De vuelta a casa

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Eras las 7 am del 3 de mayo de 1998 en la casa de los Lupin, Andromeda esperaba sentada junto a la cuna de Teddy. No esperaba buenas noticias y tampoco malas, solo esperaba. Veía a su nieto con una mirada de ternura, deseando que las cosas fueran diferentes. Alguien tocaba la puerta... su corazón se detuvo por un momento, si fuera Remus o Tonks, simplemente entrarían, pero esa persona decidió tocar.

Bajo a ala puerta, rogándole a Merlín que le diera la fuerza para lidiar con eso. Lentamente abrió la puerta y sus ojos se llenaron de lagrimas...

-Mamá, gracias a Merlín que estás bien -Tonks abrazaba a su mamá con fuerzas mientras Andromeda solo lloraba de felicidad.

-¡VOLVISTE!, que alegría volver a verte. Imaginaba lo peor, ¿dónde está Remus? No me digas que él -Andromeda se llevo las manos a la cara.

-No mamá, él está bien. No creo que tarde más de 10 minutos en aparecerse junto a la cuna de Teddy. Por cierto, ¿ya se despertó?

-No, él durmió casí toda la noche. Tonks, ¿cómo estuvieron las cosas?

-Me muero por verlo, vamos y ahí te cuento.

Tomadas de la mano subieron las escaleras hasta el cuarto del bebé. Cuando llegaron ahí Remus ya estaba con Teddy aun dormido entre sus brazos.

-Dromeda, muchas gracias por cuidar de él. Dora, cariño, iba a quedarme a ayudar pero Molly sugirió que viniera a casa a verlas y regresará en una hora y decidí tomarle la palabra.

Tonks afirmo con la cabeza mientras con un gesto de manos le pidió a Teddy. Remus se lo entregó y fue a abrazar a Andromeda.

-Deberías descansar, te quedaste toda la noche despierta.

-Ustedes también y además estuvieron luchando... por cierto, ¿todos están bien?

-No creo que estemos bien durante un par de semanas, Fred y Severus fallecieron -la tristeza era notable en las palabras de Remus.

-Y no olvides a Bellatrix -Tonks miró a su mamá esperando alguna emoción-, ella trató de asesinarme.

-Hija, me duele la muerte de Bellatrix, pero sus acciones la llevaron a ese camino.

Remus y Tonks estuvieron una hora en casa, de la cual la mayor parte estuvo destinada a ver a Teddy dormir, además de contarle los por menores de la batalla a Andrómeda y ducharse para regresar a ayudar con la limpieza de Hogwards.

Las semanas siguientes muchas cosas cambiaron; se lloraron a los que habían partido, Hogwarts regresó a lo más cercano que se podía de la normalidad. Una pared fue designada especialmente para honrar a todos aquellos que dieron su vida en la guerra, en la pared habían pinturas de Sirius, Alastor, Severus, Fred, Edward, entre muchos otros, el ministerio también había sufrido cambios, Kingsley era ahora el ministro de magia. Las estatuas habían sido reemplazadas, ahora ya no había ningún muggle siendo torturado.

En las noches los restantes de La Orden del Fénix se reunían en alguna casa a cenar, por lo general siempre era la madriguera, eso ayudaba a todos a sobrepasar los estragos que la guerra había dejado en ellos.




Cada mes Remus y Tonks hacían una cena festejando los meses que cumplía su hijo. Teddy estaba cumpliendo 6 meses. Cambiaba de cabellos muy seguido, pero su favorito era por mucho el color azul, los ojos cambiaban cada vez que miraba a alguien, Tonks había dejado de tropezar cada dos minutos, aunque para ser honestos, aún lo hacía cada diez. La maternidad le sentaba como anillo al dedo, siempre cambiando la forma de su cara para divertir a su hijo y su cabello con un rosa chicle muy intenso. Remus por otro lado estaba encantado, se veía lleno de vida, siempre pegado a su hijo, abrazándolo cada vez que podía y ni que hablar de las fotos que le tomaba, los moretones seguían presentes y de vez en cuando las ojeras, pero ya no había cicatrices nuevas, había decidido cortarse el cabello que por lo general llevaba largo, eso le restaba unos años.
Los tres hacían una familia completamente adorable.

-Querida, es increíble que Teddy ya gatee- decía Molly al ver divertida como Remus no se despegaba de su hijo cargando una cámara para tomarle todo tipo de fotos.

-Fue algo que también a nosotros nos sorprendió, lo hizo casi por instinto. El medimago nos dijo que aunque no heredo la licántropia, algunos instintos estarán presentes sin que se pueda evitar, será un gran deportista.

-Sí, por ejemplo la luna llena también lo altera- dijo Remus que se encontraba sentado en el suelo con su hijo-, no duerme y llora la mayoría de la semana.

-Pues sea como sea, es un niño muy lindo -decía Minerva mientras cargaba a Teddy entre sus brazos.

En la noche, cuando ya todos se habían ido y la casa se encontraba en silencio, Remus y Tonks se encontraban hablando en su cama, acurrucados como siempre.

-Dora, antes de que Minerva se fuera me ofreció mi antiguo puesto.

-Eso es increíble, lobito. Me imagino que le dijiste que primero lo tenías que consultar conmigo.

-Exactamente -dijo apoyando su menton el la cabeza de su esposa.

-Remus, tómalo. Eres un excelente maestro y siempre recuerdo como los chicos hablaban de ti. Creo que es una grandiosa oportunidad, debes de hacerlo.

-La verdad es que fui excelente -Remus sonrió mientras abrazaba a Tonks.

-El noble y modesto Remus tratando se sonar como un chico cool. Aceptalo, creo que a mi mamá le encantará ayudarnos con Teddy mientras los dos estamos en el trabajo.

Antes de acostarse fueron a ver a Edward, daba pequeños ronquidos con la boca medio abierta y los cabellos verdes, las cosas lentamente se iban acomodando, las muertes aun dolían, pero Tonks y Remus sabían que de ahora en adelante la vida les daría su mejor cara.



Luna de colores: FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora