Louder Than Bombs ✘ Min Yoongi

VII

El viaje había sido demasiado agotador, habíamos tardado catorce horas en hacer presencia en Paris. Desde que había llegado al aeropuerto me mentalice que debería disfrutarlo sin importar que las personas con las que iba acompañada no eran de mi total agrado. Y debía estar alegre y feliz debido a que junto a Yoongi habíamos decidido tener un bebé. Su madre y la mía darán gritos por todos lados en cuanto se enteren.

Mi único problema: La señora Min desea que sea un varón.

—Sora, que linda te ves—La esposa de Park, Sunni, me regalo una sonrisa que al igual que sus palabras las sentí hipócritas. Sonreí en agradecimiento sin mostrar mis dientes.

—Es verdad, poco a poco llegarás a deslumbrar en cualquier lugar—La señora Min se deshizo de sus lentes de sol y me miró pro sin mostrar ninguna pizca de alegría o algo parecido. Solté un suspiro y me di la vuelta para tomar mis maletas.

Empece mi caminar detrás de ellas quienes solo conversaban de lo precioso que era el lugar y demás. Tome mi celular para avisarle a Yoongi que ya había aterrizado en dicho lugar. El auto nos esperaba fuera del aeropuerto, la señora Min tenía todo perfectamente planeado desde un día antes y de hecho para mí fue una sorpresa total que me invitara al viaje. Realmente pensé que ni siquiera me dirían que debía estar presente. No me agradaba tanto el derrochar dinero en cada tienda de marca que se me cruzara pero Yoongi insistía en que no importaba, después de todo, el dinero era lo que más le sobraba. Y he llegado a pensar que si todo fuera al revés, estaba cien por ciento segura de que dirían que me aprovecho de él y que gasto a horrores. Nunca tenemos contentos a las personas.

—Vamos Sora, el día de hoy descansaremos muy bien para mañana a temprana hora salir a desayunar y recorrer las calles—Hye entrelazó nuestros brazos, asentí con una pequeña sonrisa antes de adentrarnos a la camioneta.

Decir que las calles son preciosas, le quedaba corto, la primera vez que había estado en el lugar fue maravilloso a pesar de que no lo disfruté debido a que solamente fue un viaje de negocios por parte de Yoongi. Y fue algo exprés. Sin embargo, ahora podría hacerlo sin ningún inconveniente o estar al tanto de que mi esposo necesitara algo. Sonreí en cuanto llegamos al hotel, se situaba justamente frente a la torre Eiffel dando una espectacular vista.

—Recuerda que a las siete de la mañana debes estar lista, cariño. Descansa y no te preocupes tanto por mi hijo que él estará muy bien—Colocó su mano izquierda en mi espalda y me dedicó una mirada que no supe descifrar. Era como si le molestara que me preocupara tanto por Yoongi pero ¿como no hacerlo? Es decir, es mi esposo y es más que obvio que me preocupa dejarlo por una semana cuando nunca ha pasado. Siempre suele llevarme a sus viajes de negocios aún así diré sólo un día o menos. Yo siempre estaba presente porque él así lo deseaba.

—Claro, igualmente—Susurré, detuve mis pasos en la habitación que me había tocado. Decoraciones en color blanco con dorado dándole ese toque elegante que hasta cierto punto me encantaba demasiado. La habitación me recibió con un olor agradable, a rosas. Lo primero que hice fue abrir el gran ventanal donde se dio a descubrir la torre brillando como si esta fuera la luna.

Tome mi teléfono móvil para revisar si Yoongi había enviado algún mensaje y si fue así. Un "te amo y diviértete, amor" fue lo único que recibí, sonreí como tonta por aquel mensaje que a pesar de ser pequeño, me hacía feliz. Él nunca me escribía mucho debido a que siempre prefería llamarme. Pero esta vez fue algo rápido.

Calculaba que por lo menos llevaba más de diez mil euros en las bolsas que muy apenas y podía cargar. No se en que momento me enamore de la ropa y maquillaje pero fue así. Tal vez por mis gran "amigas" me alentaron. Después de todo, Yoongi había depositado una buena cantidad que ni siquiera había gastado la mitad todavía. De hecho, compre algunas blusas y vestidos para embarazadas debido a que bueno, según mis cálculos, en poco tiempo podría presentar los síntomas o tal vez no. No lo sabía. Cada cuerpo es diferente.

Resultó ser que Yoongi hizo presencia en Paris después de que debía estar presente en una reunión. Ahora mismo lo veía venir hacía mí con su traje en color negro y una bandana del mismo color con detalles en blanco. Bueno, eso era nuevo en él. Desde que éramos adolescentes no las usaba. Sonreí en cuanto se colocó frente a mí y me tomó de la cintura.

—Hey, que gusto verte—Susurró riendo, coloque mis ojos en blanco y rodee su cuello con mis brazos. Unió nuestros labios en un beso tierno donde siempre transmitíamos nuestros sentimientos.

—Me alegra verte aunque sea por poco tiempo.

—¿Todo va bien? Por lo que veo has comprado mucho, eh—Desvío su mirada a las infinitas bolsas que se encontraban en el suelo. Nos encontrábamos en un restaurante donde su madre y las demás seguían comiendo.

—Si, ¿te molesta? Es decir, es demasiado y...—Me interrumpió.

—Sora, te he dicho que no me molesta. Al contrario, me gustaría que compraras lo que te complazca sin pensar qué tal vez me molestaría o algo parecido. Trabajo muy duro para tenerte como la reina que eres—Acaricio mi cabello, sonreí como una tonta y me deje abrazar recargándome en su pecho.

—Próximamente llegará una personita a la cual puedo jurar que tratarás mucho mejor—Aun seguía en su pecho, Yoongi no era tan alto pero para mí si lo estaba demasiado. Sus amigos suelen burlarse por ser el más pequeño junto a Jimin.

—No quedarás de lado, amor. Gracias a ti tendré ese bebé que después de tantos años, llegará y no puedo estar más feliz por eso. Te amo—Susurro en mi oído causándome una revolución por todo mi cuerpo. Sentí escalofríos al momento que lo hizo por su voz ronca pero sus palabras tan lindas. Que día con día me encantaba recibir.