El principio de todo. parte 2.

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Lea Zabat.

La calle indicada está extrañamente vacía, con un aire realmente pesado, no hay un carro estacionado a las afueras de la tienda ni una persona caminando por ahí, tal vez sea por las altas horas de la noche o porqué Ashley esté en uno de sus no graciosos  inventos. Cierro la puerta del auto negro y el sigue su camino hasta perderse a lo largo de la calle, hasta certifico que sea la calle porque la tranquilidad es aterradora, pensé que sería una fiesta o talvez un bar, pero son tiendas cerradas en una parte alejada del centro de la ciudad.

Verificando la calle me preocupo aún más el hecho de que ella ni me haya escrito de su teléfono, tal vez perdió el de ella y no tiene como volver a casa. Ahí en medio de la calle recorriendo algunas tiendas y viendo a través de las vitrinas a tres tiendas más allá veo a una mujer rubia joven entrar en la única tienda abierta aparentemente, así que decido acercarme, tal vez Aslhey esté ahí.

De pie en la puerta de vidrio que tiene un letrero que dice "abierto" me fijo en que la luz de adentro es tenue pero de todos modos empujo la puerta haciendo que abra y suene una campana que es pequeña en realidad, pero por el silencio de la noche resuena tres veces más fuerte. La tienda es amplia y llena de esencias, en el mostrador no hay nadie, camino en silencio roncando algunas cajitas pequeñas con un diseño hecho a mano con pintura, este lugar está lleno de eso. Sin darme cuenta, la chica que vi entrando esta enfrente de una cortina.

-¿Puedo ayudarte en algo pregunta amable y me quedo mirando su belleza, no es linda, es hermosa.

- Yo, estoy solo viendo. Una amiga me llamó aquí y tal vez la hayas visto, es una chica morena con cabello oscuro- pregunto de una vez por Alshey.

-¿Cómo dijiste que es tu nombre?-  se acercó al mostrador y encendió otra esencia pero la dejó sujetada en su mano- la verdad si se donde está esa chica.

Me quedo un momento esperando a que siga hablando, y me comienzo a sentir algo mareada, pero ignoro eso y la impulso.

- Y... ¿Dónde está ella?

Mi vista de un momento a otro se ha vuelto borrosa, añadiendo el mareo y un dolor algo incómodo de cabeza, la chica hace para buscar algo detrás del mostrador y cuando se gira, me pasa lo mismo que pasó en la librería aquel día, simplemente ya no es una chica hermosa. La confusión con todo lo demás fue demasiado para mí,y la fuerza no me da si quiera para gritar, así que simplemente caigo en el piso.

...

Mis ojos se abren poco a poco en un lugar desconocido, sentada en una silla con las manos atadas. Ahora, no solo visualizo a una mujer, sino tres, una de ella a la misma de la librería, mi vista sigue borrosa para logro ver y el dolor de cabeza se ha intensificado lo suficiente para no reaccionar de una vez.

Dos de ellas son unas ancianas y la otra, es una mujer con cara de angel.

-Eres una niña - se burla- casi hasta me lastimará hacerte daño.

-¿Dónde está mi amiga?- Es todo lo que pregunto aunque me estoy muriendo de miedo.

Llega el primer golpe.

No quedo sorprendida por el puño en mi nariz por causa de esa anciana, sino por la velocidad inhumana con la que atravesó de un lado de salón al otro, las risas llegaron en seguida.

-De por sí nos encargan cabos sueltos, pero tu, tu eres demasiado fácil para ser divertido matarte- dice la que aún se veía joven transformándose en una fea anciana, siento un líquido correr por mis pantalones beige, me he orinado.

Mientras dos de ellas salen de ahí me doy cuenta que lo hacen atravesando una cortina roja, así que estamos en la parte de atrás de la tiendas, son solo tres mujeres, es lo que me repito.

Forzando las muñecas voy aflojando disimuladamente los nudos para conseguir salir de aquí, cosa que veo casi imposible porque dos de ellas están en frente.

-¿Qué quieren de mí? - cometo el error de preguntar.

Llega el segundo golpe y está vez es una cachetada que me hace una herida con la uña de la mujer, el golpe hizo que la silla se volteara conmigo en ella, pero es la fuerza que necesito para terminar de aflojar los nudos , tomé la silla la arrojó hacia la cabeza de la mujer,pero solo giró la cara, como si no hubiera sentido. Es cuando decido correr pero no doy tres pasos antes de que ella sujete mi pie para yo caer contra el piso. Y se ríe, otra de las chicas entra y me patea en las costillas.

Así que solo hago lo que puede hacer una niña de 16 años, me quedo en el suelo abrazándome a mi misma con los ojos cerrados. Esta vez se escucha un golpe de algo estrellándose y me sorprendo no sentir el dolor,pero me doy cuenta que no soy yo.

-¿¡Qué mierda se supone que hacen!? Escucho una voz que reconozco.

Es Autum.

La mujer que lanzó chocó contra un armario con varias cajas rellenas con arena,al parecer.

-¡Saben que esto es totalmente contra las reglas y el acuerdo de paz! - grita otra vez furioso. Millones de preguntas pasan por mi cabeza. Pero en dolor en mi mejilla y mi nariz hacen que omita y comience a arrastrarme hacia la salida quejándome del dolor. Miro hacia atrás solo para confirmar que no estoy loca. Autum peleando con dos mujeres, no solo peleando, lastimandolas sin tocarlas relamente.

Es cuando me arrastran tapándome la boca,mientras yo intento gritar, la persona me deja atrás el mostrador y me hace una señal de que guarde silencio. Más confusión aún, es Issac.

¿Que está pasando aquí?

Como los golpes recibidos no es suficiente, y la curiosidad de las voces adentro me llaman, voy de nuevo a esa habitación donde tienen a las dos mujeres amarradas a unas sillas.

-¿Qué es lo que estaban pensando?- Autum pregunta en un tono bajo realmente asustador.

De un momento a otro una de ellas  se suelta mientras grita " solo seguimos las órdenes de..." no dijo más, porque en un rápido movimiento Issac no sé de donde saca un cuchillo y se lo entierra en toda la frente. En mi vida jamás había visto una escena así, y jamás he sentido tanto miedo, una exclamación sale de mi sin poder evitarlo y llevo mis manos a mi boca mientras una lágrima se escapa, las tres personas vivas me miran. Issac saca el cuchillo y aquella fea mujer cae al suelo, pero no sale sangre de ella, solo un líquido verdoso que va creando un pozo al rededor de ella.

Cierro los ojos y recuerdo aquella obra con la que soñé noches antes, giro y cada paso que doy se siente como si relamente no me moviera de ahí, aunque abro la puerta y la calle sigue igual de desolada. Reviso mi chaqueta y ahí está mi teléfono, no pienso en llamar a la policía, no en llamar a alguien de autoridad, solo marco un número en cuanto he caminado tres cuadras y responden al tercer sonido.

-¿Lea? ¿Por qué llamas a esta hora?-escuchar su voz e imaginar que está bien me hace romper en llanto.

-Ashley ¿dónde estás? Tienes  que ayudarme- suelto en un susurro, pero cuando me responde se escucha entrecortado - estoy en la calle...

Soy arrastrada hacia atrás con una mano tapando mi boca, me quitan el teléfono de la mano.

-Cállate, maldita sea cállate- me dice Issac en un tono amenazador y Autum no tarda en bajar del auto que ni siquiera sentir llegar.

-Son unos asesinos- es todo lo que susurro.

-¿Te acabamos de salvar el maldito culo y nosotros somo los asesinos?

-Cállate, Issac- le habla en tono fuerte- Lea súbete en el auto, nos tenemos que ir rápido, se que tal vez estas en shock pero tenemos que irnos realmente- trata de tranquilizarme pero eso no es lo que me importa y vuelvo a repetir.

- Son unos asesinos.

- Autum o la montas en el maldito carro tú o la montó yo porque estoy estresandome de verdad.

Realmente no tengo el control de mis movimientos así que dejo que Autum me sujete bruscamente por el brazo y me suba al auto, en este punto ya he comenzado a llorar. Estoy en un auto con dos asesinos que aunque quiera mentirme, me han salvado por lo menos hasta el momento. Cuando ya veo las calles algo conocidas pregunto:

-¿A donde vamos?

Y es Autum quien responde:

-Vamos a casa, Lea.


La Elegida de Autum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora