás y solté un grito de frustración.
—¡He dicho que si y punto, Sora! ¡Olvídate de lo que sucedió con ese bebé, no podemos hacer nada!—Mi voz salió demasiado ronca y gruesa causando que ella diera un brinco en su lugar muy asustada. Nunca le había gritado de esa manera—Ve a arreglar tus pertenencias, ahora.
Le indiqué, Sora limpio algunas de sus lágrimas y se dio la vuelta algo cabizbaja, apague el cigarrillo y lo tiré al bote de la basura que estaba enfrente de mí. Frote mis manos contra mi rostro en señal de frustración y seguí su camino para arreglar mi ropa y demás. Esto sería algo difícil y tan frustrante pero era mi esposa y la debía cuidar en todo momento. Pase lo que pase.
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Louder Than Bombs ✘ Min Yoongi
Romance"Te prometo que estaremos juntos, somos más fuertes que las bombas". Aún queda suficiente amor entre nosotros como para tomarle importancia a las malas lenguas. A veces no se como alegrarte ni lidiar contigo pero sé que no quiero vivir sin ti. myg. ...