Louder Than Bombs ✘ Min Yoongi

XVI

— Señorita Min, no tiene de que preocuparse, todo esta listo y en su lugar. Tal y como lo ordenó el señor — Me comunicó la chica que se encargaba del diseño como tanto en su empresa y ahora en casa. Desde el día de ayer hablaba de ella una y otra vez diciendo que tenía unas grandes ideas para diferentes proyectos y que le encantaban demasiado que trataría de trabajar juntos para crearlas.

Y yo se que no debiera molestarme por esto pero es inevitable cuando el único tema entre nosotros se trata de ella. Si, tiene un gran talento que nunca había visto, sabe colocar y combinar a la medida que quedas fascinado pero que tu esposo solo esté hablando de ella como si fuera la mejor mujer del mundo, si duele un poco.

— Muchas gracias, Hye. Te ha quedado muy lindo, cuando Yoongi me habló de ti automáticamente vinieron altas expectativas sobre ti. Y no me equivoqué — Sonreí, observando mi alrededor. Las personas que trabajaban para ella iban de un lado a otro, llevándose los materiales que ya no utilizaban para por último limpiar la casa y dejarla impecable.

— Oh, eso me encanta. De verdad estaba muy nerviosa porque pensé que estaría sobre mí todo el día exigiendo los colores, la posición y bueno, todo lo demás.

— No, no soy de esas personas — Solté una risita — No quise intervenir, pensé que si Yoongi te tiene una gran confianza, no debo preocuparme por el decorado.

Antes de que ella respondiera, Yoongi llegó vistiendo el típico trajese vestir en color negro que utilizaba todos los días para el trabajo. También llevaba algo muy distinto en él y que solo una vez ha usado después de nuestro matrimonio: una bandana. Antes, cuando teníamos aproximadamente veinte años, la mayoría de las veces portaba una, diferente color, pero lo hacía.

— Hey, ¿te gusta como ha quedado? — Llegó a mi lado, asentí con una sonrisa y él me la devolvió pero sin mostrar su dentadura. Después su mirada cayó en la diseñadora — ¡Hye! Hiciste un buen trabajo, de verdad que me ha gustado todo lo que has hecho con este evento. ¿Gustas quedarte?

Miré a Yoongi totalmente con confusión, se habían ido del living sin siquiera mirarme, como si estuviera pintada o no fuera alguien más dentro de este hogar. Los vi desaparecer de mi vista conversando tan animados que sentí como si yo fuera la que estorbaba. Por último, me dediqué a soltar un suspiro y tratar de mantener una sonrisa en mi rostro para los próximos invitados.

Estábamos en el aniversario de casados, un año más para este matrimonio que pensaba perfecto.

— Parece que mi hijo ha encontrado buena compañía, eso me alegra demasiado — Sonrió tan hipócritamente que de inmediato borre cualquier pizca de alegría que había en mí — Pero bueno, en cualquier momento iba a suceder, ¿no crees? Después de todo, Hye es una mujer preciosa y con buenos modales.

— Que pesar... — Susurré. La madre de Yoongi alzó una de sus cejas maquilladas y me miró con superioridad.

— Tal vez te moleste demasiado que tu hijo no será el primer heredero y lo lamento tanto que tú plan para sacarle todo el dinero a Yoongi, no haya funcionado. Tendrás que buscar otro empresario de la talla de mi hijo.... ¡Ah, cierto! No hay nadie más — Soltó una risita, causaba que mi sangre hirviera por sus palabras tan insignificantes.

¿Porque siempre ha estado en contra de mí? Han pasado tantos años que estoy a lado de su hijo y me atrevo a decir que prácticamente la mitad de su vida. ¿Todo esto era porque no soy una mujer de la alta sociedad?

— Ya, según usted, cree que me arde demasiado que mi hijo no sea el primer heredero... — Me crucé de brazos y retrocedí un paso para mirarla mejor, de igual manera que ella lo hacía — De acuerdo, señora Min. No voy a mentirle que al principio me molesto un poco pero por el hecho de que Yoongi no me había comentado absolutamente nada de esto y hasta la fecha sigue siendo así. Pero esto es un tema privado de mi matrimonio, por otro lado, no se preocupe que nadie le quitará el dinero a su precioso hijo. Porque de todas maneras, el sesenta por cierto de sus negocios, propiedades, autos y todo lo que él tiene y unas hojitas en blanco con mi firma dan a conocer que me pertenecen porque él así lo decidió. Un placer que esté aquí con nosotros, nos vemos — Le dediqué una mirada de triunfo y seguí mi camino en dirección al jardín donde nos reuniríamos todos para celebrar nuestro aniversario.