The Gnome🍄

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Rose;

Abrí mis ojos sintiéndome en una ilusión, mi cabeza me daba vueltas y aún no podía encontrar un lugar fijo en el cual observar con claridad porque me encontré cara a cara con la resaca otra vez.

Voltee a mi lado y allí dormía Siamés que me cubría con su abrigo, me abrazaba y balbuceaba muchas cosas en voz baja.

– Galletas... – Dijo mientras dormía

Sonreí al verlo y sentí la mirada de alguien pero todos seguían dormidos y Syd decía cositas aún.

Observé a un hombrecito mirándome y los vellos se me pusieron de punta, su mirada fija y nariz regordeta me hicieron reír un poco. Ví a dos hombrecitos más pero ellos se decían cosas hasta que uno de ellos se acercó.

Llevaba una túnica escarlata y una capucha azul, se veía más llamativo que los demás y tomó mi mano.

– Me llamo Grimble Crumble. Soy el líder de los gnomos, ¿Tu eres la hechicera no es así? – Me miró

Asentí por seguirles el juego.

– Ven conmigo. – Apretó mi mano

Me levanté y comencé a caminar con los gnomos hacia donde me había señalado Syd ayer, allí vería su colonia y si tengo suerte quizás pueda conseguir un unicornio.

– Usted es la mujer más poderosa de todo este lugar ¿Lo sabía? – Me dijo el amable gnomo mientras nos alejamos de los demás

– Ayer le tiré unos destellos a Gato Siamés en el pecho por accidente – Dije nerviosa

– ¿Gato Siamés? ¿Pero él no era el que tenía todo el poder del mundo? – Me miró

– Él me dió todo su poder – Lo miré y su reacción de sorpresa hizo que ellos sacaran unos trinches al rodearme

– ¿Cómo pudo hacer algo así? Seguramente lo hechizaste con tus encantos femeninos para robarle su poder verdad ¿Eres mala? – Me señaló con esas púas metálicas brillantes

– S-soy Rose, su amiga y jamás haría eso. Él me los dió porque quiso. – Respondí con nervios

Los gnomos se miraron entre ellos y asintieron.

– Estamos confiando en tí, adelante. – Señalaron un camino muy diferente a todo ese verde donde dormimos ayer.

Me llegaba un olor a guiso desde la lejanía pero no sabía bien por qué yo estaba siguiendo a un montón de enanos solo por "ser la hechicera".

Observé todo con detenimiento y el sitio se veía más verde, la frescura de la brisa mañanera me hicieron sentir sensaciones de pureza en el cuerpo. A lo lejos había un chico pero no podía distinguirlo, él jugaba con otros duendes pero al darse la vuelta corrió a esconderse con los demás.

– ¿Y él quien es? – Dije muy extrañada

El gnomo me sonrió y tomó mi mano para que corriera con él.

– ¡Quiténle los zapatos! – Dijo el gnomo Grimble Crumble

Ellos me rodearon de nuevo y ví como lanzaban sogas para envolverme. Ellos tomaron un palo y me amarraron a él para terminar de llevarme a su colonia mágica.

Ví en enorme caldero y muchas duendes tiraban todo tipo de verduras, solo traté de pensar en lo mejor y ellos no me harían en sopa.

– Por fin vamos a probar el guiso de hechicera – Dijo otro Gnomo y el que me incrustó al piso con ese palo al que me habían atado.

𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩       | 1971©. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora