②⓪ Ummagumma

89 11 43
                                    

1967;

Pink Floyd alcanzó el éxito gracias a su álbum The Piper at The Gates of dawn, habían hecho un trabajo exquisito a tal nivel de deleitar a los jóvenes con este nuevo movimiento llamado "Rock psicódelico".

La única chica del grupo apareció en la contra portada posando en un gran vestido rojo con dijes de gatitos. Ellos ya lo tenían todo, son una banda famosa y reconocida en el país, las oleadas de fans están a su alrededor, las modelos no paran de llegar y Rose vió la fama con otros ojos. "Es sensacional".

*

Pasaron tres días desde que Rose visitó su propio palacio junto a Gato Siamés que ahora estaba muy adolorido de las costillas. Ella le exigía ir al doctor pero él se negaba porque podía solucionarlo con sus poderes.

En este momento ambos estaban en la habitación de Gato Siamés dónde Rose estaba en ropa interior buscando que ponerse para la fiesta de hoy, los chicos habían conseguido el éxito y debían celebrarlo en un evento totalmente organizado para ellos.

Gato Siamés y Rose;

– ¿Que me puedo poner mi amor? – Miré su closet y allí estaba el atuendo que usó para la portada del álbum.

– Te puedes poner encima de mí y besarme – Le dije desde la cama

Sonreí y me acerqué a él para subirme encima, recorrí su cuello con besos hasta llegar a sus labios. Tomó mi rostro para besarme también y dar sus gemidos de dolor.

– ¿Cuando usarás tus poderes para acomodarte las costillas Syd? Me tienes preocupada – Dije entre besos

– Si bajas te digo – Sonrió tímido

– Me encantaría pero tengo que salir para dar la cara por la banda mi amor – Lo besé

– Esa es mi niña – Me miró con amor

Seguí besándolo y luego terminé bajando ya que me gusta verlo retorcer.

– No te detengas nunca – La miré

Sonreí y seguí haciendo de las mías mientras que lo veía comprimir su garganta para evitar los gemidos solo que terminaba gimiendo y acariciando mi cabello hasta hundir mi cabeza.

– Lo siento – Dijo sonrojado

– No pasa nada – Me limpié las lágrimas

– Vamos a hacerlo Rose... – Hizo ojitos

– Hasta que no te acomodes las costillas no haré nada contigo, no quiero ser una inconsciente – Me levanté de la cama para buscar que ponerme

– ¿Y me vas a dejar así? – Hizo puchero

– Debo salir mi amor – Me reí

– Me voy a masturbar yo solito – Hizo una cara triste

– Así es – Sonreí ahora sacando un vestido estilo dominó

– Te lo voy a echar encima – Lo ví masturbarse

– Si te puedes levantar hazlo – Sonreí divertida

Él me miró con seriedad pero sin dejar de mover su mano. Dejó la sábana a un lado para intentar levantarse, lo consiguió y no dejó de mover su mano ahora más rápido.

Se acercó a mí con lentitud pero su mano iba a toda potencia mientras hacía caras de satisfacción que me habían levantado todo ese fuego que tengo guardado al no poder hacerlo.

Escuché su gemido final y toda esa crema salió volando hacia mí. Roger abrió la puerta y su reacción fue quedarse shockeado unos segundos.

– Tuve que tocar la puerta lo siento – Se cubrió los ojos – ¿Syd vienes o no?

𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩       | 1971©. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora