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Estás tan débil ahora...
Mirarte es solo ver a un lindo joven sin vida.

Ven conmigo y toca la guitarra, será divertido recordar los viejos tiempos un rato. Sabes que lo necesitas.

Todo nuestro alrededor es lo que viste en aquel primer viaje con lsd.

Toca la guitarra por favor... Se nuestro gran maestro una vez más.

No puedo. Ya lo ví todo y Rose me ama... Esa guitarra me condenó. – Tomé aire.

Tarde o temprano lo harás.

* + .•°

* + .•°

* + .•°


– Syd mi amor, despierta – Rose me movió suavemente.

– Tuve un sueño muy raro... – La abracé.

– Cuéntame – Me besó la mejilla.

– Había una voz diciéndome cosas sobre mi... Quizás esté nervioso por el viaje y cuando me pongo ansioso suelo ser muy débil – Dije avergonzado.

– ¿Consumieron mucho Syd? – Me abrazó.

– No te voy a mentir, tuve una revelación... Pero creo que puedo confiar en mí, tanto como para que te sientas muy segura conmigo. – La besé.

– Estoy un poco enojada por eso... Estás consumiendo demasiado y Bill ya no me guarda ni un porrito – Dijo.

– Estuvimos muy locos ayer.

– Se nota, la guitarra lo dice todo...

– Te amo Rose. Quiero que este viaje sea el mejor que hayas tenido, eres mi chica y te haré tan feliz – La abracé.

Le di caricias y un corto beso.

Ella hizo el desayuno y yo llamé un Uber para irnos al aeropuerto. Creí que se llamaban taxis aún.

– Te ves... Demasiado bien, preciosa. Y si eso no es suficiente digo que mi corazón está latiendo muy fuerte por tí. Que lindo cabello y esos hermosos ojos – Sonreí tímido.

Rose llevaba un hermoso vestido transparente con rayas de zebra que la hace ver preciosa. Su cabello y su maquillaje, toda ella se ve hermosa.

– Vaya y yo sin ponerme la camisa... Estoy dejando de ser un galán – Dije sonrojado.

– Para mi te ves sexy así – Se acercó a mi – Tengo preparado otro outfit cuando lleguemos allá y también preparé uno para tí – Sonrió tímida.

– Voy a ponermelo – Sonreí.

Una camisa blanca tela brillante con un pantalón rojo casi vinotinto.

Que recuerdos...

Cuando salimos las personas nos miraban raro pero yo no entendía por qué. Nos subimos al auto con nombre robótico y Rose me abrazaba en el camino.

𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩       | 1971©. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora