Veintiuno

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Hay gatitos, gatitos en llamas.
Uno está maullando y el otro está casando.

1967;

Los chicos y yo nos adentramos a las fiestas salvajes de Amsterdam con la mayoría de las personas. Obtuve muchos cambios de looks porque al parecer no podía verme mal, Syd se encargó de elegir toda esa ropa para mi y yo no podía estar cerca de él porque mi odio crecía, el ambiente se ponía turbio con nosotros juntos.

- Hola ¿Ya dejaste la ridiculez? - Llegó fumando

Lo ignoré y bebí con los chicos.

- Rose tengo que hablar contigo. - Dijo serio

- ¿De que quieres hablar? - Le tiré el humo en la cara

Él se mordió el labio.

- A solas...

Negué.

- Hasta que no me lleves a ver a Syd tú y yo no hablaremos de nada. No quiero trucos y tampoco tus trampas de siempre. No he ido a descansar - Dije seria

- ¿Y para que quieres descansar? - Se sentó a mi lado y yo observé a los demás chicos allí parados en el tiempo al igual que todas las personas del lugar

- Porque lo necesito. - Dije seria

- Podemos ir a mi habitación y allí podrías descansar - Me besaba el cuello

- Llévame con Syd. - Quité su cara de mi cuello

- ¿Que tengo que hacer para que hagamos un trato? - Se enojó y eso hizo que uno de los focos explotara

- Hasta que no me lleves con mi Syd yo no haré ningún trato contigo, déjame verlo y poder hablarle. Lo necesito... - Dije con algo de tristeza en la voz

Él dió un gran suspiro.

- Tienes 15 minutos. - Me miró con seriedad y encendió un nuevo cigarro

Parpadeé y ahora me encontraba sentada en el jardín de una casa. Me miraba el atuendo y el olor a cigarro era muy grande, en pocas palabras vestía como una prostituta.

Me levanté del pasto y observé la casa con detenimiento, ¡Esta es la casa de Syd en 1971!

Golpeé la puerta varias veces y no parecía haber nadie.

Esperé un poco más y toqué de nuevo ahora con más fuerza, solo tengo 15 minutos y el tiempo corre.

- ¡Syd soy Rose ábreme! - Golpeé más fuerte

Escuché unos pasos rápidos y al abrir ví a mi Syd con lágrimas en los ojos, nuestras respiraciones se conectaron y me le tiré encima para besarlo, lo extrañe mucho y espero que él también a mí.

- Rose mi amor perdóname por ser un tonto - Syd me abrazaba fuertemente y sin ánimos de soltarme nunca

- Si me quiero casar contigo Syd... - Le dije con los ojos repletos en lágrimas

- Luego hablaremos de eso, ¿Cómo hiciste? ¿Cómo viniste? - Me tomó la cara con amor y sus ojos brillaban

- Hablé con tu versión de 1967, pues déjame decirte que te odio en ese año porque bueno... Al parecer a esa versión tuya solo le gustan las modelos - Dije

𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩       | 1971©. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora