𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩 | 1971©.

A saucerful of secrets

Cuando desperté me ví admirando el río del Ganges con mucha impresión. No me encontraba bien y mis ojos estaban pesados por todo el cansancio.

Me encontraba solo en la India sin recordar cómo llegué aquí... Había tocado mi guitarra pero luego no se qué pasó, no recuerdo lo que estaba haciendo y estoy aterrado...

He tenido sueños muy raros... Todo es distinto y realmente estoy muy irritado por tanto sol que me da jaqueca.

Me miré en el río y mi rostro estaba muy demacrado por el cansancio, debía descansar en algún lado para tener fuerzas, no puedo ni pensar.

Me siento tan confundido y recordar dónde desperté me hizo darme cuenta de que no podía seguir drogándome más. Siento que perdí algo muy importante y debo buscarlo de alguna manera u otra.

Estoy tan deprimido en este momento por la soledad.

Casi me caí en unas escaleras de una zona muy pobre de aquí en la India. Las personas me estaban mirando muy raro al ser tan pálido por aquí. Llevaba mi camisa brillante y mis pantalones de rayas.

Debía encontrar una salida o algo que me dijera por qué estoy aquí.

Miraba a las personas y buscaba alguna cara conocida. Pero nadie se me hacía familiar, el miedo y los nervios me estaban haciendo caer en ansiedad porque no veía como calmarme.

Mi vista estaba borrosa y mi debilidad pronto me hacía perder las fuerzas, todo esto se iba lentamente... Mis ojos se cerraron y yo caí al piso desmayado.

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Me desperté acelerado y empapado en sudor cuando me ví sobre mi cama de la casa de mi madre. Estaba tan confundido por lo que había soñado y busqué un cuerpo femenino... Me hacía falta alguien en la cama pero no puedo recordarla.

Me levanté de la cama y fui al baño para mirarme al espejo... Mi cabello estaba corto. ¿En qué momento me lo corté? ¿Y por qué me siento tan vacío?

Siento como si estuviera muerto, como si el alma me faltara. Tenía imágenes borrosas de un rostro...

Me lavé la cara y salí a mirar a mi madre, ella estaba haciendo el desayuno y al verme se sorprendió bastante.

– ¡Hijo mío! – Dijo muy feliz y me abrazó dejándome sin aire

– ¡Mamá! – Me salieron lágrimas

– ¿Cuando llegaste? ¿Y tu novia? – Ella se limpió las lágrimas

– ¿Mi novia? – Dije confundido

– Sí hijo. Tu novia, con la que dijiste que te irías lejos... – Ella me tomó de la cara para apretarme las mejillas con ternura

Varios recuerdos llegaron a mi pero no su nombre, tampoco sabía si el rostro de mis sueños es el de ella.

Puede que si lo sea pero estoy muy confundido ahora y no sé cómo regresé hasta aquí.

– ¿Te sientes bien hijo? – Ella me miró con preocupación

– Sí, yo estoy bien mamá. Pero ya debo irme. – Observé toda la casa buscando recordar que me pasaba

– ¿Tan rápido? Hijo pero...

– Mamá, yo estaré aquí unos días... No lo sé es que ahora estoy un poco confundido – Observé todo buscando algunos recuerdos o algo que me hiciera familiarizarme con ese rostro en mi cabeza

– ¿Pero tú estás bien? ¿Pasó algo con tu novia? – Me dijo preocupada

– Ella y yo estamos bien... Debo irme mamá – Le dí un abrazo